
La historia de la cervecería Guinness se convierte en una serie de Netflix.
Una nueva producción del creador de ‘Peaky Blinders’ contará la historia de una de las familias más famosas de Europa. Steven Knight, creador de la serie Peaky Blinders, está detrás de un ambicioso nuevo proyecto televisivo: la serie House of Guinness para Netflix, que se estrenará el 25 de septiembre.
Ambientada entre el Dublín del siglo XIX y Nueva York, la historia narrará parte de la vida de la familia Guinness, una de las más conocidas de Europa por su tradición cervecera.
Tras la muerte de Sir Benjamin Guinness, quien convirtió la cervecería Guinness en un gran éxito, la vida de sus hijos, Anne, Arthur, Ben y Edward se verá afectado por el testamento del patriarca.
La nueva serie es otro de los proyectos recientes de Knight, caracterizados por ser adaptaciones de historias reales o libros. En los últimos años, además de Peaky Blinders, el guionista participó en la producción de Grandes Esperanzas de Disney+, inspirada en la novela homónima de Charles Dickens, y escribió el guion de María, la película protagonizada por Angelina Jolie, sobre la soprano Maria Callas y la serie de Netflix “Toda la luz que no podemos ver”, basada en el libro homónimo de Anthony Doerr.
Para el pueblo aymara, el tiempo no se concibe como una línea hacia adelante, sino como un desplazamiento de espaldas hacia el futuro, mirando al pasado. El pasado, o “nayra”, que literalmente quiere decir “delante de los ojos” o “lo visible”, es lo que se tiene adelante, lo que se ve, lo conocido. Por eso se lo representa como lo que está delante del cuerpo. El futuro, o “q’ipa”, “atrás de la cabeza” o “lo no visible”, se encuentra detrás, porque todavía no se ve, no se conoce.
Esta inversión de la perspectiva temporal, respecto de la mayoría de las culturas occidentales, que imaginan el futuro delante y el pasado atrás, hace que los aymara caminen “hacia atrás hacia el futuro”, viendo únicamente lo ya acontecido, mientras lo por venir está a nuestras espaldas. No sabemos qué traerá, como quien navega de espaldas sin ver.
Esto no solo implica una organización lingüística distinta, que indica que los gestos para referirse al pasado apuntan hacia adelante y los del futuro hacia atrás, sino una filosofía: se avanza en el tiempo sabiendo de dónde se viene, pero sin pretender ver lo que aún no ha llegado.
Otra frase célebre de la filosofía, “el búho vuela hacia atrás” es una metáfora asociada a la obra de Hegel, que se refiere a la forma en que la filosofía opera. La idea central es que la filosofía no puede anticipar el futuro ni guiar el presente, sino que solo puede comprender la realidad una vez que esta ha ocurrido, es decir, mirando hacia el pasado. El búho, como símbolo de sabiduría, solo emprende su vuelo al anochecer, cuando ya es demasiado tarde para cambiar el curso de los acontecimientos.
Quizás tenemos algo que aprender del pueblo aymara y entender que los errores y equivocaciones de los progresismos latinoamericanos, su personalismo, su dogmatismo y enamoramiento de fórmulas exitosas para que nos ayuden a comprender el futuro, que siempre lo tenemos a nuestra espalda.