La misión religiosa acusada tiene una sede en Santa Cruz
La comunidad misionera de San Pablo Apóstol (MCSPA, por sus siglas en inglés) se muestra en internet como una organización caritativa de ayuda a los más pobres del mundo.
Sus miembros aseguran que dejan todo para cumplir el mandato evangélico de atender a los desarrapados de África y América Latina. En realidad, según la denuncia de ‘Paulino’ (nombre falso para proteger su identidad), la MCSPA es una secta donde se practican graves abusos sexuales y esclavitud de personas.
En su calidad de misionero, ‘Paulino’ sufrió las vejaciones en carne propia en Kenia entre 1998 y 2003.
Sus redes llegaron hasta Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), según reveló ayer el director del medio español Religión Digital, José Manuel Vidal, un periodista que dice tener la confianza del papa Francisco, de quien recibió el pedido de publicar en detalle las acciones delictivas de esta organización supuestamente religiosa.
“El chico tiene mucho miedo, esta organización es muy poderosa. Tiene muchos contactos en España al más alto nivel. Tuvimos que ser muy prudentes con la identidad del abusado, que no se llama Paulino y él nos pidió que lo nombremos como boliviano, porque efectivamente hay presencia de esta comunidad en Santa Cruz de la Sierra. Además nos pidió que ni por asomo pongamos su auténtico país, que es un país latinoamericano, pero ni siquiera fronterizo con Bolivia, para que no puedan dar con su familia”, afirmó Vidal.
El dato fue confirmado a través del sitio Iglesia.org.bo que señala que la organización tiene su sede en el barrio Los Lotes y depende de la Vicaría San Pablo.
“Espero que el papa tenga, primero, misericordia pastoral y llame a Paulino para protegerlo. Él necesita un poco de consuelo, que no ha recibido de ninguna autoridad religiosa. Y luego que ponga en marcha medidas para revisar a esta gente que sigue actuando como una secta con graves daños físicos y morales en el corazón de África. A mí me llega el caso a través de Fidel Blasco Canalejas”, indicó.
La entidad, cuya sede está en Milwaukee (Estados Unidos) y tiene oficinas en España, Alemania, Colombia y México, concentró sus misiones en Kenia, Etiopía, Malawi, Sudán del Sur, Filipinas y varios países de América del Sur, entre ellos, Bolivia.
Un papa azorado
El 15 de septiembre Vidal entregó a Francisco el informe de más de 200 páginas donde se encuentra Paulino y otros jóvenes explotados sexualmente.
“Yo le enseñé el informe sobre el caso de Paulino, lo miró luego de hablar de muchas otras cosas. Estaba sonriendo y cambió totalmente la cara y vi un rostro que me recordaba a Cristo echando a los mercaderes del templo. Se puso totalmente indignado y mirándome fijamente me dijo publíquelo todo. No me hacen caso, que a través de los medios se haga presión suficiente para que las autoridades eclesiales de España actúen y que se les caiga la cara de vergüenza por estos casos de abusos. Que actúen ahora”, señaló Vidal.
El papa Francisco está “determinado” a seguir con la política de reformas, afirmó ayer el número tres de la Santa Sede, monseñor Angelo Becciu, después del escándalo del VatiLeaks II y la publicación de documentos que revelan corrupción, desvío de fondos e irregularidades financieras en el Vaticano
Carta a EL DEBER
Dr. Pedro Rivero Jordán
Director ejecutivo del periódico EL DEBER
A nombre del Arzobispado de Santa Cruz debo manifestarle nuestra preocupación ante el penoso desacierto cometido por el periódico en la nota publicada el día de hoy miércoles 4 de noviembre sobre un doloroso caso de abusos laborales y sexuales ocurridos en Kenia.
Dicha nota titula: “La Iglesia boliviana calla tras denuncia de abusos” título que, además de pretender cargar responsabilidad a la Iglesia boliviana sobre un hecho ocurrido en Kenia y en el que no está involucrada, hace una penosa interpretación de los manifestado por representantes de la Conferencia Episcopal Boliviana que al momento de ser consultados por el periódico, no tenían los elementos suficientes y necesarios para emitir un juicio serio y responsable sobre un tema en extremo delicado.
La misma nota se desmiente al indicar que el joven que denuncia los abusos no es boliviano. Entonces ¿Por qué tendría la Iglesia boliviana que responder sobre un hecho que no le corresponde directamente?. En todo caso, la conducta de la Iglesia Católica ha pretendido ser responsable y cautelosa para no provocar más desorientación en temas tan sensibles, eso no es callar.
Desde luego estos abusos nos duelen a todos y son absolutamente repudiables por cuanto mellan la dignidad de personas. Por esta razón y en sintonía con nuestro Pastor el Papa Francisco, que alentó a publicar la denuncia y que ha mantenido una conducta de tolerancia cero ante estos hechos, como Iglesia Católica manifestamos nuestra permanente disposición a buscar la verdad y dialogar sobre todos los temas, por penosos que sean, pero siempre en un marco serio y responsable. A tiempo que confío en la buena acogida suya y del periódico a las consideraciones aquí vertidas, me despido reiterando nuestros mejores deseos de paz y bien.
Lic. Erwin Bazán Gutiérrez
Director de prensa de la Arquidiócesis de Santa Cruz.
Nota de Redacción: Con el referido titular, EL DEBER no tuvo intención alguna de cargar responsabilidad del tema en la Iglesia católica boliviana, sino que – al realizar consultas del caso a dos de sus fuentes oficiales encontró silencio y cautela.