La granja de los animales 14

En el Gobierno se ha decidido no hacer licitaciones para la contratación de obras millonarias y eso ha dado pie a una serie de anomalías. Los más grandes contratos se están haciendo en YPFB. Es una danza millonaria de contratos. Buena parte de estas millonarias adjudicaciones se la confiaron a Nelson Rojas, ahora preso, a quien posiblemente Villegas, no pidió su currículum sino su prontuario. Como en el caso de Santos (asesinato de por medio), nada se habría sabido de este segundo negociado en la planta de Río Grande, si es que Rojas no quedaba inconsciente luego del accidente en una camioneta de YPFB, y cargando una libreta con los números de las cajas de seguridad y de las comisiones que recibía él y Agustín Ugarte.

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Este último ha afirmado que el presidente de YPFB, estaba en conocimiento de todo -lo que resulta lógico-, pues no estamos hablando de la caja chica ni de la compra de café, sino de millones y millones de dólares. Lo curioso además es que Villegas anunció que la firma “coimeadora” seguirá a cargo de la obra. Con la tesis de que “hay que meterle nomás, porque después arreglan los abogados”, YPFB ha hecho un centenar de contrataciones directas, lo que quiere decir y, no es que pensemos mal, porque en cinco casos, desde que Alvarado que ahora funge de Encargado de Negocios en Venezuela, hasta el último descubrimiento, donde se hurga un poco hay una comisión multimillonaria. La hermana de uno de los implicados es representante de la compañía argentina Astra, que se ha adjudicado la misma obra con la que cayó Santos Ramírez. Desde la cárcel, Santos se deberá estar preguntando por qué se duplicado el precio de la obra.

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Lo mismo sucede con el teleférico de La Paz asignada directamente por US $234 millones, cuando la misma obra hace 10 años costaba 90% menos. Lo grave además, es que se ha contratado un teleférico de tipo turístico y no de transporte masivo, lo que significa que podrá trasladar apenas 6.000 pasajeros hora/línea, (el 6% de la demanda de viajes), que alcanza a 1,7 millones de viajes al día, entre La Paz y El Alto.

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Hemos llegado al colmo de lo que los españoles llaman “gillipolleses”, con la declaración del Canciller, en torno al 21 de diciembre, donde según él, automáticamente se acaba en esa fecha la época de “macha”, y con ella, el egoísmo, y sobre todo, el capitalismo y la Coca Cola, (que ahora domina en el mundo entero), y empieza la era de “pacha”, o sea el amor, el comunitarismo y el mokochinchi, (no importa que éste refresco cueste el doble de la Coca Cola y que se haga de la k’isa de durazno, traída por los españoles. Por supuesto que las Cancillerías (sobre todo la chilena), toman buena nota de estas declaraciones para saber con quién deben tratar y en qué medida los declarantes pueden afectar a sus intereses. Y claro, en este caso, se dan cuenta que tendrían que acudir a una casa de orates, para entender éstos lenguajes crípticos, aprendidos en noches de luna llena (en las que según otra declaración del canciller a la televisión venezolana), el pelo crece con abundancia.

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Innecesaria muestra de crueldad hacía los padres y madres que confrontan de pronto el drama de la desaparición de sus hijas, en plena vía pública, fue la que hizo el vicepresidente acusando a los medios de una forma de “histeritis”, como si tal problema no existiera o fuera absolutamente secundario, (150 casos en julio). Es cierto que el alto funcionario no tiene hijos, y quizá no se da cuenta del terrible dolor que sufren los padres ante la desaparición o muerte de sus retoños. Pero a sus 50 años y en vísperas de casarse, podría haber dado una manifestación de humanidad ante esos millares de marchistas, que hicieron conocer a los paceños, su dolor y su protesta por las continuas desapariciones.

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Muchos casos de lambisconería como el del fiscal general Mario Uribe, amenazando con juicio al funcionario del Estado que otorgue salvoconducto al senador Roger Pinto, ¿y qué tal, si Bolivia y Brasil se ponen finalmente de acuerdo y Pinto aparece en el país vecino, cómo es lo lógico y civilizado que suceda? ¿Será que el fiscal lleve a la cárcel al canciller  Choquehuanca?  En todo caso, su llunquerío no le ha servido de nada, porque la Asamblea ya ha anunciado su destitución y el nombramiento de uno nuevo fiscal.