Potosí: el departamento más rico con la población más pobre

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Foto: AFP

Bolivia y la paradoja de Potosí

Se autodenominan Comité Cívico de Potosí (Comcipo) y desde comienzos de julio tienen en vilo a Bolivia.

Son una agrupación que representa a 23 instituciones de Potosí y realizan una prolongada protesta que ha mantenido paralizado a gran parte de ese departamento del sudoeste del país y también afecta a La Paz, el centro político y económico del país.

Su exigencia es que el presidente Evo Morales se comprometa a realizar una serie de 26 obras que fueron prometidas en 2010 y que mejorarán las condiciones en su departamento.

Entre quienes protestan hay mineros cooperativistas y asalariados, estudiantes, maestros, sindicalistas y activistas cívicos y todos tienen algo en común: perciben uno de los ingresos per cápita más bajos de Bolivia.

Eso, a pesar de vivir en uno de los departamentos más ricos en recursos del país.

En la época colonial Potosí se hizo famoso por tener la mina de plata más grande del mundo.

Hoy mucha de esa riqueza se agotó, pero la región sigue siendo la principal fuente de ingresos mineros de Bolivia.

La minería es la segunda actividad productiva del país, después de la extracción de gas, y Potosí es la gran estrella: en 2014 generó el 59% de las regalías por explotación minera.

Eso representó casi tres veces lo que generó La Paz (21%), el segundo departamento con mayor extracción de minerales.

Además, Potosí fue el tercer departamento que más ganancias generó por exportación de bienes después de Tarija y Santa Cruz, con ingresos de US$1.882 millones.

No obstante, Potosí es considerado el departamento más pobre del país.

La mitad de sus casi 800.000 habitantes viven en la pobreza extrema, según la estatal Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (Udape).

Paradoja

¿Por qué un departamento tan rico tiene habitantes tan pobres?

Según Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), uno de los motivos es que “la explotación minera no tuvo un efecto multiplicador en la región”.

Esto se debe en parte a que la minería es una actividad muy concentrada, que utiliza mucha maquinaria y genera poca mano de obra.

De hecho la mayoría de los potosinos no se dedica a la minería. Según un estudio de la Fundación Milenio, más del 60% realiza actividades agrarias, mientras que casi el 10% se dedica al comercio.

Rodríguez explicó a BBC Mundo que a pesar de que la agricultura es la principal actividad de Potosí esta no genera riquezas para la región ya que se trata en general de agricultura de subsistencia.

Boom de minería

Pero a pesar de que solo una minoría trabaja en minería, esa actividad es el principal motor económico de Potosí ya que es la que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) local.

Entre 2006 y 2013 la minería vivió una bonanza gracias al aumento de los precios internacionales.

Durante ese período Potosí multiplicó el valor de sus exportaciones.

Pasó de generar US$264 millones en 2005 a alcanzar los US$2.456 millones en 2011, su año más provechoso.

Fue durante ese período -más concretamente en 2010- que el presidente Morales se comprometió a realizar una serie de obras públicas para mejorar la vida en Potosí.

Entre las promesas hechas al Comité Cívico Potosinista -que realizó una protesta similar a la de este año- se incluyó la construcción de un aeropuerto internacional, una fábrica de cemento, una hidroeléctrica y hospitales.

Pero la caída en los precios de los minerales a partir de 2013 dejó muchas de esas obras inconclusas.

Esta semana, Morales aseguró que tanto el aeropuerto como la construcción de una fábrica de cemento son proyectos “totalmente inviables”.

“El gobierno ha estudiado sobre si la fábrica de cemento puede ser rentable o sostenible; tienen que entender que cualquier industria tiene que generar divisas para el Estado, sino no sirve esa industria”, explicó el lunes al diario La Razón.

Con respecto al aeropuerto internacional, señaló que pidió informes a la Fuerza Aérea Boliviana y esta no recomendó su construcción.

Promesas

Armando Méndez, ex presidente del Banco Central de Bolivia, cree que inspirado en el enorme crecimiento económico que logró el país en los últimos años, el gobierno hizo muchas promesas -muchas de ellas en épocas electorales- que no puede cumplir.

“Se creó una imagen de que Bolivia es un nuevo país, con un modelo económico exitoso, lo que generó aspiraciones desmedidas”, dijo a BBC Mundo.

Méndez recordó que si bien en 2014 el país fue el que más creció en Sudamérica (un 5,4%), Bolivia sigue teniendo un PIB per cápita (US$2.757) muchísimo menor que el de sus vecinos.

“En lo estructural Bolivia sigue siendo un país pobre”, señaló.

Según Méndez, los años de bonanza que tuvo Potosí no alcanzaron para revertir la pobreza crónica que sufre el departamento.

El economista anticipó que si los precios de las materias primas siguen bajando, otras regiones podrían seguir los pasos de Comcipo y reclamar más ayuda estatal.

Este martes el gobierno suspendió las negociaciones con los líderes de Comcipo luego de haber alcanzado algunos acuerdos a través de mesas de diálogo.

En respuesta, Comcipo anunció el miércoles que coordinará nuevas medidas de presión que podrían agravar su protesta, que ya lleva más de tres semanas.

Según el ministerio de Economía, el paro general y bloqueo de caminos que realizan los potosinos generan pérdidas económicas diarias de unos US$5 millones.

Además de la minería, uno de los sectores más afectados ha sido el turismo, ya que los cortes de ruta afectan el acceso al salar de Uyuni, la joya turística de Potosí y uno de los lugares más visitados de Bolivia.

 

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