Xi Jinping, China Capitalista
Las fuerzas del mercado sintieron un terremoto ante el anunció del Gobierno chino de devaluar su moneda. Para el FMI se trata de una decisión acertada que “permitirá que las fuerzas del mercado tengan un papel más importante”.
Este año China decidió devaluar su moneda en 4.6% medida que puso de cabeza a los mercados financieros internacionales. Las consecuencias se han sentido en la caída de las principales monedas del mundo, los precios del petróleo y otras materias primas, además de las bolsas de valores, con las que se beneficiaban ampliamente las economías regionales estamos hablando del grueso de los países Latinoamericanos. Una de las razones por los que la China del presidente Xi Jiping puso en ejecución esta medida, dicen los expertos, es porque el gigante asiático necesita hacer más baratas sus exportaciones para que su economía no deje de acelerar y crecer al 7% este año. Entre otras iniciativas, se prevé permitir que más entidades privadas puedan abrir bancos o abrir la puerta al capital privado en algunas empresas estatales.
A pesar de que la China sigue creciendo fuerte, la devaluación del yung causó un caos a nivel internacional. “Era la única alternativa que encontró para hacer más competitivas sus exportaciones y más caras las importaciones, permitiendo que se provoquen las condiciones para que su producción local migre hacia la demanda interna y genere un mayor crecimiento económico”, dicen los expertos. La medida repercutió inmediatamente en los países emergentes que han estado exportando sus productos al gigante asiático durante la última década. Casi todos los países latinoamericanos, cuyas economías dependían directamente de las exportaciones a China tuvieron que devaluar sus monedas para hacerse más competitivos frente al dólar.
Así, han surgido dos hipótesis: La primera es que se trata de una reforma histórica que permitirá que las fuerzas del mercado tengan más influencia sobre la moneda china; otros sostienen que fue una medida de estímulo interno que abre las puertas a una guerra de divisas en Asia. Sea como fuera, la decisión de cambiar la forma en que el valor del yuan se fija cada día es una reforma orientada al mercado. Es algo que la comunidad internacional llevaba tiempo pidiendo. Las fuerzas del mercado jugarán un papel más importante en la determinación de los tipos de cambio.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha estado considerando la posibilidad de incluir al yuan en su canasta de monedas consideradas de élite, elogió la decisión. En una declaración que retomaba en gran medida la explicación de Pekín, el FMI dijo que la decisión “permitirá que las fuerzas del mercado tengan un papel más importante.”