FAB incursiona en el negocio de helicópteros y causa reacciones

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Foto: FAB

“Pronto habrá otra sorpresa para la Fuerza Aérea Boliviana (FAB); se creará otra empresa para prestar servicio al pueblo boliviano”, anunció el presidente Evo Morales ayer, durante el festejo del 65.º aniversario del Colegio Militar de Aviación, antes de avisar que el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, tenía ya el detalle del proyecto.

Ferreira confirmó que el Gobierno decidió la creación de una empresa estratégica del Estado de transporte en helicóptero, bajo administración de la FAB, “como el TAM (Transporte Aéreo Militar)”, para prestar servicios a empresas petroleras, mineras o de inspección meteorológica. 
Morales, que fue reconocido ayer por la empresa Airbus Helicopter, señaló que la FAB cuenta con 23 o 24 helicópteros en la actualidad, cuando en el inicio de su Gobierno, en 2006, solo se contaba con uno viejo.

Sobre esto, Ferreira explicó que en los próximos meses la flota de helicópteros se incrementará a 30 para que una parte de ellos sea de disposición de la nueva empresa de la FAB.
El ministro de Defensa señaló que la creación de la iniciativa tendrá lugar en la próxima sesión del gabinete de Gobierno, el siguiente miércoles.

A juicio del gerente general de Bolinter, Enrique Menacho, es una iniciativa que no se justifica porque, en el caso de la industria petrolera, las actividades están deprimidas y no hay perforación ni trabajos en lugares aislados ni complicados.

Ven competencia desleal
Desde Heliamérica, empresa que realiza operaciones y misiones especiales con helicópteros para el sector petrolero, minero y energético, el encargado de Desarrollo Comercial, Guy Mojica, indicó que la incursión de dicha empresa va en contra de los acuerdos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), del cual Bolivia es miembro, y del Convenio de Chicago de 1944, que establecen que las Fuerzas Armadas no deben brindar servicios comerciales. “Además de ilegal, va a generar un competencia desleal porque el Estado va a poner a disposición de una actividad comercial unos helicópteros comprados con impuestos de quienes tributan y una tripulación pagada por las Fuerzas Aéreas, también con plata de quienes contribuyen al erario”, dijo.

Para el economista en transporte aéreo, Jorge Valle Vargas, es una injerencia del Estado en las actividades económicas del sector privado. Cree que al tener privilegios administrativos y financieros va a generar una competencia perversa a los operadores, principalmente de Santa Cruz, que brindan los servicios aéreos que propone la FAB.

 

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