Campaña mundial por la liberación de las niñas rehenes en Nigeria
Políticos y personalidades de todo el mundo mostraron solidaridad con las estudiantes capturadas para ser vendidas como esclavas sexuales. El presidente Jonathan afirmó que “el secuestro de estas niñas será el principio del fin del terrorismo en Nigeria”.
El gobierno argentino exigió ayer la liberación de las más de 200 niñas secuestradas en Nigeria, y condenó los actos de violencia y las matanzas llevadas a cabo por el grupo radical islámico Boko Haram. “El Gobierno y el pueblo argentinos manifiestan su condena a los recientes atentados terroristas perpetrados por el grupo Boko Haram en Nigeria, que tuvieron como resultado la muerte indiscriminada y el secuestro de ciudadanos en dicho país”, señaló la Cancillería en un comunicado. La administración de Cristina Kirchner expresó “su solidaridad con el pueblo y el Gobierno nigerianos, en particular con los familiares de las víctimas” y pidió “la pronta liberación de las menores secuestradas por una banda de fanáticos fundamentalistas”.
De esta forma, Argentina se sumó a otros países y personalidades destacadas que se pronunciaron en contra del secuestro en Nigeria. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su mujer, Michelle, iniciaron la campaña para exigir la pronta liberación de las más de 200 niñas nigerianas, que serán vendidas como esclavas sexuales, según afirmó el grupo fundamentalista islámico en un video. La primera dama norteamericana difundió una foto suya con un cartel que decía “Bring Back Our Girls” (“Devuelvan a nuestras chicas”). De hecho, Washington ofreció usar aviones no tripulados para localizar a las niñas. El embajador estadounidense en Nigeria, James Entwistle, quien mantiene conversaciones con las autoridades nigerianas sobre los medios que se emplearán para intentar liberar a las menores, entre ellos el uso de “drones”, informó que militares y expertos estadounidenses llegarán “pronto” al país africano. Las jóvenes de entre 16 y 18 años que se encontraban en un internado en Chibok, en el noreste del Estado nigeriano de Borno, fueron capturadas por unos 200 militantes armados el 14 de abril.
Por su parte, el presidente nigeriano, quien participa en el Foro Económico Mundial de Africa que se celebra desde el miércoles en la ciudad capitalina Abuya, lanzó amenazas a Boko Haram. “Creo que el secuestro de estas niñas será el principio del fin del terrorismo en Nigeria”, afirmó Jonathan. Asimismo, manifestó su agradecimiento a los “líderes mundiales” que han decidido asistir al foro “en un momento en el que nuestro país afronta ataques terroristas”.
“Si ustedes se hubieran negado a venir, los terroristas lo habrían celebrado y habrían provocado más caos”, agregó el mandatario, que el pasado fin de semana admitió desconocer el paradero de las menores. Además de Estados Unidos, otros países como China, Francia y el Reino Unido ofrecieron apoyo a Nigeria para liberar a las menores, mientras se intensifica la campaña mundial en favor del rescate. Las familias de las niñas secuestradas criticaron fuertemente al presidente Jonathan y a su administración por su incapacidad de encontrar a sus hijas.
En tanto, Francia anunció ayer que colaborará con Nigeria. “Vamos a prestar nuestra asistencia” y “vamos a poner los medios necesarios”, aseguró el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, quien alegando razones de seguridad y eficacia no quiso dar precisiones sobre en qué consistirá la ayuda. Explicó que él está en contacto con el ministro nigeriano de Defensa, y que el miércoles el presidente francés, François Hollande, habló con Jonathan.
El ministro consideró un “horror” lo hecho por Boko Haram y recordó que este grupo mantuvo el año pasado como rehenes durante dos meses a siete miembros de una familia francesa y luego a un sacerdote católico durante más de un mes y medio. Todos ellos fueron liberados por sus captores. La policía nigeriana ofreció 300.000 dólares de recompensa para quien ayude a localizar y rescatar a las estudiantes.
Boko Haram, que significa en lenguas locales “la educación occidental es pecado”, lucha por imponer la sharia (ley islámica) en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur. Desde que la policía acabó en 2009 con el líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ya causó más de 3000 muertos. Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de Africa, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.
A la campaña mediática para liberar a las niñas se sumó la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que escribió en la red social Twitter: “El acceso a la educación es un derecho básico y una razón inaceptable para acosar a niñas inocentes. Tenemos que enfrentar el terrorismo”. A Clinton se le unieron figuras del espectáculo como el rapero Chris Brown, Madonna y Angelina Jolie, y activistas como la paquistaní Malala Yousafzai. Víctima de grupos armados que le dispararon cuando salía del colegio en 2012, Malala se fotografió con el mismo mensaje que Michelle Obama y llamó al mundo a “romper el silencio”. “Si nos mantenemos en silencio entonces esto (el secuestro) se extenderá, y acabará pasando más y más veces”, señaló Malala, quien desde que le dispararon vive en Inglaterra.