Jamás he leído un diario

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Fragmentos de la última entrevista concedida por el escritor Jorge Luis Borges a la periodista Gloria López

Y su muerte Borges, ¿cómo la imagina?

Siento una gran impaciencia, me dicen que va a llegar. Al mismo tiempo siento que no, que no voy a morirme, es lo que dice Espinoza, que sentimos que somos inmortales, pero no, inmortales individualmente, supongo yo; inmortales de un modo panteísta, de un modo divino. Pero que puede importar lo que le sucede a un escritor sudamericano, de un país perdido como la República Argentina a fines del siglo XX, que puede interesarme eso. Si me aguarda esa aventura, la muerte, que puede la equitación, sería lo mejor, que puede ser el olvido…

¿Puede ser el principio de una aventura?

Puede ser, espero que no, no sea usted pesimista. El hecho de que una persona ponga toda su esperanza en la muerte y que luego siga viviendo después de muerto, se siente muy pero muy defraudado pero que luego se acostumbra a esa vida como se ha acostumbrado a la anterior, aunque yo creo que no pasa un solo día en el que somos muy felices y muy desdichados…

¿Por qué usted no es un genio?

No habría razón para que lo sea, lo que yo escribo son transcripciones de lo que otros han escrito antes…

Pero no porque lo que Usted ha escrito, sino por la forma como está desnudando al ser, al ser argentino; qué está pasando, cómo se ha metido usted a los hechos políticos…

No, no, no me hable de eso…

Pero Usted ha hablado de los militares.

Bueno porque me han llegado noticias tan tristes. Yo sabía que gozaba de cierta impunidad, bueno es que yo podía hablar contra los militares sin que corriese ningún peligro…

Y lo hizo, otra persona no lo hubiera hecho.

Por ética, yo no leí un solo diario en mi vida, las noticias me llegaron indirectamente, pero ciertamente, por ejemplo, fueron a mi casa madres y abuelas de la Plaza de Mayo, quizá sus hijos fueron terroristas y me contaron lo que les sucedió, pero el llanto de estas mujeres es en serio, no son todas actrices, ni histriónicas, eso lo sentí yo, entonces hable…

Borges, Usted me dice que no lee los diarios, pero sin embargo está enterado de todo lo que pasa en la política porque opina sobre todo.

Bueno mis amigos me informan, yo no he leído un diario en mi vida, los diarios yo no los leería, algo que dura un día no puede ser muy importante. Los diarios se llaman diarios, no me da mucha esperanza….

Antes no se metía en política…

No ahora tampoco, no pertenezco a ningún partido…

Sin embargo da duro cuando tiene que opinar.

Si pero por razones éticas, cuando yo era joven comencé siendo comunista en el año 1918, luego no sé porque me hice radical, luego conservador y ahora no pertenezco a ningún partido.

Pero nunca peronista.

Se supone que soy un caballero, una persona decente…

O sea que sigue siendo un acérrimo antiperonista. Yo pensaba por sus declaraciones que había perdonado un poco.

Perdonado no, pero olvidado sí, es que el olvido es el único perdón y la única venganza y castigo también; porque si yo me vengo estoy pensando en el otro, de algún modo soy esclavo del otro, en cambio si me olvido no. Creo que el perdón y la venganza son dos nombres distintos de una misma sustancia que es el olvido y uno se olvida fácilmente de lo malo. En este caso yo pienso que mi madre estuvo presa un año, mi hermano también, un sobrino mío; un año no, un mes estuvieron presos, entonces no pienso en eso, sino en el hecho de haber envilecido este país además de haberlo saqueado.

Usted sabe que hay escritores que cobran por las notas y usted es una persona…

Yo no sé cuánto va a pagarme Usted realmente, yo creo que no, que nada, vamos a computar eso en cero…

La señora Bullrich cobra en dólares

Bueno pero la señora Bullrich es una mujer rica, yo soy un hombre pobre; qué raro, las personas ricas son codiciosas, los pobres no, los pobres son generosos fácilmente. Mi padre me decía que uno hereda con la fortuna las condiciones que han servido para hacer esa fortuna; la gente rica hereda la riqueza y las condiciones de codicia y de avaricia.