Ellas

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Viminacium, antigua ciudad romana y  actual capital de la provincia de Moesia Superior, saliendo paso a paso de su secreto guardado por siglos, inmortalidad en símbolos, poder y riqueza en su sepulcro, se puede  entender, según las joyas con las que la acompañan; pinturas murales muestran la sonrisa y el perfume de la mujer que pasa por el rito de la iniciación. Ella es defensora y patrona de Viminacium. Su mirada recuerda a Mona Lisa y se niega a abandonar la sombra. Arqueólogos, historiadores, científicos y artistas al servicio de   un misterio. Cada uno añade algo de su alma para describir la de ella. Y así, con esfuerzo, insomnio y poesía, llegan apenas a entender minúsculas. Suponer, comparar y crear una vida. Según la imaginación de cada uno, ella tomará una forma y luego cambiará de distintas maneras. Mujer.

Estos días las mujeres ocupan mucho  espacio en los noticieros. Diferentes mujeres y sus historias. La señora Clinton algo rejuvenecida a pesar del sobrepeso y  nuevo estilista sigue levantando tensiones casi con un pie en la Casa Blanca.

Dos damas sudamericanas, Dilma Rousseff y Cristina Kirchner preparan palabras para su defensa ante acusaciones de corrupción; Angela Merkel liderando con la crisis de migrantes. En Bolivia, los débiles muros de las instituciones tiemblan ante los escándalos cuyas protagonistas son mujeres.

Los diarios internacionales cuentan historias de diferentes mujeres. En las librerías aparece acompañada de  gran expectativa el titulo Lucrecia Borgia, la hija de Papa, obra maestralmente escrita por el Premio Nobel y genial dramaturgo, Dario Fo.

Después de cinco siglos de su muerte, Lucrecia es rehabilitada en manos de su compatriota. Darío está en sus ochenta y ésta es su primera novela por la que el escritor encontró suficientes fuentes confidenciales para liberar de culpa a la enigmática mujer.

Se han escrito libros, estudios, dramas  se han creado óperas y escrito libretos para obras de cine. Se contrataron muchos actores famosos para acompañar estas obras. Las series de televisión tuvieron gran éxito. La razón de semejante interés por los personajes, es su enorme maldad, perversidad y ausencia de moral en sus vidas sexuales y políticas.

El Premio Nobel, Daniel Fo (1926) ha elegido escribir sobre la vida de un personaje muy peculiar como lo es Lucrecia Borgia. Y lo hace de una manera diferente utilizando las cartas que la misma Lucrecia escribió a sus colaboradores, citas de sus diarios y discursos políticos de los contemporáneos de Borgia. El libro es rico en diálogos ficticios y monólogos combinados con datos históricamente comprobados.

Fo encuentra suficientes hilos para tejer  un manto fi no que descubre la sensible y humana criatura Borgia,  su pasión por la vida y su enorme capacidad de elevarse por sobre las maldades que cometen constantemente los miembros de su familia.

Sobre Lucrecia Borgia se ha escrito que era una transgresora, sin moral y que ordenaba asesinar a todos los que amenazan su poder e integridad. En parte comedia del arte, en parte monografía histórica, en parte novela, la obra Lucrecia Borgia, la Hija de Papa, nos describe lo que es la vida misma.

 

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