OMS alerta sobre uso del glifosato
El año pasado EL DIARIO consultó sobre este tema al entonces presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), José Luis Landívar, quien manifestó el interés del sector soyero para solicitar asistencia técnica internacional a fin de encarar no solamente el impacto no deseado del uso de mencionado herbicida en el ecosistema sino también las consecuencias de una eventual ampliación de la frontera agrícola de la soya y los riesgos medioambientales implícitos. La Ley de la Madre Tierra (Nº 300) obliga al Estado a reducir gradualmente los transgénicos, situación que no se ha hecho realidad, dijo Fobomade en su web, cuya postura es contraria al uso de transgénicos y pesticidas en el país.
RENDIMIENTOS
El presidente de la CEPB, Ronald Nostas, sostuvo hace un par de semanas que sin la aplicación de nuevas tecnologías Bolivia no podrá competir con sus pares en el Mercosur. Similar criterio fue señalado por el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo, Reinaldo Díaz. Nostas se preguntó que si bien la soya requiere de biotecnologías para mejorar su rendimiento, sin embargo hasta la fecha ¿se han presentado casos de personas afectadas por el uso de semillas transgénicas? Según Nostas Brasil y Paraguay lideran en la región el uso de transgénicos y el rendimiento por hectárea cuadruplica la producción nacional. El año pasado, Paraguay registró una producción de 8 millones de toneladas a diferencia de 2 millones en Bolivia. Los privados intentan aplicar semillas modificadas en los cultivos de maíz y algodón principalmente.
CANCERÍGENO
La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), que depende de la OMS, emitió un reporte el 20 de marzo en el que se estableció que el glifosato ingresó en el grupo de substancias que probablemente causan cáncer en humanos; junto a este, también se incorporaron los insecticidas malatión y diazinón.
De todas maneras, el informe señala que el efecto cancerígeno en humanos es remoto, pero evidente en ratones utilizados en las pruebas.
La IARC recuerda que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) clasificó el glifosato en 1985 como “posiblemente cancerígeno para los seres humanos”, pero que en 1991, después de una reevaluación de ese estudio, la EPA cambió su clasificación a la categoría de “no cancerígeno para los humanos”. La IARC ahora ha vuelto a reclasificar al herbicida.
MONSANTO
Recientemente varias publicaciones aparecidas en las redes sociales denunciaron que Monsanto, la mayor empresa transnacional que produce semillas transgénicas, había conformado en los años pasados una plantilla de investigadores de la firma para desvirtuar resultados de trabajos científicos que ahondaron la sospecha de los eventuales efectos cancerígenos del glifosato, principal herbicida utilizado para la siembra de soya en Bolivia. El glifosato es el herbicida más utilizado en el país y el mundo, pero la decisión de la IARC no obliga automáticamente a su prohibición.
La lista 2A de la IARC incluye productos “probablemente” causantes de cáncer mientras que los productos que se considera seguro que genera esa enfermedad están en la lista 1 de esa entidad.
PERSPECTIVAS DE CRECIMIENTO
– La demanda alimentaria seguirá siendo intensa con base en el crecimiento de los ingresos y de la población.
– Producción mundial de oleaginosas aumentará un 26% al 2022, de 390 Mll TM a 490 Mll TM.
– Crecimiento de producción mundial de harina oleaginosa y aceite vegetal en un 25%.
– Mayor rentabilidad de las semillas oleaginosas respecto de los cereales secundarios (maíz, sorgo, etc.).
– China aumentará su importación de semillas oleaginosas, de 58 Mll TM a 102 Mll TM.
– Los precios nominales proyectados en una banda de 493 – 511 U$S/TM y 507 – 521 U$S/TM a partir de 2017.
Fuente: OCDE-FAO “Perspectivas agrícolas 2013/2022”
COLOMBIA Y BOLIVIA
– Tras la alerta del riesgo que ese producto puede ocasionar en la salud, Colombia decidió hace unos días suspender su uso sobre los cultivos de coca como mecanismo de erradicación para adoptar otros métodos de eliminación de esa planta, por ejemplo manualmente.
– En Bolivia, el uso del herbicida es masivo en los cultivos de la soya transgénica -que representa el 99,6% de la soya cultivada- y se estima que es vertido sobre un millón de hectáreas, precisó en una entrevista a Los Tiempos el director de Productividad, Biósfera y Medio Ambiente (Probioma), Miguel Ángel Crespo.
– El Centro de Información Toxicológica (CIT) del hospital Japonés en Santa Cruz reconoce la importancia del estudio de la IARC. “Es un herbicida vigente, está en la lista de productos que son probablemente cancerígenos”, precisó el director, Jorge Olivares, advirtiendo sobre el riesgo en la salud de las personas de seguir usándolo. “Sus efectos pueden ser agudos”, dijo.