Chile aspira a convertirse en líder mundial en conservación marítima
A la creación de una extensa red de parques nacionales, Chile proyecta contar ahora con 1,6 millones de kilómetros cuadrados de áreas marinas protegidas, lo que convertirá el país sudamericano en uno de los líderes mundiales en conservación marítima.
De hecho, Chile es actualmente la quinta nación con mayor superficie marina protegida tras Estados Unidos, Australia, Nueva Caledonia y Nueva Zelanda, según registros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Desde 2014, Chile pasó del 4 por ciento al 46 por ciento de la zona económica exclusiva protegida, señaló la presidenta Michelle Bachelet durante el cuarto Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (AMPAC4), por sus siglas en inglés), celebrado recientemente en la región de Coquimbo, en el norte de Chile.
Durante su segundo mandato, que concluye en marzo de 2018, se crearon áreas marinas en el Archipiélago de Juan Fernández, con 480.000 kilómetros cuadrados, otra en Cabo de Hornos-Isla Diego Ramírez con 147.000 kilómetros cuadrados, y una en Rapa Nui (Isla de Pascua) con 700.000 kilómetros cuadrados.
“Vamos a tener 1.600.000 kilómetros cuadrados de Áreas Marinas Protegidas, que están entre las más grandes del mundo (…) Vamos a tener más Áreas Marinas Protegidas que territorio en el continente”, subrayó el canciller chileno, Heraldo Muñoz.
En el encuentro, en el que tomaron parte investigadores y científicos de unas 80 naciones, se abordaron, entre otros puntos, la relación entre Áreas Marinas Protegidas (AMP) y el cambio global, la importancia del vínculo estrecho entre las comunidades costeras y la conservación de los océanos, la revisión de casos exitosos de gestión y una visión compartida del futuro de las AMP y su importancia.
“Los océanos aportan la mitad del oxígeno que respiramos, absorben cerca del 25 por ciento del CO2 que emitimos cada año y ha absorbido más del 90 por ciento del exceso de calor causado por el cambio climático. Es decir, los océanos nos están protegiendo de eventos climáticos extremos”, señaló Dan Laffoley, subdirector de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas.
En tanto, la bióloga marina y fundadora de la iniciativa Mission Blue, Sylvia Earle, destacó las reservas marinas como depósitos de cambio climático, pues “son lugares críticos para mantener la estabilidad de los procesos globales”.
Las Áreas Marinas Costeras Protegidas son espacios que incluyen porciones de agua y fondo marino, rocas, playas y terrenos de playa fiscales (flora y fauna), recursos históricos y culturales, que la ley u otros medios eficientes colocan bajo protección para cuidar todo o parte del medio así delimitado.
En los últimos años el país, de poco más de 17 millones de habitantes, no sólo ha destacado por su compromiso en la protección de hábitats marinos prístinos y altamente endémicos. A comienzos de año, el Estado chileno recibió un total de 407.625 hectáreas de bosques nativos y especies de flora única, ubicadas en el extremo austral del país, donadas por la familia del filántropo estadounidense Douglas Tompkins.
La única condición que puso Tompkins, quien falleció en un accidente en 2015, fue que Chile se comprometiera a aportar más tierras a la concesión para crear áreas protegidas.
Materializado el convenio, el Gobierno chileno anunció entonces que se agregarían 949.000 hectáreas de terreno a la concesión, con lo que el país contará con una red de parques del tamaño de Suiza, el más grande de América Latina.
Las tierras donadas por los Tompkins servirán para la creación de los parques nacionales Pumalín, Melimoyu y Patagonia, a los que se unirán los ya existentes Hornopirén, Corcovado e Isla Magdalena.
Los seis serán parte de los 17 que se articularán en el futuro en la Red de Parques Nacionales de la Patagonia en una extensión de aproximadamente unos 2.000 kilómetros.
Enclavado en un valle entre el océano Pacífico y la cordillera de Los Andes, y con una longitud de unos 4.270 kilómetros desde la frontera con el Perú por el norte hasta el Cabo de Hornos por el sur y un ancho promedio de 177 kilómetros, Chile es el país más largo del mundo.
dpa
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