Quién es Jorge Rodríguez, arquitecto político de Nicolás Maduro

En el entramado del poder venezolano, Jorge Rodríguez ocupa un lugar singular. No es un ministro más dentro del gabinete de Nicolás Maduro ni un funcionario intercambiable en la rotación burocrática del chavismo. Es, según coinciden incluso voces críticas dentro y fuera del oficialismo, uno de los cerebros centrales de la administración y un operador político cuya gravitación excede ampliamente su investidura oficial.

Formalmente, Rodríguez ejerce como presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, si bien previamente fue vicepresidente (2007-2008), alcalde de Libertador (2008-2017), ministro de Comunicación e Información (2017-2020) y presidente del Consejo Nacional Electoral (2005-2006).

El arquitecto de Nicolás Maduro

En cualquier caso, sus diversos roles formales no alcanzan a explicar el papel que, efectivamente, juega en el entramado de poder del chavismo en la actualidad. En la práctica, Jorge Rodríguez es uno de los asesores políticos que operan en el círculo íntimo del presidente Maduro.

Su influencia se proyecta sobre áreas que no figuran en su organigrama: la negociación política, el manejo de crisis institucionales y el diseño de estrategias frente a la oposición y frente a las presiones externas, fundamentalmente de Estados Unidos.

La familia Rodríguez constituye otro elemento central para entender su lugar en el gobierno. Su hermana, Delcy Rodríguez, hoy vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos –un área clave en los ejecutivos chavistas– ha sido destacada por Nicolás Maduro como figura de proyección internacional, colocándole en posiciones de alta visibilidad.

Rodríguez ha sido señalado como uno de los arquitectos de la influencia que hoy, en la práctica, ejerce el chavismo como movimiento político en el poder electoral del Estado venezolano.

A su vez, figura en listados de sancionados por Estados Unidos y es mencionado en informes internacionales, especialmente en aquellos difundidos por la Casa Blanca y, más específicamente, por la administración de Donald Trump, que considera a Rodríguez una pieza clave en la “mesa chica” de Nicolás Maduro.

Jorge Rodríguez frente a Estados Unidos

Recientemente, tras las acusaciones de Trump contra Caracas, al que acusó de haber “robado” el petróleo estadounidense en suelo venezolano, Rodríguez lanzó un mensaje a Washington en el que expresaba lo siguiente:

“Los recursos petroleros que existan en el mar, en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República Bolivariana de Venezuela.

Esa intención, confesada por Donald Trump y ratificada por Stephen Miller, y expresada de rodillas por la “genocida” [María Corina] Machado, ha generado tal indignación en el pueblo de Venezuela que hoy, más que nunca, estamos listos para defender nuestra tierra. El petróleo de Venezuela le pertenece a las venezolanas y a los venezolanos”.

Jorge Rodríguez posee un largo historial de discursos y declaraciones altisonantes contra los distintos gobiernos de Estados Unidos. Sin ir más lejos, fue la más cruda voz del chavismo durante las semanas posteriores a las elecciones de julio del año 2024, en el contexto de impugnación electoral por parte de sectores de la oposición y de la propia administración norteamericana, por aquel entonces liderada por Joe Biden.

En el plano interno, el poder de Rodríguez nunca ha descansado en algo parecido a una base movilizada propia o “rodriguista”, como sí pudiera ocurrir en el caso de Diosdado Cabello, sino que está más ligado a sus lazos personales y políticos con el propio Nicolás Maduro.

Jorge Rodríguez no es el rostro más popular ni el más carismático de la arquitectura chavista, pero sí es uno de los más influyentes. En simultáneo, es también uno de los que mayor rechazo genera en el entorno del antichavista, de la mano nuevamente de Diosdado Cabello.