De acuerdo con la creencia popular, un año humano equivale a siete años en la vida de un perro. En otras plabras, si tu mascota llega a cumplir 15 años, su edad es en realidad de 105 años humanos. Esta regla de conversión es ampliamente conocida, pero ¿es correcta?
Se desconoce el origen de esta creencia, sin embargo, hay algunos indicios de que los monjes de la Abadía de Westminster, en Inglaterra, fueron los primeros en plantear una cifra similar en el siglo XIII. Mantenían que un año en la vida del hombre equivalía a nueve años en el mundo canino.
Los investigadores pronto reconocieron que hay poca lógica detrás de esta proporción, pues si fuera cierta, los seres humanos seríamos capaces de reproducirnos a la edad de siete años y un gran número de personas llegaría a festejar su cumpleaños número 150.
En 1953, el científico francés A. Lebeau publicó una versión más detallada de esta norma basándose en la evidencia empírica. Notó que los perros envejecen entre 15 y 20 veces más rápido que los humanos durante su primer año de vida. Sin embargo, este ritmo de crecimiento no se mantiene constante, sino que disminuye al alcanzar la madurez. Propuso que, a partir de los dos años de edad, un año humano equivale a cuatro años perrunos.
En realidad, contextualizar la edad de un perro resulta más complejo. La esperanza de vida varía según la raza, las más pequeñas tienden a ser más longevas. Las razas caninas pueden ser categorizadas en cuatro tamaños: los perros pequeños (9kg o menos, como el chihuahueño), perros medianos (10 ? 20kg, como el bulldog), perros grandes (21-40kg, como el afgano) y las razas gigantes (arriba de 40kg, como el gran danés). Cada una envejece a un ritmo diferente y mantiene una proporción distinta en relación con el año humano.
La bióloga Cornelia Kraus cree que esto se debe a la hormona de crecimiento IGF-1, presente en concentraciones mucho menores en las razas pequeñas. La edad promedio en que los perros requieren geriatría (es decir, un cuidado especial debido a la vejez) equivale a 11 años humanos para las razas pequeñas, 10 años para los perros medianos, 8 años para los perros grandes, y 7 años para las razas gigantes.
Sin embargo existen excepciones como el beagle, que tiende a envejecer a un ritmo diferente que otros perros de su categoría de raza. La mayor edad registrada de un perro es de 29 años y 282 días. El récord fue establecido por Max, una mezcla de terrier, dachshund y beagle que murió en 2013.