
Tras catalogar a la banda narco venezolana Cartel de los Soles como “organización terrorista extranjera”, Trump comunicó a sus asesores que buscará un diálogo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó a sus asesores que planea comunicarse directamente con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, según informó este martes el medio especializado en la Casa Blanca Axios.
Esta apertura hacia el diálogo llega un día después de que el Departamento de Estado designa como “Organización Terrorista Extranjera” (FTO) a la banda narco venezolana Cartel de los Soles. Esto implica catalogar a Maduro como el jefe de una entidad terrorista, y por lo tanto puede entenderse como una forma de preparar el terreno para una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela.
La escalada militar de Estados Unidos en el Caribe venezolano en supuesto combate contra el narcotráfico, llamada “Operación Southern Spear” (“Lanza del Sur”), ya dejó 83 muertos. El ejército de Estados Unidos lleva 21 ataques con misiles a barcos venezolanos, señalados como transporte de drogas ilegales.
Las fuentes de la Casa Blanca consultadas por Axios dijeron: “Nadie está planeando entrar a Venezuela y dispararle a Maduro o secuestrarlo, en este momento. Mientras tanto, vamos a hacer volar barcos que transportan drogas. Vamos a detener el narcotráfico”.
Otro oficial aseguró: “Tenemos operaciones encubiertas, pero no están diseñadas para matar a Maduro, sino para parar el narcotráfico”. Aunque agregó: “Si Maduro se va, no derramaremos ni una lágrima”.
La Casa Blanca combina la presión militar con la vía diplomática
La tensión entre Washington y Caracas lleva largos años. En 2020, Maduro fue acusado formalmente por el Departamento de Justicia de Estados Unidos como líder del Cartel de los Soles. La nueva designación de la organización como organización terrorista extranjera le da un nuevo marco legal a la agresiva política exterior de Estados Unidos: le ofrece a Washington una excusa para emprender acciones militares en o alrededor de Venezuela.
En ese marco, la decisión de Trump de conversar con Maduro se interpreta como una señal de moderación. La estrategia de la Casa Blanca combina la presión militar continua con la diplomacia de alto nivel.
Los funcionarios de la administración señalaron que la decisión de dialogar tiene relación con el deseo de Trump de que su legado incluya el haber realizado todos los esfuerzos posibles para detener el flujo de drogas ilegales hacia Estados Unidos. El foco principal de la conversación con Maduro será detener el narcotráfico, pero se presume que también se buscará abrir un diálogo acerca de la posibilidad de elecciones verdaderamente libres en Venezuela.












