Irresolución de tema del mar por deciciones bolivianas de último momento

Mariano Fernández fue canciller en la primera gestión de Michelle Bachelet. Tiene un especial aprecio por Bolivia porque sus nietos nacieron en Santa Cruz. Revela por qué no se pudo resolver el tema marítimo y congela su opinión de dar a Bolivia una salida soberana al mar

¿Cómo analiza la actual relación entre Bolivia y Chile?

Durante muchos años hemos tenido una cooperación con Bolivia con el objeto de encontrar de una vez el perfeccionamiento del interés boliviano de una salida al mar para que ese acuerdo sea satisfactorio para Chile. Hemos trabajado durante mucho tiempo; personalmente fui el impulsor del último programa entre ambos países, que es la agenda de los 13 puntos firmada en 2006. Ahora, durante el Gobierno de Sebastián Piñera, cambió la relación por ambas partes y Bolivia presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que, naturalmente, enfría la relación.

¿Esa defensa de derechos implica declarar la incompetencia de la CIJ?

En este momento hay gente que opina de que la CIJ no tiene competencia para tratar un asunto que está resuelto en un tratado previo, que es el de 1904, y tengo la impresión de que es una opinión dominante. Toda opinión la toma el Gobierno para ver en qué momento presenta esta objeción.

Entonces, ¿esta corriente de declarar la incompetencia va camino a concretarse?

La objeción de competencia puede ser presentada como una excepción preliminar 90 días después de presentada la demanda o puede hacerse en el contenido de la contramemoria; en mi criterio, se tiene que presentar la objeción en la contramemoria, pero otras personas piensan que debería plantearse inmediatamente, pero eso lo resolverá el Gobierno.

En su gestión, ¿qué tan cerca se llegó para resolver el tema marítimo?

Lo que pasa es que esto es una historia muy larga. Trabajé este tema con el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y llegamos a acuerdos y, finalmente, había medidas adicionales que pedía Bolivia y, por lo tanto, era muy difícil avanzar. No vamos a resolver el problema como Bolivia lo plantea, si es que Chile no sale beneficiado, es muy difícil obtener un acuerdo que solo beneficie a una sola parte. Ahora, al ir Bolivia a un tribunal está colocando un camino diferente.

¿Y los avances en la gestión de Evo Morales?

Siempre estuvimos avanzando, probablemente no se llegó a una cosa definitiva, pero siempre hubo colaboración.

Es decir, ¿el tema estuvo a punto de resolverse?

Creo que hay un error boliviano, ya que señala que Chile hizo ofertas y que fracasaron por irresponsabilidad chilena; yo le puedo garantizar que hubo cosas interesantes, pero fracasaron por decisiones bolivianas de último minuto.

¿Qué decisiones?

Prefiero no ahondar mucho porque el tema está en tribunales, entonces todos estos elementos se entremezclan en los escritos oficiales. Pero sí se pudo demostrar que en muchas oportunidades los pedidos bolivianos eran de último minuto, cambios que impidieron avanzar en algunos acuerdos.

¿El concepto de soberanía fue el obstáculo?

Para llegar al tema de soberanía hay que tener una cooperación muy estrecha de integración en temas económicos y políticos, pero si no hay relaciones diplomáticas, si permanentemente estamos retrocediendo a pesar de los esfuerzos que se hacen, entonces es muy difícil hablar de soberanía.

Hace tres años expresó su acuerdo a que Bolivia tenga una salida soberana al mar, ¿mantiene esa percepción?

No voy a negarlo. Lo que pasa ahora es que solicitar (soberanía) mediante un tribunal congela las opiniones. Yo se lo dije a usted, y no lo niego. Acá hay muchos chilenos que quieren una salida al mar para Bolivia, pero hagámoslo de una manera que sea satisfactorio para Chile, pero demandados ante un tribunal hay que guardar la opinión para otro tiempo.

¿La satisfacción para Chile va por un canje territorial o por la adquisición de gas boliviano?

Mire, no estoy en condiciones de contestarle esa pregunta, porque como hay un recurso judicial todo lo que se dice en estos días se puede utilizar en la Corte, por eso prefiero no comprometer a mi país. Le ruego me comprenda, pero lo único que le digo es que si hay una solución satisfactoria para Bolivia, como condición debe haber también una solución satisfactoria para Chile.

¿Cómo evalúa el contenido de la demanda boliviana?

Es una petición muy sui generis, pide al tribunal que declare que Chile tiene que negociar algo que no es que esté negociado, sino que ya está resuelto, por lo tanto es contradictorio con el carácter mismo de una negociación