Nadie controla la calidad del agua en 279 municipios
Bolivia tiene 279 municipios con un deficiente sistema de vigilancia de la calidad del agua, la consecuencia de ello es un elevado índice de enfermedades diarreicas agudas y fallecimientos, especialmente de niños menores de cinco años.
Por lo citado, el Ministerio de Salud, junto a su par de Medio Ambiente y Agua, presentó un curso virtual de gestión y vigilancia de la calidad del agua para el consumo humano.
“De los 339 municipios sólo 60 tienen una Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS), el resto, 279, no. Es decir que en esas regiones habrían condiciones deficientes del manejo de agua”, afirmó el jefe de la Unidad de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, Daniel Cruz, al aclarar que ese dato es una “presunción”, ya que aún no cuenta con datos oficiales.
De todas formas, considera que es necesario comprobar la calidad de agua que se consume para evitar enfermedades, especialmente en la población de niñas y niños porque “hay deficiencia en la verificación de la calidad de ese servicio”.
Cruz dijo que las EPSAS son las encargadas de hacer ese control en los municipios, pero en las regiones rurales el manejo de agua es precario.
Según Cruz, en esos municipios vulnerables las enfermedades diarreicas y la desnutrición crónica tienen relación con el agua que se consume.
De acuerdo con el jefe de la Unidad de Desarrollo Sectorial Gestión de Información del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, Enrique Torrico, en el país el 60% de la población del área rural no tiene acceso a agua potable, el resto consume de pozos y ríos, por eso aseguró que es importante capacitar a esa población sobre el acceso y uso del agua de los ríos, lagunas y hasta represas contaminadas.
Asimismo, aseguró que en Bolivia las fuentes superficiales de agua están en riesgo de ser contaminadas por la actividad agraria, ya que se usa químicos.
Los datos del Sistema Nacional de Información de Salud (SNIS) indican que la segunda causa de muerte de niños menores de cinco años es la diarrea.
“El 57% de las enfermedades diarreicas se presentan por condiciones medioambientales (…). Las más comunes son las enfermedades relacionadas con el agua, denominadas de origen hídrico , que pueden arrastrar virus, bacterias, protozoarios o químicos como plaguicida o metales pesados”, afirmó Cruz. Por eso, aseguró que la vigilancia de la calidad de agua debe ser continua para garantizar su consumo y evitar riesgos para la salud.
Es en ese contexto que ayer se lanzó el primer curso virtual-presencial “Gestión y vigilancia de la calidad del agua de consumo humano”, el cual tiene la finalidad de fortalecer las capacidades y conocimientos del personal de Salud.
En el curso, consistente en cinco módulos, participarán 112 técnicos y estudiantes egresados de Salud Ambiental de los nueve departamentos: 59 pertenecen a las ciudades capitales, 17 a municipios de seis departamentos y 14 estudiantes.
Por su parte, el viceministro de Salud, Álvaro Terrazas, afirmó que en este curso se hará énfasis en las enfermedades transmitidas por la contaminación del agua, para garantizar el acceso a un líquido vital de calidad.