Franklin Graham, líder evangélico: “Trump y Milei creen que están donde están gracias a Dios”

Cercano al presidente de EEUU y referente de la “guerra cultural”. El predicador habló de su charla con Milei (se emocionó por el mandato “divino” de la elección de octubre) y de la “decadencia moral” de Occidente.
“Aunque digan que estoy loco, te seguiré”, entonó un joven que esperaba, ansioso, la aparición de Franklin Graham en el estadio Vélez, Argentina. El predicador evangélico estadounidense —cercano a Donald Trump y referente de la “guerra cultural” (sic) contra el progresismo— visitó Argentina con una misión: “acercar a Dios” a los fieles del cono sur y alentar a los cristianos a pasar a la acción. Pero también para encontrarse con el presidente Javier Milei, quien, según la visión de Graham, está convencido de que existe un factor divino que explica no solo el resultado de las elecciones de octubre sino su propia “misión” presidencial.
Franklin Graham no es cualquier pastor del ala protestante del cristianismo. Hijo de Billy Graham, un reconocido teólogo norirlandés que fundó una dinastía religiosa en Estados Unidos, continúa cerca del poder en Washington siguiendo la línea de su padre. Así se convirtió en uno de los protagonistas de la ceremonia de asunción del binomio Trump-Vance el 20 de enero.
Desde ese lugar, representa la corriente conservadora-religiosa dentro del universo MAGA —con su diatriba contra el matrimonio igualitario y el aborto legal— y suele criticar la “decadencia moral” del mundo occidental. Con ese marco, se dedicó a viajar por varios países para hablar del “vacío” de propósito que aqueja a las personas y cuya llave la tiene Dios, tal como lo hizo en el Festival de la Esperanza ante 70.000 personas el pasado fin de semana en suelo porteño.
En diálogo con Perfil, Graham habló de su encuentro con el presidente argentino en Casa Rosada, quien desde un primer momento invocó una retórica mística para sustentar su programa de ajuste y la motosierra que no disimuló una impronta neoliberal. Una intención que, un día antes de la visita del pastor estadounidense, quedó personificada incluso por la armadora política del gobierno, Karina Milei, a través de una imagen viral donde se la ve con las manos en forma de rezo remitiendo a las misas de las iglesias evangélicas.
En esa construcción de sentido, Graham, de 73 años, habló de la relación entre la religión y la política. Sostuvo sus críticas al matrimonio igualitario y a la “filosofía transgénero” como parte de una “guerra cultural” en favor de los valores cristianos. Una dinámica que también atraviesa los actuales gobiernos de Argentina y Estados Unidos. En esa línea, trazó un paralelismo entre Milei y Trump a través de la “conexión con Dios” que manifiestan tener y que justificaría la incursión de dos “outsiders” en el mundo de la política.
“Trump le dio crédito a Dios por haberle salvado la vida cuando una bala le atravesó la oreja. Cree que está donde está por Dios. Y pienso que el presidente Milei siente que él está donde está por el mismo motivo”, sostuvo. Y agregó que el propio Milei le admitió que no solo está convencido de que “Dios lo puso” ante la máxima investidura, sino que su presencia que fue un factor determinante detrás de los números que obtuvo La Libertad Avanza en la elección de octubre.
Entrevista a Franklin Graham, predicador evangélico estadounidense
¿Qué lo inspiró a traer su ministerio a la Argentina, y por qué ahora?
Fuimos invitados por más de 2.400 iglesias a venir. Estamos aquí por ellas. Esto no es un acto político, sino una oportunidad para contarle a la gente de Buenos Aires y de la Argentina acerca del Hijo de Dios, Jesucristo, quien murió y cargó con nuestros pecados en la cruz, derramó su sangre por nosotros. Fue sepultado, llevó nuestros pecados a la tumba, y al tercer día Dios lo resucitó. Invitaré a las personas que estén allí y quieran confiar en Jesús como su salvador a hacerlo, y las guiaré en una oración para invitar a Cristo a su corazón. Oramos para que muchas personas lleguen a conocer a Jesucristo en una relación personal. Eso es lo que vinimos a hacer.
¿Cómo fue su encuentro con el presidente Javier Milei? Vimos que lo felicitó después de las elecciones legislativas de octubre.
Me gusta este tipo (NdR: Franklin Graham usó la palabra “guy” en inglés, demostrando cercanía, coloquialidad). Tiene mucha personalidad. Incluso tuvimos que cambiar algo en la mesa [risas]. Me resulta refrescante. Lo mismo pasa con mi presidente, Donald Trump: no hemos tenido un político como él.
Creo que su presidente es un hombre con quien resulta muy fácil hablar. Hablamos de temas espirituales. Me contó sobre su infancia en la Iglesia Católica y sus estudios en colegios católicos. Y yo le regalé una Biblia. Le dije: “Estoy seguro de que ya tenés muchas Biblias”. A lo que respondió: “Sí, tengo, pero cuando crecí no sabía nada sobre la Biblia. No me enseñaron”. Me contó que ha estado leyendo y estudiando, que conoce a Abraham, Isaac, Jacob y los patriarcas de la Biblia. Fue una conversación muy agradable y oramos juntos. Creo que su país tiene un líder que se preocupa por la Nación y por su pueblo.
Hay quienes describen el proyecto de Milei como “mesiánico”. ¿Ve alguna semejanza con el liderazgo de Trump?
Bueno, cuando uno piensa en el presidente Trump y en Milei… sus cabellos se parecen mucho. [risas] Yo valoro que su presidente esté interesado en estudiar lo que dice la Biblia, que entienda la importancia de las Sagradas Escrituras. En cuanto a mi presidente, le dio crédito a Dios por haberle salvado la vida cuando una bala le atravesó la oreja. Trump cree que está donde está gracias a Dios. Y pienso que el presidente Milei, sin duda, siente que él también está donde está por el mismo motivo. “Dios me puso en esta posición”, me dijo. Y agregó: “¿De qué otra manera podría haber ganado? Todo estaba en mi contra” (NdR: en relación al resultado de LLA en octubre). Por eso me gusta este hombre. Está dispuesto a hablar de Dios. No le tiene miedo ni le avergüenza darle el crédito.
¿Cree que existe un “propósito divino” detrás de ciertos movimientos políticos de la región?
La Biblia nos dice que todo líder es responsabilidad de Dios y los usa para sus propósitos. Incluso los líderes malvados que existen en el mundo. Así que creo que Argentina tiene un presidente que reconoce a Dios, le da crédito y comprende la importancia en su vida personal. Para mí, como cristiano, siempre es motivo de gratitud encontrar líderes así. Hoy vivimos en un mundo que le ha dado la espalda a Dios, a sus estándares y que se ha vuelto realmente rebelde. No lo vemos tanto en África, pero sí en Europa y buena parte de Estados Unidos, que está yendo en esa dirección secular y antirreligiosa.
¿Cuáles son esas señales de la “decadencia moral” que menciona?
Cuando uno piensa en los estándares de Dios, el matrimonio es muy claro: debe ser entre un hombre y una mujer. En los últimos años, en la sociedad occidental vemos esta idea del transgenerismo que proviene sobre todo de Europa. Es algo nuevo y propio del mundo occidental, no es que haya existido a lo largo de la historia. En África o Asia no lo apoyan.
En Estados Unidos, este año, los políticos incluyeron en el presupuesto fondos para apoyar programas y otros contratos destinados a promover esta filosofía. Y eso muestra lo bajo que hemos caído como nación. Las personas que apoyan al colectivo LGBTQ+ tienen derecho a hacerlo, pero no creo que sea el plan de Dios ni su propósito. Las personas que están confundidas acerca de su sexo y se consideran otra cosa… solo me dan pena. No los odio ni nada por el estilo. Pero Dios nos hizo hombre y mujer. Ese es el orden que nos dio. Eso es lo que creo, lo que apoyo, y creo que probablemente la mayoría del pueblo argentino piense lo mismo.
De Milei al vicepresidente estadounidense J.D. Vance, numerosos líderes occidentales hablan de una “batalla cultural”. ¿Cree que eso realmente está ocurriendo?
Por supuesto, lo vemos todos los días. No hay duda. En este momento, el gobierno de Estados Unidos está paralizado, y mucho de eso tiene que ver con cosas que el Partido Demócrata quiere financiar y el Partido Republicano no, porque consideran que es un desperdicio de dinero. Y gran parte de eso son temas culturales que forman parte de esta “guerra cultural” que es cierto que está ocurriendo.
Creo que el presidente de su país lo ve y lo entiende. Sé que el presidente Trump también. Es un hecho. Pero cuando hablamos de “guerra cultural”, debemos tener cuidado. No hay duda de que hay una diferencia cultural, pero no estamos en guerra unos con otros. Eso debe quedar claro. Tenemos desacuerdos y oramos para que nuestra comprensión prevalezca sobre la de ellos.
¿Cómo ve la relación entre los movimientos cristianos y la política?
La política representa el amplio espectro de la sociedad. Incluye a todos: hindúes, musulmanes, cristianos, ateos, agnósticos… Y cuando uno vive en una democracia libre, todos tienen derecho a tener voz. Y lo respetamos. Al mismo tiempo creo que los cristianos también tienen derecho a tener voz. Que deberían hablar e involucrarse más en la política porque todos los demás lo están. Es extremadamente importante que la voz cristiana se escuche y esté representada en el gobierno.












