“Los alumnos que dan clases de Música tienen mejores resultados en otras asignaturas, especialmente en Lengua y Matemáticas”. La frase es de la consellera valenciana de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, la popular María José Català, que esta mañana ha defendido el papel que juegan las enseñanzas artísticas en el conjunto del sistema educativo.
Durante un desayuno informativo en Madrid organizado por la Confederación de Padres de Alumnos (Cofapa), la responsable valenciana de Educación ha afirmado que la Música puede ser “una herramienta potente para combatir el fracaso escolar”.
“Para nuestros escolares, el contacto con la música es algo muy especial”, ha afirmado, y ha explicado que, en la Evaluación Diagnóstica que se realizó el año pasado en su comunidad autónoma a 85.000 alumnos de los curso de 4º de Primaria y 2º de la ESO, los niños que seguían estudios musicales extraescolares sacaron mejores notas en las demás asignaturas, sobre todo en Lengua y Matemáticas.
Éste es un momento especialmente decisivo para estas enseñanzas. La premisa del Ministerio de Educación español es que hay que reforzar primero las asignaturas instrumentales (Lengua, Matemáticas, Ciencias e Inglés) y dejar que cada comunidad autónoma o cada centro decida qué importancia concede al resto de las materias.
En el borrador del anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora Educativa (Lomce) que está a punto de cerrar el Gobierno español, sí está presente la asignatura de la Música, pero dentro del grupo de asignaturas “de especialidad”, que se pueden impartir o no en función de los intereses particulares de cada centro o de cada gobierno autonómico.
Enseñanzas relegadas
Las asociaciones de educación musical han denunciado que la Ley Orgánica para la Mejora Educativa relega estas enseñanzas específicas, a pesar de que un informe de la UNESCO dice que los países de la OCDE que obtienen buenos resultados en el informe Pisa parecen coincidir con los que tienen mejores programas educativos en artes, entre los que la Música tiene un papel esencial.
En esta línea se ha encargado un estudio específico a la Universidad Valenciana, por parte de la Generalitat Valenciana: elProyecto Amure, para corroborar lo que ya han apuntado sus pruebas de diagnóstico.
El trabajo consiste en que han dividido en dos grupos a los alumnos de dos colegios públicos en riesgo de exclusión social y han puesto a unos a estudiar Música y a otros no. A final de curso tendrán los resultados.
“El objetivo es que nos corrobore la correlación existente entre el alumnado que cursa enseñanzas de Música y los resultados académicos de determinadas áreas instrumentales, como Lengua y Matemáticas”, ha explicado a ELMUNDO.es el secretario autonómico de Educación, Rafael Carbonell.
En cualquier caso, la intención de la Consejería de la Educación valenciana es que la Música no pierda peso con la Ley Orgánica para la Mejora Educativa y aprovechar ese margen de autonomía que le concede la ley para que la asignatura siga estando de forma fija en el currículo escolar, según ha manifestado a este diario la propia consejera.
Prácticas contra el fracaso escolar
Durante el desayuno informativo, Catalá ha citado otras prácticas que se siguen en su comunidad autónoma para combatir el fracaso escolar. Por ejemplo, hay un proyecto piloto en Navarrés (Valencia) por el que a los alumnos absentistas se les pone a hacer trabajo social cuidando ancianos.
Catalá también está en negociaciones con las patronales para crear convenios individuales con las empresas con el fin de que éstas accedan a dar permisos laborales especiales a sus empleados para que puedan asistir a las tutorías con los profesores de sus hijos.
Elmundo.es
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