Incapacidad para manejar el Estado “Lucho”

Las declaraciones del jefe de Estado en una entrevista acrecientan las dudas sobre su capacidad de entender el Estado.

Julio se inicia como ya los anteriores meses, pero este aun peor, con todos los productos que se expenden en el comercio hasta dos y en algunos casos tres veces su valor nominal. Esto tiene que ver, atribuyen los expertos, a una disparidad congénita del jefe de Estado de conceder una entrevista con sonrisa de niño precoz (como si el país estaría bien, lo refleja en su cara) defendiendo los negociados de sus familiares cercanos; lavarse las manos de todo cuanto puede haber hecho para dejar el país sumido en un caos angustiante, que no lo percibe él por supuesto que vive en una Casa del Pueblo que le ha resultado demasiado Grande; el haber indicado que lo de los carburantes no tiene solución y dejarse pinchar con una serie de especulaciones (“hay planes”, le han dicho) que fueron desmentidos por el mandatario nuevamente como si estuviera en una clase de parvulario en lugar de asumir una posición tajante de jefe de Estado para cortar rumores que hablan de su débil carácter para gobernar el país, achacando los males que atraviesa a su hoy declarado ultra enemigo Evo Morales y después de decir complacientemente que el dólar baja cuando en la Asamblea Legislativa Plurinacional (“yo se los he dicho”, dice con cinismo estremecedor) aprueba créditos que no están destinados a otra cosa sino en la medida de las materias en ejecución.

Una vez más demuestra su incapacidad para administrar el Estado.