En la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el presidente Luis Arce demandó la liberación de las patentes de las vacunas contra el coronavirus, reivindicó la salida soberana de Bolivia al Océano Pacífico y habló de la crisis de 2019 donde señaló que hubo una “ruptura del orden constitucional”.
Acceso a vacunas
Durante su primera intervención, el mandatario sostuvo que el acceso a las vacunas debe ser considerado como un derecho humano y que las empresas que se encargan de su fabricación no pueden lucrar con salud en medio de la pandemia.
“No podemos ser indiferentes ni mucho menos lucrar con la salud en tiempos de pandemia estamos plenamente convencidos de que la pandemia se podrá superar con una mayor cobertura en la vacunación”, sostuvo.
Afirmó que el acceso a las vacunas, se encuentra restringido en varios países. En ese marco, demandó que las empresas trasnacionales que producen medicamentos liberen las patentes y compartan con otros países sus conocimientos y tecnología para la producción de vacunas contra el coronavirus.
“Mediante un trabajo conjunto garanticemos el acceso inmediato a todas las personas en todos los países del mundo”, aseguró.
Demanda marítima
Arce hizo referencia a la centenaria demanda marítima y reivindicó el derecho de Bolivia a una salida “soberana y útil” al Océano Pacífico mediante el diálogo y la concertación con la República de Chile, en el marco a la recomendación de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el fallo que emitió en 2018.
“Bolivia toma el párrafo 176 de esta sentencia como una invocación y una aclaración en sentido de: ‘mantener un dialogo e intercambios en un espíritu de buena vecindad, con el fin de tratar los temas relativos a la mediterraneidad de Bolivia cuya solución es considerada por el uno y por el otro como de interés mutuo. Con la voluntad de las partes, unas negociaciones con sentido serán posibles’”, afirmó.
Crisis 2019
Otro de los temas mencionados por el mandatario fue la crisis que atravesó el país en 2019 y que, según dijo, hubo una “ruptura del orden constitucional” protagonizada por actores políticos del país, efectivos de la Policía, las Fuerzas Armadas, comités cívicos, la Iglesia Católica y medios de comunicación “hegemónicos”.
Pero además dijo que contó con la participación del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y algunos gobiernos el exterior.