América Latina cierra filas en torno a Palestina
Bogotá, 30 jul (EFE).- Bolivia se sumó hoy al rechazo de la mayoría de Gobiernos latinoamericanos a la ofensiva de Israel en Gaza al anunciar que exigirá visado a los israelíes, mientras Venezuela informó que enviará ayuda humanitaria a los gazatíes, luego de pedidos infructuosos para que termine la violencia.
La mayoría de países de Latinoamérica ha condenado la ofensiva y cinco de ellos -Chile, Perú, El Salvador, Brasil y Ecuador-, retiraron, además, a sus embajadores en Israel, que el 8 de julio inició una operación en Gaza para “derrocar” al régimen del movimiento islamista Hamás y que ha dejado 1.300 palestinos muertos.
Frente a ello, el presidente Evo Morales anunció hoy que Bolivia exigirá visado a los ciudadanos de Israel, al que llamó “Estado terrorista”; mientras Venezuela dijo que enviará ayuda humanitaria como gesto de solidaridad con quienes están siendo “masacrados” en Gaza.
Estas acciones se suman a las medidas tomadas por Perú, Chile y El Salvador, que el miércoles informaron el retiro de sus embajadores, mientras Costa Rica dijo este mismo jueves que estudia una medida similar.
Brasil y Ecuador fueron los primeros en tomar esa decisión, la semana pasada, en rechazo a los que consideran ataques indiscriminados contra la población civil de Gaza.
Para Luis Alexander Montero, asesor de la misión especial palestina en Colombia, la reacción latinoamericana tiene esta vez un componente más allá del político, ya que “ahora está en juego el tema económico” al tratarse de relaciones con países con los que Israel tiene acuerdos económicos, como los “TLC con el Mercosur o con Colombia”.
Precisamente Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, en un comunicado emitido el miércoles, al término de la Cumbre del Mercosur en Caracas, respaldaron a los palestinos y condenaron de manera “enérgica” a Israel por el uso “desproporcionado” de la fuerza en su operación Margen Protector.
A lo que el Gobierno de Paraguay, el otro miembro del Mercosur, añadió hoy su “enérgico llamado para el cese inmediato a las agresiones y hostilidades” en la franja.
Por su parte, Chile, que alberga la mayor comunidad palestina fuera de Oriente Medio, informó el llamado a consultas de su embajador al considerar que “la escala e intensidad de las operaciones israelíes en Gaza” vulneran las “normas fundamentales del derecho internacional humanitario”.
Sin embargo, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, matizó hoy que se trata una medida que no implica un apoyo directo a los palestinos y destacó que Chile tiene una “responsabilidad mayor” en este caso como miembro del Consejo de Seguridad.
En el mismo sentido, Perú precisó que lamenta los ataques realizados por ambas partes y afirmó que rechaza todo tipo de violencia al justificar el llamado a consultas hecho al embajador peruano en Israel, José Salinas.
La Cancillería israelí respondió hoy que “habría sido mucho mejor” que estos países se “hubieran sumado a los esfuerzos internacionales para ayudar a Israel a defender a civiles inocentes, y conseguir un alto el fuego duradero que incluya la desmilitarización de Gaza”.
Israel también había cuestionado días atrás a Brasil por retirar a su embajador e incluso el portavoz de la cancillería, Yigal Palmor, llegó a tildar a la nación suramericana de “enano diplomático” por criticar la ofensiva israelí.
A la par de estas condenas, Cuba, Colombia y México se manifestaron días atrás contra esta escalada de violencia y lanzaron un llamamiento por un cese al fuego; mientras los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega, insistieron en trabajar por una solución definitiva al conflicto.
Montero cree que este respaldo latinoamericano es una “retribución” a la “cercanía” que tiene la región con los palestinos y consideró que uno de “los caminos más importantes a seguir es el envío de cascos azules” a la zona.
Latinoamérica ya se había posicionado la semana pasada del lado palestino en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU votando a favor de una firme condena a Israel, en una resolución a la que el único país que se opuso, de un total de 47 naciones, fue Estados Unidos.
Sin embargo, ese limitado respaldo bajó hoy un grado más luego de que EE.UU., su principal aliado y que ha reconocido el derecho de Israel a defenderse de los ataques de cohetes, condenara al bombardeo a una escuela de la ONU en Gaza usada como albergue para refugiados palestinos.
Este ataque, que dejó al menos 16 civiles muertos, incluidos varios niños, y más de cien heridos, fue considerado hoy por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en su visita a Costa Rica, como “escandaloso e injustificable”.
Mientras el canciller costarricense, Manuel González, dijo que ese país no descarta llevar a cabo acciones unilaterales, como llamar a consultas a su embajador, o en el ámbito multilateral.
Esta semana Israel también enfrentó una situación difícil con EE.UU. debido a las críticas al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, cuya propuesta de alto el fuego fue cuestionada por la prensa israelí, que también rechazó sus esfuerzos para involucrar en las negociaciones a Catar y Turquía, a los que Israel considera aliados del movimiento palestino Hamás.
En respuesta, el Departamento de Estado sostuvo que “simplemente esa no es la forma en la que se tratan entre sí los aliados”.
Hasta ahora, la última operación israelí a gran escala contra Gaza había sido la denominada “Pilar defensivo”, en noviembre de 2012, en la que murieron 170 palestinos y 1.300 resultaron heridos.
Y la de mayor envergadura la bautizada como “Plomo fundido”, lanzada a finales de 2008, en la que perdieron la vida 1.300 palestinos y 5.000 fueron heridos.
El actual conflicto inició dos semanas antes de la asunción del político de derechas Reuvén Rivlin como presidente de Israel, en sustitución del veterano nonagenario Simón Peres.
En ese sentido, el asesor político de la misión especial palestina en Colombia consideró una “coincidencia perversa” que estos conflictos se presenten en medio del calendario electoral israelí.