Las AFP en camino a la jubilación
El Diagnóstico del Sistema previsional del Perú 1996-2013 elaborado por la neoliberal Universidad del Pacífico del Perú, que fue presentado la semana pasada en Lima, propone que las AFP sean eliminadas y que las pensiones sean financiadas con impuestos porque las Administradoras han sido un fracaso.
Ya en 2004, el informe Mantener la promesa de la seguridad del ingreso en la vejez en América Latina del Banco Mundial alertaba sobre la insuficiente cobertura de la reforma previsional impulsada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante los años noventa.
El sistema fue creado durante la crisis económica de 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet para organizar una base de sustentación a la ultraderecha con los salarios de los trabajadores, y proporcionar capitales frescos a las grandes empresas.
Un estudio de la Pontificia Universidad Católica de Chile, elaborado por Ricardo Paredes, determinó que los cotizantes llegaban a pensiones cuyo monto promedio era de una UF (Unidad de Fomento), muy inferior a las tres UF, promedio que alcanzaban en el antiguo sistema de reparto.
Las seis AFP de Chile cuentan con más de nueve millones de afiliados. Durante sus treinta años de existencia han obtenido una ganancia cercana a los 5,000 millones de dólares. Son la base económica de la derecha.
Guillermo Ladislao Arthur Errázuriz, presidente de la Asociación de AFP y vicepresidente de AFP Capital, fue fundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
José Antonio Guzmán Matta, quien preside el directorio de Hábitat, fue miembro del Consejo de la privada Universidad Finis Terrae, perteneciente a la congregación Legionarios de Cristo, que maneja quince universidades y ciento setenta y cinco colegios. El fundador de Legionarios, el padre Marcial Maciel, era drogadicto, violó alumnos y seminaristas, y engendró varios hijos de quienes abusó sexualmente. Estos hechos causaron la condena de Benedicto XVI en marzo de 2010 y el apartamiento de Maciel de la vida religiosa.
Joaquín Cortez Huerta, segundo vicepresidente de la Asociación de AFP y presidente del directorio de Provida, trabajó como asesor de Sergio de Castro, ministro de Hacienda y firme colaborador de Pinochet.
José Antonio Guzmán, presidente de Hábitat, fue ministro de Pinochet. María Teresa Infante, integrante del Directorio, es directora de la Fundación contra la píldora del día siguiente.
Las AFP financian el cuarenta y ocho por ciento de las campañas de la UDI y Renovación Nacional (RN), extrema derecha, y el catorce por ciento de los gastos de los partidos de la oposición.
Ricardo Hormazábal, autor del libro El Gran Engaño: treinta años del sistema de AFP, dice que los grupos económicos buscan influir en los gobiernos y partidos a través de la incorporación de personas que tienen algún cargo relevante y que comparten su proyecto. Las AFP son parte esencial de la corrupción en el sistema político.
En Argentina, como en el Perú, las AFJP tenían invertidos gran parte de sus fondos en bonos soberanos del Estado. Cuando el Estado argentino entró en problemas financieros, las AFJP empezaron a perder dinero, con lo que las pensiones de 446,000 jubilados podían desaparecer. Apenas perdieron los primeros quinientos millones de dólares, antes que los pensionistas se queden en la calle, el propio Estado decidió pagar las pensiones y jubiló a las AFP mediante una ley (la 26425 de 2008) aprobada por amplia mayoría en Diputados y Senadores.
Los capitales capturados a los ahorristas chilenos por los empresarios pinochetistas fueron introducidos por Alberto Fujimori en el Perú al tiempo que remataba los activos del Estado. Con el dinero de las AFP, la derecha chilena se compró a precio de oferta buena parte del Perú: rutas aéreas para una línea aérea monopólica, LAN, tierras agrícolas, las distribuidoras de energía eléctrica Edelnor y Luz del Sur, y acceso ilimitado al comercio interno para Cencosud y los malls tipo Saga o Ripley. Y ahora se pretende que Hábitat tenga los ahorros de cinco millones de microempresarios.
Pero las AFP han perdido confianza y legitimidad. Cada vez son más los que piden su jubilación.