Nancy Dupree y su idilio por el patrimonio afgano

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Foto: Nancy Dupre

EFE | El Universal

Nancy Dupree, de 86 años, comenzó su idilio con Afganistán en 1962

La estadounidense Nancy Dupree, de 86 años, dedica su vida a salvar y rescatar el patrimonio cultural de Afganistán mientras las fuerzas de la OTAN prosiguen su retirada gradual de un país que continúa inmerso en la violencia.

El idilio de Nancy con Afganistán comenzó en 1962, cuando llegó a al país como turista, y se ha prolongado hasta hoy, desde su responsabilidad al frente del Museo de Kabul, que trata de recuperar el acervo cultural afgano tras tres décadas de guerra.

“Una visita a la provincia de Bamiyán en mi primer viaje a Afganistán despertó en mí un emocional deseo de trabajar por este país” , dijo a Efe Nancy.

Esa provincia del centro del país asiático acoge numerosos vestigios arqueológicos, especialmente budistas, y saltó a la fama en 2001, año en que los talibanes destruyeron dos estatuas gigantes de Buda.

La belleza de esa región llevó a la estadounidense a escribir una guía de viajes sobre ella y en su misión conoció al arqueólogo estadounidense Louis Dupree, con quien se casaría en 1966 en segundas nupcias y con quien compartiría su pasión por Afganistán.

Nancy escribió guías sobre las provincias de Herat y Balj, y sobre la capital, hoy convertida en una obra clásica acerca de un Kabul con clubs de jazz y minifaldas que parece tan lejano como las antiguas estatuas budistas.

“Una ciudad en rápido crecimiento con edificios modernos que se elevan sobre bulliciosos mercados y amplias avenidas con hombres vestidos con turbantes elegantes y chicas con minifaldas” , según la descripción que hace de Kabul en unas de sus guías.

Mientras escribía sus libros, Nancy acompañaba a su marido en su trabajo arqueológico, con viajes por todo el país asiático.

“Hacíamos excavaciones para buscar restos prehistóricos y cuando los encontrábamos los cedíamos al Museo de Kabul, sobre el que también escribí un libro” , explicó la estadounidense, que nació en la India en 1927.

El matrimonio descubrió una de las piezas de arte más antiguas de la región: una cabeza de piedra caliza con varios miles de años de antigüedad.

Pero las excavaciones y los libros llegaron a su fin en 1978, año en que el régimen comunista se hizo con el poder en Kabul y acusó a Louis de trabajar para la CIA, la agencia de espionaje de Estados Unidos.

A pesar de sus años de esfuerzo dedicados a la recuperación del patrimonio afgano, el matrimonio se vio forzado a cruzar la frontera al vecino Pakistán, donde se asentaron en la ciudad noroccidental de Pesháwar.

Mientras se desarrollaba la guerra entre las tropas soviéticas y los guerrilleros afganos, Louis comenzó a reunir un archivo de la historia de Afganistán y Nancy trabajó en campos de refugiados de afganos que huían a Pakistán.

En esta ciudad conocieron a Osama bin Laden, un hombre “tranquilo y tímido” , según ha declarado la estadounidense en varias ocasiones.

En 1989, año en que los soviéticos abandonaron derrotados Afganistán y estallaba una guerra civil entre los diferentes señores de la guerra afganos, Louis fallecía de un cáncer en Estados Unidos.

Durante la lucha fratricida entre varios grupos de muyahidines por el control del país asiático, Nancy viajó varias veces a Kabul, donde encontró una ciudad que nada tenía que ver con la que conoció en el pasado.

También descubrió que el Museo de Kabul sobre el que había escrito, y al que ella y su marido habían cedido piezas arqueológicas, había sido saqueado y el edificio destruido por los bombardeos.

Con más de 70 años, Nancy decidió recuperar la antigua gloria del museo y salvar el patrimonio cultural que albergaba para lo que fundó la Sociedad para la Preservación del Patrimonio Cultural de Afganistán en 1994.

Durante el Gobierno de los talibanes, que llegaron al poder en 1996 y fueron derrocados por Estados Unidos en 2001, Nancy viajó varias veces a Kabul, donde entabló amistad con algunos líderes de los islamistas para salvar lo que quedaba de la historia afgana.

En 2002, tras la caída de los talibanes, se estableció de nuevo en Kabul y tres años más tarde comenzó a trasladar el archivo de patrimonio cultural de su marido de Pakistán a un nuevo museo de historia alojado en la Universidad de Kabul.

Hoy el Museo de Kabul cuenta con ocho mil artículos y documentos, y la incógnita se centra en su preservación una vez que se retiren las tropas de la OTAN aunque Nancy planea seguir salvaguardando el patrimonio del que se ha convertido en su país de adopción.

“Pese a las malas condiciones de seguridad, mi misión es salvar la historia de Afganistán” , dice.

 

Fuente: EFE | El Universal