Un estudio revela que cuando las madres embarazadas se inquietan los bebés tienden a tocarse la cara con la mano izquierda.
Los bebés también se estresan antes de nacer. Las futuras mamás pueden transmitirle esta inquietud al feto y la manera que tienen de expresarlo es moviendo su manita izquierda hacia la cara, de acuerdo a un nuevo estudio. Solo hay que ver la tierna foto que ilustra la investigación y que muestra a un bebé con el puño sobre la boca en un gesto que parece de preocupación.
Investigadores de las universidades de Durham y Lancaster aseguran que sus conclusiones, publicadas en la revista «Laterality: Asymmetries of Body, Brain and Cognition», son un indicador de que el estrés materno puede tener un efecto temporal en el feto, por lo que sería recomendable intentar evitarlo, en la medida de lo posible, durante el embarazo.
Para llevar a cabo el estudio, se utilizaron ecografías en 4D, mediante las que se pudo observar a 15 bebés y grabar 342 momentos en los que se tocaban la cara.
Las imágenes se tomaron en cuatro etapas diferentes, entre la semana 24 y la 36 de gestación. También se preguntó a las madres cuánto estrés habían experimentado en las semanas transcurridas entre las ecografías. Los investigadores descubrieron que cuanto más estrés había sufrido la madre, mayor era la frecuencia con la que el feto se tocaba la cara con su mano izquierda.
Como la mayoría de la población es diestra, los autores del estudio pensaron que este patrón se repetiría en los fetos. El alto porcentaje de movimiento con la mano izquierda, observado en madres que aseguraron sufrir estrés, les llevaron a concluir que el estrés materno tiene un efecto en el comportamiento lateral de los bebés estudiados.
«Nuestros hallazgos sugieren que las futuras madres deberían frenar su trabajo estresante antes, apuntarse a clases de relajación prenatal e involucrar a toda la familia en el periodo prenatal», señala la doctora Nadja Reissland, del departamento de Psicología de la Universidad de Durham y autora principal del estudio.
La investigadora ha querido aclarar que el hecho de que los fetos de madres estresadas muevan su mano izquierda no quiere decir que vayan a ser zurdos cuando nazcan. «Lo que dice nuestro estudio es que los fetos pueden detectar el estrés de su madre y que lo expresan así», apunta.
Investigaciones previas ya habían demostrado que el estrés durante el embarazo podía incrementar los niveles de cortisol – la hormona del estrés- en las madres, lo que podría alterar la preferencia por el lado izquierdo o derecho de los fetos. Serán necesarios estudios posteriores para determinar el nivel de cortisol en los bebés antes de nacer y hasta qué punto influye en su desarrollo posterior.