Es indiscutible que avanzamos a una velocidad alucinante en esta sociedad líquida llena de sorpresas, conjeturas y cambios trascendentales. El Che Guevara murió hace 50 años; un parámetro de las distancias que superamos. La Guerra Fría ha sido sustituida por la Revolución Tecnológica, que por supuesto también ha acortado distancias. La China se presenta ante los ojos del mundo como la primera potencia mundial; es tan real como los estragos generados por la corrupción y la irrupción de fenómenos que hacen temblar literalmente el planeta; la seguridad de que el mundo atraviesa una descomposición (des)ordenada. Es natural que los cambios generen confusión, pero lo improbable es que estos introduzcan aspersión con nuestras creencias cuando son firmes. La capacidad que tenemos de disgregar lo que está bien y lo malo. Creemos firmemente en estas páginas que las mentes lúcidas conviven con nosotros, tan cerca que a veces es difícil distinguir entre cercanía y distancia. Otra de las características de este tiempo es la proximidad. En ese rango y bajo el precepto de que también los públicos envejecen, nos hemos permitido más variedad en estas páginas y en nuestra versión digital. Más agilidad y consistencia para sustentar la cercanía con la materia del conocimiento en interacción con los que se acercan velozmente. Los decisores de un futuro amenazador, incierto y no por eso, menos apasionante.
Hugh Hefner
Dedicamos en estas páginas una breve sobre Huhg Hefner, fundador de Play Boy, revista que durante los años 60´ fue la voz de una generación abierta a todas las libertades permitidas; exponente de la revolución sexual que más tarde le permitió construir un influyente imperio mediático en todo el mundo. El aforismo metálico siempre es intrigante porque refleja la capacidad del progreso, no siempre blindado por la comodidad; en este caso por el impulso motor del ser humano a sorprender con las ideas de un cambio. Con menos de US $ 7.000 cuando comenzó hace por lo menos 70 años, Hefner murió a los 91 años acariciando los homenajes de un mundo altamente mediatizado como el que ayudó a construir a lo largo de los años.
Las Vegas
Masacre en Las Vegas -señal del progreso desenfrenado-, no es el título de un libro; ni el de una persona ni de dos, es el de miles de almas sumergidas a diario en los excesos. La imagen anterior a la masacre del pasado dos de Octubre fue la que regalaron Mayweather vs McGregor, una pelea que derivó en el mayor espectáculo del año; una bolsa expuesta de lleno entre aviones de colección, yates, rubias intensas y morenas de infarto. Las novelas que conducen por la 53 a Las Vegas, no son un mérito de sus lagos artificiales, su escases de agua resuelta, o sus placeres; es la imagen de una tragedia en curso. La ruleta ese día jugó fuera de los casinos al rojo 58, que no evitó de ninguna manera que la lujuria y los placeres sigan funcionando.