El crimen al desnudo: Tráfico de personas

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El tráfico de personas o comúnmente llamada Trata de Blancas es una peligrosa organización de reclutamiento. Cómo operan las agencias de empleo. Facilidades y peligros de un negocio en expansión.

Aunque el movimiento de denuncia ha crecido, nada impide que una de las tres actividades ilícitas más lucrativas en el mundo sea la trata y tráfico de personas, luego del tráfico de drogas y antes del tráfico de armas. Se dice que la trata y tráfico de personas genera una ganancia ilícita sin pérdidas. Es por esto que esta actividad se ha convertido en  un fenómeno que se incrementa día a día. Los datos en Bolivia son escasos. A pesar de luchar contra este mal la Policía Nacional no tiene los medios suficientes para enfrentar el delito de manera adecuada. Se calcula que cada día desaparecen de sus hogares al menos 10 menores de edad comprendidos entre los 7 a 10 años y que luego son vendidos a traficantes que los comercializan en el mercado negro clandestino que opera en varios países de la región, sobre todo en las fronteras con el país.

A este hecho se debe sumar la desaparición de al menos 15 menores durante los primeros 14 días del último mes de junio. De todos ellos, la mayoría de sexo femenino que oscilan entre 13 y 17 años de edad, entre ellas Zarlet Clavijo Martínez (17), Rosmery Patricia Aranda Ticona (14) y Jessica Asmir Trujillo Carpio (17). Son algunas de las desaparecidas. Durante los últimos cinco años hubo un total de 1.000 casos denunciados de trata, de los cuales sólo cinco tratantes fueron sentenciados. En lo que va de la gestión 2012 se han reportado 94 casos en todo el territorio boliviano. La mayor cantidad de casos proceden de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.

Ocurre que Bolivia es principalmente un país de origen donde hombres, mujeres y niños son objeto de trata y tráfico para ser explotados laboral y sexualmente. Los ciudadanos bolivianos son objeto de trata y tráfico principalmente para ser trasladados a Argentina, Brasil, Perú, Chile, España y Estados Unidos, con el fin de realizar trabajos forzados en establecimientos que explotan a los trabajadores, fábricas y en la agricultura. Mujeres jóvenes y niñas bolivianas son objeto de trata y tráfico dentro del país desde áreas rurales hacia las ciudades con fines de explotación sexual comercial. Integrantes de las comunidades indígenas están en riesgo de caer en explotación laboral interna, particularmente en las plantaciones de caña de azúcar y de castaña. Niños bolivianos son objeto de trata internamente para trabajos forzados en la minería, agricultura y como sirvientes domésticos. Algunos informes indican que padres de familia han vendido o alquilado a sus hijos para ser explotados en labores agrícolas en áreas cercanas a la frontera con Perú.

De acuerdo un informe del 2011 en el Primer Foro Internacional sobre Trata y Tráfico de Personas, el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, expuso que más de 15.000 niños salieron del país el 2010 con la supuesta autorización de sus padres. Asimismo, denunció que en el departamento de Potosí el comercio de menores es alarmante pues se pueden comprar o vender niños en 20 y 50 bolivianos. Por esa razón, Bolivia fue incorporada a la Red de Atención a la Trata y Tráfico (RATT) del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y países asociados. La Defensoría del Pueblo dijo que la mayoría de los niños salen por las fronteras de Bermejo, Yacuiba y Villazón con supuestas autorizaciones de sus progenitores, aunque existen muchos otros lugares por el que llevan a infantes y adolescentes sin registro alguno para fines comerciales. “Lamentablemente el Estado no tiene políticas públicas para enfrentar ese hecho”, expresó Villena.

Equivocadamente las autoridades encargadas restan importancia a hechos de trata y tráfico, bajo el justificativo de problemas familiares o de noviazgo,  además de que la Policía Nacional carece de procedimientos efectivos para identificar a las víctimas de trata y tráfico entre los grupos poblacionales vulnerables como son  los delincuentes detenidos, mujeres prostituidas, trabajadores migrantes y trabajadores infantiles. Lo cierto es que cualquier tipo de desaparición es una señal de alerta, ya sea su origen la trata, el tráfico o la violencia al interior de los hogares, de las escuelas o en la comunidad, comenta el Secretario General de las Naciones Unidas.

En el mismo tono demanda la madre de la desaparecida Zarlet Clavijo Martínez, que hoy se ha convertido en la portavoz de muchas familias que viven la infernal incertidumbre de no saber de sus seres queridos. El llamado y el reclamo es al Ejecutivo y a la Policía Nacional “la policía sabe pero no hace nada y no hay voluntad política”, dicen los familiares de las víctimas.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), establece que existen 2.000.000 de victimas por este crimen en el mundo. Por su parte el Departamento de Estado de los Estados Unidos considera que cada año entre 600.000 a 800.000 personas engrosan las listas de victimas de trata de personas. Los números son cada día más altos debido a las millonarias ganancias que supone.

Características y finalidad de la trata y tráfico de personas. La trata de personas es una forma de esclavitud vinculada al comercio de seres humanos, reduciendo a los individuos a objetos  que se transan dentro de redes de tratantes nacionales o internacionales a fin de obtener lucro, sin reparar en métodos para captar víctimas. Algunas  características claves de esta actividad son: el desplazamiento, la privación de libertad y la explotación.

El traslado o desplazamiento de una víctima, puede darse de una región a otra o de un país a otro, basándose en el engaño. Muchas veces con el consentimiento de los familiares de la víctima. La privación de libertad, no necesariamente implica encierro, las víctimas permanecen con el/la traficante en base a condicionamientos; deudas sin poder pagar e inclusive a través de lazos afectivos, sólo en casos extremos se usa la coacción, amenaza o la fuerza para retener a las personas que son encerradas o maltratadas. Por tanto, la violencia psicológica es la más frecuente. Finalmente, como la explotación y el lucro es la finalidad de la trata de personas, puede adquirir formas de explotación sexual, laboral, extracción de órganos y/o servidumbre.

Según estudios internacionales de organismos tales como la OIM, UNICEF, ONU, etc., la trata de personas es sumamente atractiva para las mafias internacionales que trafican con drogas y armas. Esta actividad implica un menor riesgo para estas organizaciones delincuenciales ya que las víctimas cruzan las fronteras sin ser detectadas, lo que no ocurre con las drogas o armas que son más fáciles de detectar. Otra razón, es que los afectados de trata pueden ser víctimas varias veces para explotaciones diversas, lo que no ocurre con la droga o las armas que se venden una sola vez.

En vista del  alarmante incremento de trata y tráfico de personas, en el año 2000 en la ciudad italiana de Palermo, se realizó la Convención de la ONU contra la delincuencia organizada transnacional. Allí se suscribió un acuerdo para la prevención, represión y sanción a la trata de personas, especialmente de mujeres y niños. A partir de entonces, se han adoptado diversas acciones tanto de los Estados Miembros en el mundo, como de organizaciones sociales y de cooperación decididas a luchar contra este delito. Fuentes policiales con las que conversó DATOS señalaron que la lucha contra la trata y tráfico de personas no apunta a delincuentes comunes, por el contrario, quienes están inmersos en el negocio, conforman redes transnacionales que cuentan con importantes recursos económicos y tecnológicos, además de estar provistos de un soporte electrónico impresionante: el internet. “Son organizaciones que cuentan con miembros muy bien preparados, que a su vez tienen una enorme protección, por lo general cambian los métodos para captar personas y reclutarlas”, comenta Walter Arce, representante a cargo de la OIM en Bolivia.

Una seria debilidad en la lucha contra la trata y tráfico de personas es la falta de datos confiables que indiquen la magnitud del problema. De acuerdo a un informe de USAID dicha falencia se percibe en toda Latinoamérica. Bolivia no escapa a esa realidad. A pesar de existir avances en la lucha contra la trata y tráfico de personas que se aplica con la promulgación del Decreto Supremo 28297 de 2005, la conformación del Consejo Nacional contra Tráfico y Trata de Personas, que coordina con 9 ministerios y otras instancias, el país no cuenta con información sistematizada para combatir el delito. Solamente existen datos de casos de trata de personas a nivel del eje troncal y en ninguna circunstancia se retroalimenta la información hacía los otros departamentos, sobre todo aquellos que tienen frontera con países vecinos.

Buena parte del personal de las instancias que atienden este tipo de casos, no está capacitado para diferenciar un caso de tratade personas y/o tráfico, ni evitar re-victimizar a las víctimas; lo cual hace aún más difícil contar con información exacta, actualizada y peor aún, una atención integral adecuada.

A pesar de contar con escasos datos y con personal especializado para combatir este delito, la OEA, OIM y USAID han desarrollado una Investigación estadística sobre la Trata de Personas en las ciudades de La Paz y El Alto. Dicho programa es reconocido por el Ministerio de Justicia, a fin de contribuir en tareas específicas para combatir el delito e identificar algunas variables que determinan el modus operandi de las redes delincuenciales que operan en estos casos.

De acuerdo a datos preliminares de la investigación se afirma que la explotación sexual comercial es una de las formas de mayor incidencia en cuanto a Trata de Personas. El estudio establece que una de cada tres trabajadoras sexuales activas en la ciudad de La Paz y El Alto ha sido o es víctima potencial de la trata y del tráfico de personas. De ese número, el 6% fueron reclutadas mediante una agencia de empleo, que reafirma una estructura de reclutamiento bien organizada. De todas las víctimas de la trata y el tráfico destinadas a la explotación sexual comercial, las menores de edad son las más vulneradas. Ellas carecen de cualquier medio de protección de su salud, en vista de que, por su condición de menores, no pueden registrarse como trabajadoras sexuales y están expuestas a contraer enfermedades transmisibles como ITS o VIH, sin mencionar los niveles de desnutrición a los que se refiere el estudio.

Las principales causas o generadoras de potenciales víctimas de trata y tráfico se resumen en el bajo o inexistente grado de instrucción, el elevado nivel de pobreza, la falta de alternativas ocupacionales y la desintegración familiar y/o la violencia intrafamiliar. Sin embargo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) cada año nacen en Bolivia 255 mil niños. De ese total apenas cuatro de cada 10 logran superar la “carrera de obstáculos” en los primeros 17 años de vida, es decir: sobrevivir el primer año de vida, transitar la infancia sin problemas de desnutrición crónica, concluir la educación primaria, secundaria y no trabajar antes de los 14 años.

En ese sentido y de acuerdo al estudio mencionado,  Bolivia posee todas las condiciones para la proliferación del temible negocio de las redes de prostitución y delincuencia asociados a la falta de oportunidades de la población.