La Fiesta. Corruptos virtuosos. Una historia de Satángeles, de Pedro Basaure
El autor volcó todo un background emocional y técnico en la pirotecnia de una historia de ficción que encontró un menú de gran calidad narrativa. Pedro Basaure Forgues es una especie de Augusto Céspedes del siglo XXI. “La Fiesta, corruptos virtuosos. Una historia de Satángeles”, es el título de su primera obra de ficción que trasciende fácilmente el exquisito gusto por la literatura que, en este caso, supera la imaginación. El trazo de la obra es melodioso y único. En sus más de 600 páginas se despliega una fábrica de escenas que atrapan al lector en sucesivos vaivenes. Con diferencias melodramáticas, pinta con rigurosa objetividad el comportamiento oportunista de una clase política que se vale de la fragilidad de las estructuras del Estado para conseguir beneficios personales.
Desde ese riguroso punto de vista, la obra se enriquece con los conocimientos de cabecera del autor. Pedro Basaure ha publicado varios libros enumerados y dirigidos al orden de las finanzas, sobre comercio exterior y banca. En este nuevo ejercicio “La Fiesta, corruptos virtuosos. Una historia de Satángeles”; en las antípodas, es el sumun lucrativo de una visión plagada de antecedentes de sus anteriores obras. Si los números fríos no dan lugar a la narrativa, el autor encuentra un espacio integral para descifrar con cálculo matemático el comportamiento factual de un grupo de hombres y mujeres que apenas llegando al poder político inclinan sus orbitas descomunales para cometer corrupción que los enorgullece y, así están convencidos que salvándose ellos mismos consiguen la salvación de los demás. El autor narra con naturalidad sorprendente en qué consiste esta lacra. Episodios, sucesos, encuentros y furtivas reuniones con diálogos amenos y bien preparados.
Pedro Basaure Forgues no tiene freno, ha encontrado un aliado a su frenética simulación de la realidad que en su narración no puede fingir y expulsa fuego que prende. Detalla con enorme docilidad literaria y se vale de su conocimiento universal, para pulverizar a un enemigo enquistado en el corazón de cualquier puesto: el corrupto. Las ricas frases de las sagradas escrituras son un aliado, así como los bien redactados briefing´s que se ajustan con extremada grandilocuencia a la necesidad que el funcionario público tiene para desorientar; para hacer creer que detrás de todo documento bien redactado hay un proyecto impecable. La obra devela sin eufemismos el pensamiento de una clase supuestamente exculpada de pecados; por la necesidad asombrosa de autosatisfacción. “La Fiesta, corruptos virtuosos. Una historia de Satángeles”, es un libro integral y atemporal que no se ubica sino que ubica. Hace fácil la comprensión de los enjuagues, las maquinaciones políticas que suceden encadenadas ayer y que con la misma atemporalidad están sucediendo ahora.