El ala indigenista del Gobierno tiene un interlocutor que fue noticia más por lo que hizo que por lo que dejó de hacer. El canciller David Choquehuanca fue protagonista directo en el seguimiento de la administración Morales al conflicto con Chile. Su viaje a los puertos chilenos de Arica y Antofagasta fue una maniobra rechazada por los adversarios políticos del MAS que volvió a poner en discusión los excesos que sufren los bolivianos que utilizan el comercio marítimo para sus negocios. En Chile, se dijo que Choquehuanca hizo el ridículo; en Bolivia en cambio fue recibido con aplausos por el gabinete del presidente Morales. La prensa chilena lo atacó sin piedad volviendo a hacer alarde de su animosidad con Bolivia; en el país, las opiniones se dividieron incluso entre los simpatizantes de partido de Gobierno. Los que criticaron la intervención del canciller expusieron sus motivos: “un terreno desconocido que podría entorpecer lo que Bolivia ha ganado en La Haya”.
Para amenizar, no se puede perder de vista que el escenario previo tuvo varias lecturas. Pocos días antes el Gobierno de Chile había presentado una demanda contra Bolivia en La Haya por el uso de las aguas del Silala. De acuerdo al documento presentado en la CIJ se trata de un rio de curso internacional y por lo tanto, Chile derecho de usarlo. Esa acción diplomática abrió mano de los alegatos que Bolivia defendió de manera brillante en La Haya. La contundente victoria boliviana en la CIJ -16 de los 18 jueces del tribunal reconocieron los alegatos planteados- originó un vacio en la diplomacia chilena. El presidente Morales anuncio el 23 de marzo en un discurso por el día del mar que el siguiente paso estaba en estudio para reclamar el abuso de Chile por el uso de las aguas del Silala. La respuesta ese mismo día llegó a cargo del canciller chileno Heraldo Muñoz. “La demanda contra Bolivia es para que La Haya defina que el Silala es un río internacional y por lo tanto Chile tiene derechos sobre las aguas de este curso de agua”.
En junio Chile presentó la demanda y unos días después el canciller Choquehuanca destacó una comisión de representantes del Gobierno para verificar in situ los atropellos que sufren los bolivianos que hacen uso de los puertos chilenos. El presidente Morales felicitó al canciller Choquehuanca. “Expresar nuestra admiración por la valentía del hermano canciller y de toda la delegación por haberse trasladado a Chile y empezar a hacer respetar a nuestros hermanos bolivianos que pasan por ahí o viven por allá”, declaró Morales.
EL PRESIDENTE MORALES, VARIOS POLÍTICOS Y ANALISTAS APOYARON LA INCURSION DE LA DELEGACIÓN BOLIVIANA AL PUERTO de Arica y la terminal de Antofagasta. Morales justificó el viaje del canciller: “Cualquier autoridad del mundo tiene la obligación de proteger a sus habitantes, a sus exportadores y de ir a verificar en el lugar su situación cuando sus reclamos no son atendidos”. Dijo que la comitiva boliviana pasó momentos difíciles en Chile por “la discriminación” de la que fue objeto y anunció “que se verá jurídicamente qué corresponde” contra esas acciones.
A pesar de las críticas de algunos opositores al decir que diplomáticamente no correspondía una acción de esa naturaleza o que reavivaba las tensiones con Chile, el expresidente Carlos Mesa, aseguró que el fondo es que el ministro de Relaciones Exteriores, dejó en claro ante la comunidad internacional que hay serias deficiencias en el tratamiento a los transportistas bolivianos; hay problemas en la importación y exportación de productos en los dos principales puertos que Bolivia usa como libre tránsito. En consecuencia, el libre tránsito no está siendo cumplido adecuadamente por Chile”.
A esa declaración se sumaron otras voces de apoyo. Alcaldes y gobernadores criticaron la actitud de autoridades de Chile que no dejaron ingresar a la delegación boliviana al puerto de Arica, donde se evidenció maltrato, discriminación e incumplimiento de normas internacionales de comercio. Lo evidente es que la visita de Choquehuanca logró incomodar al Estado chileno por la violación permanente al Tratado de 1904. La acción un tanto incómoda fue bastante efectiva porque consiguió desvelar, incomodar y demostrar de manera pública que hay un maltrato a los bolivianos que a diario usan los puertos chilenos para sus negocios.
LA REACCION CHILENA NO PODÍA SER DE PEOR FORMA. LAS AUTORIDADES DE ESE PAÍS DIJERON que a partir de la visita sorpresa del canciller boliviano el Estado chileno exigirá visas diplomáticas a autoridades bolivianas seis meses después de realizada la revocatoria del convenio entre ambos países y hecha la notificación a Bolivia. El canciller chileno anunció la rescisión del convenio de visas diplomáticas entre Chile y Bolivia tras la polémica visita de la delegación boliviana a los puertos de Arica y Antofagasta.
Los enfrentamientos confluyeron en otros puntos. Tras el anuncio sobre el trato migratorio de las autoridades bolivianas cuando requieran ir a Chile, el presidente Evo Morales, mediante su cuenta en Twitter, dijo que a diferencia de la cancillería chilena, su administración no exigirá visas diplomáticas a las autoridades y diplomáticos que ingresen a Bolivia. Muñoz retrucó en la misma red social y dijo que le parece “lógico” el anuncio realizado por el presidente de Bolivia. Pero el enfrentamiento verbal no resolvió el tema central que sigue siendo económico. En los puertos del norte de Chile se embarca un 83 por ciento de la carga boliviana de exportación y llega un 81 por ciento de las importaciones.
David Choquehuanca utilizó la visita además para denunciar en una conferencia de prensa realizada en territorio chileno la violación flagrante por parte de Chile del principio de libre tránsito contenido en el Tratado de 1904. “Este libre tránsito lo han convertido, lamentamos y quiero decirlo, en un verdadero negocio”. Choquehuanca inspeccionó la terminal por donde Bolivia circula el grueso de su comercio exterior.
Además del canciller Choquehuanca la delegación estuvo conformada por los presidentes de la bicameral Asamblea Legislativa, Gabriela Montaño y Alberto González. Tras recorrer por tierra unos 700 km que distan desde La Paz dijeron que habían comprobado los saltos que la administración privada del puerto se ha permitido con la carga y los transportistas bolivianos en contravención al precepto de libre tránsito de personas y mercaderías. “En la visita hemos identificado un gran número de normas que afectan al libre tránsito boliviano y que nunca han sido acordadas con Bolivia. Entre estas queremos mencionar impuestos aplicados unilateralmente”.
En un trato denunciado de indigno a su investidura de canciller de Bolivia, Choquehuanca dijo también haber conversado con grupos de camioneros bolivianos que le acercaron sus quejas sobre la aplicación de impuestos y multas que contravienen abiertamente el Tratado de 1904.
La visita del jefe de la diplomacia boliviana, que pareció erizar a la diplomacia chilena y perturbar a La Moneda, denunció que la administración del puerto de Arica ha instrumentado una serie de trámites onerosos para los transportistas bolivianos, con un fuerte contenido de abuso y discriminación.
El libre tránsito a la carga boliviana está estipulado en el Tratado de 1904 que dejó mediterránea a Bolivia.