CLAES: Exploración en áreas protegidas es una mala señal

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El investigador del Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES), Eduardo Gudinas, afirmó que los gobiernos progresistas como Bolivia ahora apoyan la idea de subsanar los daños ambientales, culturales y sociales con compensaciones económicas.

Se habla mucho de que la explotación petrolera en áreas reservadas es dañina, ¿cómo  puede afectar a Bolivia?
La habilitación de la exploración petrolera dentro de  áreas protegidas es una muy mala señal porque es una forma más de lo que se llamó la flexibilización,  que es reducir, recortar, limitar el vigor de la aplicación de la normativa ambiental.
Se tienen normas que exigen la preservación en ciertas zonas, pero a la vez el propio Estado, en vez de asegurar esto, aprueba nuevas reglamentaciones que se convierten en excepciones o en vías para evitar esa conservación efectiva.
Este proceso de  flexibilización ambiental es conceptualmente análogo a la llamada flexibilización laboral que todos nosotros conocemos de las épocas neoliberales; proceden y se originan con el mismo sentido: aprovechar al trabajador o la naturaleza  para aumentar la rentabilidad de las empresas.
Pero la Constitución establece la consulta previa…
Más allá de lo que decidan los grupos locales (a través de la consulta previa), se les va a dar una compensación a ellos por la explotación petrolera de las áreas protegidas y que esa compensación no será en dinero, reconociendo todos los problemas con el Fondo Indígena, sino que será en obras.
¿Los daños ambientales son compensables?
Refuerza la idea, el mito, el sueño de que cualquier impacto social ambiental es compensable  y sobre todo es compensable económicamente. 
Creo que ese es el principal problema que adolecen los gobiernos progresistas.
La propuesta de la izquierda, cuando llegó al Gobierno, era cortar la mercantilización de la vida social y de la naturaleza, pero 10 años después nos encontramos que ellos refuerzan y contribuyen, pese a tener otros recorridos ideológicos.
La idea de que los daños en la salud, comunidad, ambientes se pueden compensar y que esa compensación se basa en dinero, esto tiene un enorme impacto cultural, político y social y sobre todo tiene un efecto demoledor en las comunidades locales, campesinas, porque ellos  terminan pensando en compensaciones económicas.
Esto ocurrirá con Potosí, donde se extrajeron  grandes cantidades de minerales y ahora los potosinos piden compensación con obras.  
Después de tantos años de extractivismo y de todo el bienestar, y ahora que cayó el precio de la materia prima, toda esa gente que creyó en ese mito ahora le pide al Gobierno que cumpla.