La tragedia de no valorar la tragedia

Hace unos días apareció la tímida noticia de que las huellas de dinosaurio en Sucre están siendo borradas, debería ser curioso encontrar comentarios así: “que bien, lo que importa es la fábrica de cemento”, como si fuera trabajador de la fábrica o ¿es algún temor religioso ante evidencia?, “el Perú es la clave”, como si todo se tratase de un solo sitio en un mundo muy grande, “en Toro Toro también hay”, que casualidad igual que el anterior, “vamos a perder plata del turismo”, quizás sea el más razonable hay familias que dependen de ese descubrimiento  …  etc. Pero no lo es ¿por qué?

Lejos de ser una noticia trágica, de que sí se pierde dinero por turismo y que hay comentarios fuera de lugar, surge la pregunta ¿conocemos el valor de las cosas (más allá de lo económico)?

Cuando algo así pasa siempre salta el criterio de utilidad y el criterio de utilidad económica, en muchos casos no se separa el uno del otro. Estamos hablando de huellas del cretácico   y de diferentes especies, eso significa que ese muro con sus huellas, más allá de ser un punto turístico importante es la puerta que se abre a un pasado lejano.

Revelan el comportamiento de estas criaturas, permiten conocer la vida y la ecología de estos seres, lo que implica que nos muestra como era la tierra habitada por los dinosaurios, nos permiten datar el tiempo de esos rastros, son objetos únicos es decir que a pesar que se pueden extraer moldes no hay de esas en otro lado. Básicamente son la narrativa extensa de lo que sucedió con sus dueños, cosa que los huesos no nos cuentan.

Ante los comentarios afortunados y desafortunados, surgen varias preguntas unas sobre el hecho en sí, ¿Sabemos el valor real de las cosas? Lo que se puede extender a esta cuestión. ¿Sólo valoramos las cosas y personas a través de su valor monetario? ¿La historia es más valiosa, solamente porque se cobra entrada?

En si este hecho nos muestra unas nuevas huellas, mismas que podemos nombrar de la siguiente forma ¿la cultura cuesta por que se perciben ingresos? ¿Cuán conscientes somos del verdadero valor de las cosas? ¿Cuánta gente vive de esas marcas que dejaron esas enormes criaturas? Quizás estas son las nuevas huellas que vamos dejando, unos centímetros de ignorancia, un trecho de doscientos metros de empatía perdida.

Lo que es un hecho es que ni siquiera nuestras autoridades se mueven para hacer algo, ¿Quién nos dice que Toro Toro corre el mismo riesgo? ¿Qué clase de seres somos? Al menos los fósiles nos advierten de las catástrofes que ocurrieron y que pueden ocurrir. Pero las nuevas huellas sólo nos hablan de lo insensibles que somos y que hay muchas razones por las que ya no valoramos nada a menos que nos dé un valor metálico.

¿Será raro pensar que el saqueo ante tragedias como estas se puede convertir en una forma de protección?  Es extraño ver cómo se rasgan los vestidos por una fábrica y se olvidan de que hay gente que vive de eso, a pesar de ser unas simples huellas de animalitos muertos, que ni siquiera se pueden exhibir en un zoológico.