ABC.- Una bola de fuego muy brillante cruzó el cielo del centro de la península la noche del pasado sábado. El bólido impactó contra la atmósfera a gran velocidad, 75.000 km/h, y estalló con un fogonazo realmente impresionante. Durante algunos segundos la noche se convirtió en día, según afirman algunos testigos. Al parecer, se trata de un fragmento de hielo y roca procedente de un cometa aún por determinar. Los expertos descartan que puedan recogerse meteoritos.
El fenómeno se produjo a las 23.45 hora pensinsular española, cuando el superbólido entró sobre la vertical de la localidad de Villamuela, en la provincia de Toledo. Se inició a 100 km de altura y avanzó hacia Madrid. Se desintegró sobre Serranillos del Valle. «Los testimonios de testigos que estaban en esa zona dicen que fue impresionante, muy brillante», asegura José Mª Madiedo, profesor titular de la Universidad de Huelva y miembro de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoros. Cámaras de alta sensibilidad de esta red que controlan el cielo nocturno instaladas en Huelva, Sevilla, Granada y Murcia también lo registraron y dieron aviso automático. «Estos bólidos son totalmente inesperados y cuando ocurren te dejan con la boca abierta», afirma Madiedo. La grabación realizada desde el Observatorio Astronómico de La Hita (Toledo) que se puede ver sobre estas líneas no deja lugar a dudas.
El tamaño del fragmento todavía está por analizar, pero el científico cree que se encuentra entre los 100 y 500 kilos. Estalló a 70 km de altura y, por la altura y composición -hielo y roca- se destruyó completamente. «Solo habría podido llegar algo si hubiera estallado a 20 km sobre el suelo, y muy difícilmente», apunta el especialista.
El meteorito de Rusia
Según Madiedo (representante de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoros) en España «fenómenos como este ocurren una o dos veces al año como mucho, aunque hay años en los que no se registra ninguno». El 13 de julio de 2012 se observó sobre Madrid otro bólido aún más brillante, de 2 toneladas de masa, que también convirtió la noche en día provocó incluso un sonido como el de un avión que rompe la barrera del sonido. «Mucha gente cree que estos fenómenos ocurren ahora con más frecuencia que antes, pero no es cierto, es solo que la opinión pública está más sensibilizada por casos que son casuales», señala.
Madiedo desvincula este bólido con el del año pasado de Madrid y añade que, por supuesto, tampoco tiene nada que ver con el de Rusia, que dejó un millar de heridos el pasado febrero. Pero el caso ha llamado la atención desde ese punto del mundo y la televisión rusa ha solicitado las imágenes del nuevo bólido madrileño para emitirlas.
Desde el Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) se analizará detalladamente el espectro de emisión del bólido para conocer en más detalle su composición química, informa el astrofísico Josep Mª Trigo.