Pinturas rupestres revelan una visión del Cosmos de hace 6.000 años

0
477
Foto: U. TENNESSEE

ABC.es

 

Un equipo de investigadores de la Universidad de Tennessee en Knoxville ha descubierto en los montes Apalaches unas antiquísimas pinturas rupestres de unos 6.000 años de antigüedad. Los científicos creen que estos dibujos, de los que aún pueden aparecer muchos más, están colocados estratégicamente para revelar un rompecabezas cosmológico, la visión que los pueblos de la época tenían el mundo y el cielo.

La investigación, liderada por Jan Simek, profesor de ciencia en Knosville, se publica en la revista Antiquity. Los científicos proponen que el arte rupestre cambió el paisaje natural para reflejar su mundo conceptual.

Simek y su equipo analizaron 44 sitios de arte rupestre al aire libre y 50 cuevas también con pinturas en la Meseta de Cumberland utilizando herramientas no destructivas, de alta tecnología, como un escáner láser de alta resolución. A través del análisis de las representaciones, los colores y la organización espacial, descubrieron que los sitios imitaban los principios cosmológicos de los nativos del sudeste. «Las divisiones cosmológicas del universo fueron asignadas en el paisaje físico usando el relieve de la Meseta de Cumberland como un lienzo topográfico», explica el antropólogo.

El «mundo superior» incluye los cuerpos celestes y las fuerzas climáticas personificados en personajes míticos que ejercen influencia sobre la situación humana. Sobre todo los sitios de arte al aire libre ubicados en elevaciones altas tocadas por el sol y las estrellas tienen estas imágenes. Muchas están dibujadas en el color rojo, que se asociaba con la vida.

El «mundo intermedio» representa el mundo natural. Contiene imágenes de algunas personas, plantas y animales, algunas expuestas en las paredes de las cavernas y otras al aire libre.

El «mundo inferior» se caracteriza por la oscuridad y el peligro, y se asocia con la muerte, la transformación y la renovación. Estas pinturas se encuentran principalmente en cuevas, donde hay personajes de otro mundo, serpientes y perros sobrenaturales que acompañaban a los seres humanos muertos en el camino de las almas. La inclusión de criaturas como las aves y los peces que podrían atravesar las tres capas, representa la creencia de que los límites eran permeables. Muchas de estas imágenes se representan en el color negro, asociado con la muerte.

«Este universo en capas era el escenario de una serie de actores que incluían héroes, monstruos y criaturas que podían cruzar entre los niveles», explica Simek. Curiosamente, las armas rara vez se representaban.

El investigador cree que lo más impresionante de estos descubrimientos es la escala de las representaciones, teniendo en cuenta que la meseta de Cumberland era un lugar sagrado, que abarca cientos de kilómetros, en la que los sitios individuales eran solo partes de un todo conceptual más grande.