El piloto del avión del Chapecoense alertó de la falta de combustible antes de estrellarse
Miguel Quiroga, piloto del avión que transportaba al equipo de fútbol brasileño Chapecoense, que se estrelló el lunes en una montaña próxima a Medellín provocando la muerte de 71 personas, alertó a la torre de control del aeropuerto que el aparato tenía “una falla eléctrica total” y que estaba “sin combustible” antes de que se perdiera su señal en el radar, según confirma un audio publicado en varios medios colombianos en el que se escucha la conversación entre el comandante y la controladora aérea. El vuelo de la compañía boliviana LaMia solicitó “una aproximación inmediata”, pero delante suyo, como se puede escuchar en la grabación, otras dos aeronaves iban a aterrizar.
“¡Vectores, señorita, vectores!”, se escucha desde la cabina del avión. La controladora solicita la altitud, pero nadie responde. En ese momento, se oye una voz de un hombre en la torre de control: “Allá cayó”. Fin de la grabación.
Este audio, conocido en la mañana del miércoles, coincide con la versión de un copiloto de un avión de Avianca que volaba en ese momento cerca del avión de LaMia, en el que narra los momentos previos al siniestro. Ambos testimonios relatan que el piloto informó a la torre de control de que tenía un problema con el combustible. Fuentes de Avianca han confirmado a este diario que se trata de un copiloto de la compañía, pero no que lo que cuente sea la posición de Avianca ni que el relato sea realmente lo que ocurrió. “Se trata de un mensaje personal”, aseguran las mismas fuentes.
Según el relato, la torre de control cambió el rumbo del avión de Avianca 9356 en el que iba este copiloto. El testimonio prosigue contando cómo solo cuando comienza a descender el piloto del avión de LaMia se declaró en emergencia. “La controladora le dijo que informase del problema que tenía y en ese momento dijo: “Falla total eléctrica, vectores para pista, vectores para pista”. Ahí, según el relato, se cortó la comunicación. El copiloto asegura que en ese momento a la controladora se le quebró la voz, pues ya no pudo volver a contactar con el avión boliviano.
Ximena Suárez, la auxiliar de vuelo que ha sobrevivido al accidente del avión que trasladaba a los jugadores Chapecoense, ha asegurado a los equipos de rescate que la aeronave “se apagó por completo” y “tuvo un fuerte descenso” antes de sufrir “un gran impacto”.
Esta misma teoría de investigación ha sido confirmado por el director de Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil), Alfredo Bocanegra: “No existe evidencia de combustible en la aeronave”. Por el momento, las autoridades locales confirman tener conocimiento de estas dos grabaciones y reconocen que “se tendrán en cuenta para la investigación” que se está desarrollando, pero no valoran la veracidad de las mismas. “Pedimos a estas personas que se presenten ante el equipo de trabajo y nos entreguen personalmente los audios o los testimonios”, dicen desde la autoridad aerocivil.
Las autoridades aeronáuticas colombianas han iniciado ya el análisis de las dos cajas negras del avión. Las causas del siniestro que ha costado la vida a 71 personas siguen siendo una incógnita. A lo largo del día, las autoridades aeronáuticas de Colombia han informado que darán detalles de las líneas de trabajo. El aeropuerto de Medellín informó de que el avión, con matrícula boliviana CP2933, “se declaró en emergencia” a las 22.00 hora local “con fallas eléctricas, según lo informado a la torre de control de la Aeronáutica Civil”. El avión que transportaba al Chapecoense debía haber llegado a Medellín en torno a las 10 de la noche de Colombia. “El avión pidió prelación para aterrizar en Rionegro, se le dio, pero luego se perdió el contacto”, ha asegurado Bocanegra, director de Aeronáutica Civil de Colombia. La emergencia se declaró “entre el municipio de La Ceja y La Unión”.
Las autoridades confían en que las cajas negras resulten concluyentes sobre lo que ocurrió con el RJ-85. Las dos cajas fueron recuperadas “en perfecto estado”, lo que permitirá conocer los parámetros de vuelo, las posibles incidencias técnicas, las conversaciones entre los pilotos y la torre de control y escuchar qué ocurrió exactamente en la cabina hasta el momento exacto del siniestro. El hallazgo de las cajas negras fue confirmado por el ministro de Transporte de Colombia, Jorge Eduardo Rojas, quien no quiso adelantar hipótesis sobre el siniestro. Según el ministro, las dos cajas están en manos de los investigadores aeronáuticos colombianos, al igual que los motores del avión, para tratar de descubrir qué causó el accidente cuando la nave se aproximaba al aeropuerto internacional José María Córdova de Medellín.
Las imágenes del lugar del siniestro muestran que no hay rastros de incendio ni entre los restos del fuselaje ni en los motores. No obstante, la ausencia de combustible, según los expertos aeronáuticos, puede deberse a múltiples factores: fugas, fallos en los sistemas de alimentación de los motores, errores de la tripulación, errores en los cálculos de autonomía del vuelo tras el gasto durante el despegue o incluso que los pilotos vaciaran los tanques ante la inminencia del siniestro, precisamente para evitar el incendio.
La sección de Investigación de Accidentes Aéreos de Reino Unido ha anunciado que enviará un equipo de inspectores a Colombia para colaborar con Aeronáutica Civil en la investigación del siniestro, ya que Reino Unido es el país fabricante del avión siniestrado, modelo Avro Jet Regional 85. A los equipos colombianos se unirán también un grupo de expertos bolivianos que ya están en Rionegro, incluido el representante de LaMia, además de autoridades aeronáuticas brasileñas que llegarán en próximas horas.