¿En qué países de LA es más caro y más barato usar el celular?
En la actualidad hay 7.000 millones de líneas de teléfonos celulares en todo el mundo, un número que ya igualó al de seres humanos vivos.
Hay pocos artefactos cuyo uso se ha extendido a lo largo de todo el mundo como los teléfonos móviles. Sin embargo, hay diferencias abismales en el precio que pagan los usuarios de ese servicio entre países.
Por ejemplo, un estudio del Foro Económico Mundial indica que en Nicaragua, el servicio puede costar diez veces más que en la vecina Costa Rica.
En algunas naciones la gente gasta cifras realmente extraordinarias comparadas con sus ingresos. Un ejemplo es Malawi.
Según un informe de 2014 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés) titulado, “Measuring the Information Society 2014”, Malawi es la que más gasta en el mundo en teléfono celular en proporción a sus ingresos.
Mucha publicidad
Una de las cosas que más sorprende a los visitantes a ese país es la enorme cantidad de anuncios para empresas de telefonía celular, asegura el corresponsal de la BBC Emmanuel Igunza.
Lo que ayuda a explicar por qué los ciudadanos de ese país gastan en promedio US$12 al mes en pagar sus cuentas de teléfono móvil, cifra equivalente a más de 50% del ingreso mensual promedio.
En el otro extremo de la escala, en Hong Kong, China, la gente gasta en promedio apenas 0,18% de su sueldo todos los meses en ese rubro. Y en Dinamarca es el 0,19%.
Incluso dentro de África existen diferencias notables con la situación descrita en Malawi.
Para los sudafricanos, las tarifas de su teléfono celular apenas les representan 5% de su sueldo mensual.
El mercado latinoamericano
En nuestra región también se observan diferencias sustanciales entre lo que le cuesta la telefonía celular en cada país.
Entre los extremos de Costa Rica y Nicaragua, el estudio del Foro Económico Mundial ubica entre las naciones más caras de América Latina para el uso de teléfono celular a Argentina y Brasil, con tarifas de prepago de US$0,77 y US$0,65 por minuto (ajustadas al poder de compra local).
Mientras que entre los más baratos, según el informe, están Panamá y Paraguay con costos -también ajustados al poder de compra de la población local- de alrededor de US$0,22 por minuto.
Ignacio Perrone, consultor de la firma de análisis Frost & Sullivan, señala que “en general, el nivel de competencia es similar a lo largo de Latinoamérica”.
“Todos tienen más de tres operadoras, portabilidad de números, operadoras virtuales, etc”, apunta el experto.
Sin embargo, señala Perrone que en ocasiones existe cierta concentración en el mercado, como en México, donde Telcel cuenta con más del 70%.
“El operador dominante puede sacar una cantidad mayor por usuario de sus clientes (ARPU, en inglés)”.
En el caso chileno, con tres operadores grandes, ninguno supera el 40% y el ARPU es el mayor de la región, pero es de los más avanzados en términos de valor agregado, uso de datos, migración de prepago a pospago, etc.
“Mientras tanto, Brasil tiene el ARPU menor, siendo el mercado más competitivo, con cuatro operadores grandes con casi el 25% más algunas operadoras virtuales pequeñas”.
Nicaragua, el más caro
Nicaragua aparece, en varias mediciones, como una nación con tarifas particularmente altas.
El estudio de la ITU citado anteriormente que abarca a 166 países, ubica a Nicaragua en el puesto 14 entre los que más pagan en el mundo por telefonía celular comparado con los ingresos promedios de su población.
Otro informe, esta vez del Foro Economico Mundial, titulado “Global Information Technology Report 2014”, Nicaragua aparece como el país latinoamericano con tarifas celulares más caras.
Según el informe, Nicaragua, en el puesto global 124 en cuanto a precio, cierra el ranking hispanoamericano por debajo de Bolivia (120), Honduras (117) y Venezuela (106).
El documento explica que estos países “padecen de importantes debilidades en el desarrollo de infraestructuras de telecomunicaciones, así como falta de innovación y condiciones de negocio que servirían para impulsar el sector”.
Con las tarifas ajustadas al poder adquisitivo de la población, el estudio indica que un minuto de teléfono celular prepago en Nicaragua cuesta cerca de US$0,91.
Pese a todo, el costo de las tarifas de telefonía celular no se ha constituido hasta el momento en un gran tema de controversia pública para los nicaragüenses.
“En Nicaragua, poco a poco la gente está tomando conciencia de los elevados costos de la telefonía celular, pero por el momento las quejas se limitan al ámbito privado y la mayoría de los medios de comunicación no parecen interesados en generar un debate”, indica Arturo Wallace, periodista de BBC Mundo.
Por su parte, Brenda Ayerdis, coordinadora de la Liga de Defensa del Consumidor de Nicaragua (LIDECONIC), asegura en conversación con BBC Mundo que su organización ha emprendido campañas para aumentar la consciencia de los usuarios cuando consideran que han sido objeto de cobros injustos por el uso de telefonía celular.
Sin embargo, Ayerdis no tiene un pronunciamiento concreto frente a los estudios que muestran un elevado costo promedio de las tarifas en su país, comparado con el de sus vecinos.
Costa Rica, el más barato
Apenas cruzando la frontera, en Costa Rica, ese mismo servicio y también relativo al poder de compra medio, el informe del Foro Económico Mundial calcula apenas US$0,09 por minuto, la más barata en América Latina.
El informe explica que Costa Rica exhibe “cierto progreso al asegurar la mayor implantación de tecnología de telecomunicaciones, con un importante incremento en el número de hogares con acceso a internet y una alta proporción de su población con suscripción de internet de alta velocidad móvil”.
Y lo atribuye a “los esfuerzos para garantizar un acceso asequible a la infrastructura de telecomunicaciones”.
“A pesar de estas fortalezas, el uso tanto individual como del gobierno sigue siendo bajo, y algunas debilidades en el entorno político y regulatorio: a destacar la efectividad de los cuerpos legislativos y el número de días para poner en marcha un contrato, así como las condiciones necesarias para disparar la innovación y emprendedurismo”, señala el informe.
Esos factores impiden a Costa Rica aprovechar todo su potencial y “garantizar la transición hacia una economía basada en el conocimiento”.