¿Adiós al imperio del dólar? China suma 253.800 millones en oro mientras abandona la deuda de Washington

Las continuas compras de oro ayudarían a reforzar la credibilidad del yuan y crear condiciones favorables para su “cautelosa” internacionalización.
China aumentó sus compras de oro por décimo mes consecutivo según la Administración Estatal de Divisas (SAFE) del país. El movimiento se da a la par de que el gigante asiático se desprende de sus tenencias de bonos de deuda del Tesoro estadounidense para diversificar sus reservas en divisas y activos extranjeros.
“El regulador cambiario de China informó que las reservas de oro del país ascendieron a 74,02 millones de onzas a finales de agosto, un incremento de 60.000 onzas con respecto a julio. En comparación con el mes anterior, las reservas de oro de China aumentaron en 9.900 millones de dólares a 253.800 millones de dólares en agosto, lo que elevó su participación en las reservas totales de divisas del país en 0,23 puntos porcentuales a un récord del 7,64 por ciento”, según South Morning Post. Para dimensionar, el nivel de crecimiento; esta proporción era del 3,3% a finales de 2021, y del 5,5% en 2024, según jwview.com, una plataforma de medios financieros del Servicio de Noticias de China.
Para Wang Qing, analista macroeconómico jefe de Golden Credit Rating, las reservas de divisas de China se encuentran actualmente en un nivel “moderadamente amplio” y se espera que se mantengan en general estables, y que las continuas compras de oro ayuden a reforzar la credibilidad del yuan y creen condiciones favorables para su “cautelosa” internacionalización. En su opinión, “para optimizar la estructura de reservas internacionales, será necesaria una acumulación continua de oro y una reducción moderada de las tenencias del Tesoro estadounidense en el futuro. Este cómodo colchón de reservas ayudará a mantener el tipo de cambio del yuan en un nivel “razonable y equilibrado”. El nivel de reservas en oro de China está lejos del 15% que tienen algunos países, según Oing, lo que, es posible, genere mayores compras del SAFE en el futuro.
En total, las reservas totales de China, que sustentan el valor del yuan, subieron a 3,32 billones de dólares, un nuevo máximo desde 2016.
La reciente conferencia de trabajo SAFE 2025 enfatizó la necesidad de “prevenir y mitigar los riesgos de choques externos” y propuso “garantizar la seguridad, la liquidez, la preservación del valor y la apreciación de los activos de reserva de divisas”. Uno de los grandes movimientos, según los datos del Departamento del Tesoro estadounidense, es el desprendimiento de sus tenencias de Bonos de deuda del Tesoro; entre 2014 , el 60% de las reservas de China, unos 4 billones de dólares, estaban representadas por estos activos. Entre enero de 2022 y diciembre de 2024, Beijing redujo sus tenencias de Bonos del Tesoro en más un 40% hasta alcanzar los 759 mil millones de dólares. “Una persona cercana a Safe describe este proceso como ” tengnuo “, una expresión china que se traduce como “maniobra ágil en la cuerda floja”. Su objetivo es lograr un equilibrio entre la liquidez de los activos, la seguridad y una rentabilidad estable, aunque poco espectacular”, según Financial Times.
Una de las razones de esta estrategia son las consideraciones geopolíticas después de que las reservas de Rusia fueran incautadas por su intervención en Ucrania. “Fue un duro recordatorio de la hegemonía financiera que Estados Unidos ejerce a través del sistema internacional basado en el dólar”, según Pan Liu y Zhang Weiwan, académicos de la Universidad de Tsinghua. Sin embargo, la tenencia se ha acelerado ante los temores de que la guerra comercial, iniciada por Donald Trump, impacte en el valor de las reservas de China en el extranjero. Uno de los temores, por ejemplo, de Yu Yongding, ex miembro del Comité de Política Monetaria del Banco Popular de China y asesor principal del gobierno, es que el gobierno de Trump cumpla con las propuestas hechas por Stephen Miran, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca y candidato de Trump para la Reserva Federal, para debilitar el dólar y persuadir a otros gobiernos para que intercambien sus tenencias de bonos del Tesoro por bonos cupón cero a 100 años, a cambio de aranceles comerciales más flexibles. Lo que en la práctica sería una cesación de pagos que impactaría con fuerza en el rendimiento de los bonos en manos de China.
Por esto, las autoridades de la Administración de Divisas de China han pasado, parte de sus tenencias, a bonos de otras agencias gubernamentales estadounidenses, e inversiones de capital privado en Estados Unidos, como bienes raíces o infraestructura de centro de datos, según Financial Times. “La seguridad de los bonos del Tesoro estadounidense ya no es un hecho», según Yang Panpan y Xu Qiyuan, dos investigadores principales de la Academia China de Ciencias Sociales. “Esa era ya es cosa del pasado, y deberíamos preocuparnos por ese cambio desde la perspectiva de la protección de nuestras tenencias de bonos del Tesoro”.
Las masivas, y continúas, compras de oro por parte de China también debe entenderse dentro de un contexto donde Beijing promueve arquitecturas financieras alternativas, como el nuevo Banco de Desarrollo de los Brics o un Banco de la Organización de Cooperación Shanghái, o su propio sistema de pagos internacionales, el CIPS (Cross-Border Interbank Payment System). El gran dilema considerado por varios economistas es si China tiene la capacidad, y la voluntad, de internacionalizar el yuan como una moneda (y activo de reserva) similar al dólar o promover una canasta de moneda. Sobre todo porque un yuan internacionalizado podría ponerlo en el mismo problema de Estados Unidos, quien con el dólar afronta el conocido Dilema de Triffin, teorizado en los años 60 por el economista monetarista Robert Triflin, que establece que el uso del dólar como moneda reserva obliga a su país emisor, Estados Unidos, a mantener déficits comerciales y fiscales crónicos. Esto genera, según el autor, que las exportaciones se encarezcan, lo que hace perder competitividad a su industria, las importaciones se abaraten y el déficit comercial crezca, lo que afecta, por ende, la cantidad de empleos industriales en Estados Unidos.
Para Gabriel Merino, autor del libro China en el Desorden Mundial, China trabaja en un doble proceso: “por un lado, acumula oro como otros países emergentes, como India, Turquía y Rusia, también con la extracción de este mineral en su propio territorio. Lo que se da en medio del cuestionamiento al dólar como moneda de reserva; ya que hay una caída de la cantidad de esta divisa en los balances de los bancos centrales a nivel global y un aumento de las compras de oro, que, por lo general, surge como reserva de valor en momentos de crisis”. Para Tavi Costa, estratega macro del fondo de inversión Crescat Capital; “los bancos centrales extranjeros ahora poseen oficialmente más oro que bonos del Tesoro estadounidense, por primera vez desde 1996. Es probable que este sea el comienzo de uno de los reequilibrios globales más significativos que hemos experimentado en la historia reciente”.
Por otro lado, según Merino, China trabaja desde 2014 en una internacionalización del yuan: “no para sustituir al dólar, sino para tener una moneda fuerte”. En su opinión, lo hace con acuerdos de intercambio de monedas con otros países, conocidos como swaps, y también con el lanzamiento del yuan digital, que implicó un pacto con diez países de Asia Pacífico y seis de Medio Oriente, y un sistema de pagos propio, el CIPS. Mientras que las iniciativas para promover bancos o sistemas de pagos alternativos, como el de los BRICS, sirven para armar “una arquitectura multilateral que desarrolle otros instrumentos financieros y monetarios alternativos”.
“Beijing piensa la internacionalización del yuan y la compra de oro como una estrategia para defenderse de una posible guerra económica y financiera de Occidente, tal como la que enfrentó Rusia”, según Merino.