Especialistas: separadoras de YPFB no son industrialización

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A pocas horas de que el presidente Evo Morales inaugure este jueves el sexto congreso YPFB-Gas y Petróleo, la petrolera estatal destaca sus esfuerzos por concretar la industrialización de los hidrocarburos, pendiente, con el nuevo gobierno, desde el 2008.

Sin embargo, especialistas del sector impugnan buena parte de los logros que se atribuye YPFB, entre ellos el criterio rentista que se impone a la política petrolera y que ha derivado en una intensiva explotación y monetización de las disminuidas reservas hidrocarburíferas, a fin de aumentar los ingresos estatales destinados sobre todo al gasto corriente de la burocracia estatal y en menor medida a bonos sociales e inversión.

Célica Hernández y Juan Carlos Guzmán, de la fundación católica Jubileo y del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), respectivamente, señalan que incluso la segunda separadora de líquidos “Gran Chaco”, a entregarse este 2014 en Yacuiba, Tarija, no ingresa en la categoría de industrialización.

“Es simplemente eso: una separadora”, dijo  Hernández, mientras Guzmán sostuvo que incluso la obtención de gas natural licuado (proyecto GNL), es una fase preindustrial, es decir, un inicio de la cadena de industrialización.

Guzmán calificó positivamente la paulatina puesta en marcha de las separadoras (la de “Río Grande, Santa Cruz, ya en operación) aunque lamentó su retraso de siete años y el aumento de su costo desde el 2008, en que la corrupción en YPFB detuvo el proyecto inicial, cuyo precio bordeaba la mitad de lo actualmente desembolsado.

Al evento internacional asistirán importantes ejecutivos y expertos de transnacionales petroleras y empresas estatales de diversos países.

Será clausurado este viernes 16 por el ministro de Energía, Juan José Sosa y el presidente de YPFB, Carlos Villegas, quienes expondrán la política boliviana de hidrocarburos, que incluye anunciados “incentivos” económicos, ambientales, culturales y sociales a ser probablemente incorporados en una nueva Ley de Hidrocarburos, para atraer una inversión privada externa que aumente las reservas a fin de cumplir los compromisos de exportación.

Dos de los invitados más importantes, los ejecutivos de Petrobras y YPF-Argentina, tocarán puntos concernientes al mercado regional y al segmento que correspondería a Bolivia, incluidos los recursos no convencionales como el shale gas o gas de esquisto, mientras que otros se referirán al cambio de matriz energética para sustituir, con abundante gas natural o licuado, las necesidades más comunes de las economías contemporáneas.

Logros y cuestionamientos

La estatal petrolera boliviana tiene previsto inaugurar el próximo año su primer logro industrializador, la planta de amoniaco y úrea en el Chapare, Cochabamba.

El 2018 estrenaría una planta de propileno y polipropileno, y el 2022 una planta de etileno y polietileno.

Sus autoridades relievaron este último fin de semana los resultados de la nacionalización de los hidrocarburos el 2006, generando desde entonces al 2013 una renta petrolera de 22.000 millones de dólares.

“Por el momento, como monto global de 2007-2013, las empresas privadas por costos recuperables y por utilidades han obtenido 3.500 millones de dólares”, dijo Villegas al comenzar el año y presentar su plan de inversiones 2014.

Entre 2007-2012 YPFB informó haber aportado 437,3 millones de bolivianos para el pago del bono escolar “Juancito Pinto”, equivalentes a 10 millones de dólares anuales, totalizando 62 millones en casi seis años.

Villegas reconoció  que la exploración es el principal tema pendiente  de la Corporación, debido a que, según él,  los pueblos indígenas presionan para ser consultados a fin de obtener recursos económicos. En tanto, las reservas gasíferas se han reducido a poco más de 9.9 TCF (trillones de pies cúbicos).

Pese al desarrollo de un “nuevo ciclo exploratorio”, la Corporación perforó cuatro pozos exploratorios el 2012 y once el 2013, programando 22 para este año, frente a los 131 que por ejemplo realizó Colombia en un solo año, el 2012.

Al celebrar en mayo el octavo aniversario de la nacionalización, la estatal remarcó que junto a las operadoras privadas invirtió 7.071 millones de dólares, correspondiendo casi 3.000 a las transnacionales encabezadas por Petrobras, Repsol, Total y BG.

Pero  tan sólo en los últimos cuatro años (2010-2013) YPFB ejecutó sólo 5.503 millones de dólares de un total programado de 7.522 millones en inversiones, con un saldo no ejecutado, acumulado, de 2.019 millones.

Por el mismo rumbo, al cierre de la gestión 2013 no ejecutó 4.000 millones de dólares de su presupuesto general asignado de 14.230 millones, de acuerdo al SIGMA gubernamental al 31 de diciembre pasado.

YPFB destacó también que la producción de gas natural se duplicó, alcanzando un promedio de 64 millones de metros cúbicos por día.

De ese volumen, más de un 80% se van a los mercados de exportación, mientras, según estudios del CEDLA, tres millones de ciudadanos bolivianos, sobre todo de tierras bajas, sigue cocinando con bosta y leña, aunque el país ha logrado excedentes para exportar gas licuado de petróleo a Paraguay y Perú.

El Congreso  de YPFB se desarrollará bajo el lema “Las empresas estatales y el nuevo escenario de la industria del gas”. Su presidente, Villegas, resaltó dos temas: posicionamiento de las Empresas Petroleras Estatales (NOC’s) y la actualidad de la industria del gas natural en la región y el mundo.