Galenos cubanos trabajan en Bolivia sin aval del CEUB ni del Colegio Médico

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Foto: ABI

El Ministerio de Salud otorga en Bolivia la matrícula profesional a más de 800 galenos cubanos y a más de 5.000 bolivianos graduados en la  Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de Cuba. Ellos no  cuentan, sin embargo,  con el aval del Sistema Universitario Boliviano ni del Colegio Médico, instituciones que argumentan que su formación no equivale  al 70% de los programas de estudio nacionales. Los aludidos ratifican su legalidad profesional y denuncian una campaña de desprestigio.

El diciembre pasado, en pleno paro médico, una brigada de galenos  cubanos llegó al país para atender a la población.  La ministra de Salud, Ariana Campero-ella también titulada por la ELAM- , informó que esos profesionales extranjeros eran “los mismos colaboradores que trabajan” en Bolivia desde   2006.

Su llegada  en medio del conflicto provocó protestas. “El Gobierno quiere despedirnos porque trajeron médicos cubanos, que no cumplen con los niveles de formación”, advirtió    una de las representantes del Colegio Médico de La Paz, Rosario Ruíz.  El ente colegiado nacional no reconoce a los galenos titulados por la ELAM.

Títulos  ELAM

Aunque los títulos profesionales  de la ELAM sean convalidados por el ministerio de Educación, éstos no cuentan con el aval del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB).

“Por resolución, ninguna universidad del sistema nacional convalida estos títulos porque el pénsum de la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba no cumple el 70% de materias que tiene   el programa de estudios en Bolivia u otros países de la región”, informa el decano de la Facultad de Medicina de la UMSA, Gustavo Mendoza Ríos.

Explica que, como establece el reglamento de títulos y grados del CEUB, para obtener la convalidación  universitaria los graduados en la ELAM  pueden someterse a un examen teórico-práctico de equivalencia.  Si el postulante aprueba y cumple con el Servicio Social de Salud Rural Obligatorio de seis meses en el país, requisito para cualquier profesional de salud, se convalidará su título.

El postulante que no dé el examen o aquel que repruebe podrá optar por la nivelación académica; lo que implica inscribirse a cualquier universidad del sistema   para cursar las materias que le faltan hasta completar el mínimo del 70% del programa.

“Los médicos graduados en Cuba no tienen la formación de los que estudian en Bolivia ni en otros países de la región, por eso el Colegio Médico no puede darles su matrícula profesional”, explica el doctor Rolando Gonzales. Miembro del tribunal de ética del ente colegiado de la Paz.

Cita la Ley 3131 del Ejercicio Profesional Médico que establece que se considera  profesional médico quien haya  culminado sus estudios,  reconocidos por el Ministerio del área de Salud y acreditados por el Colegio Médico de Bolivia.

“Los médicos pueden ejercer en Bolivia si tienen aval del Ministerio de Educación y del ente colegiado. Los formados en la ELAM  no tienen el aval del Colegio Médico”, asegura Gonzales,  pediatra y catedrático universitario.

Formados en la escuela de Cuba

Hay más de de 5.000 bolivianos graduados en la Escuela Latinoamericana de Cuba. Sus asociaciones  aseguran que estudian seis años para obtener el título que les faculta a ejercer su profesión legalmente, que sus títulos son reconocidos y que cuentan con matrícula.

El 3 de enero, la Asociación Nacional de Médicos graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina, en un comunicado, ratificó: “Contamos con la respectiva carga horaria para la homologación de los títulos en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, porque somos tan bolivianos como todos los demás formados en nuestro país o en otro país del mundo. Contamos con título académico y demás documentación que acredita nuestra formación, emitido por esta prestigiosa institución con reconocimiento a nivel internacional”.

El documento añade que los médicos de la ELAM: “han cursado los seis años de carrera universitaria y los seis meses de Servicio Social de Salud Rural Obligatorio, dispuestos por los Servicios Departamentales de Salud -SEDES- de los nueve departamentos del país. Los SEDES han emitido a cada médico la respectiva resolución administrativa de cumplimiento del servicio social para el posterior trámite del título en provisión nacional”.

“Tenemos miembros de nuestra institución desarrollando la residencia médica en los distintos hospitales del país, los cuales se han sentido hoy muy afectados por este tipo de declaraciones que carecen de veracidad”, recalca el comunicado.

Roberto Carlos Tomichá es natural de Riberalta. En 2005 ganó una beca para estudiar en la ELAM. “Fue una gran alegría porque era la posibilidad de cumplir mi sueño de toda la vida; ser médico para ayudar a las personas”, cuenta el actual vicepresidente de la Asociación de Médicos Graduados en la ELAM. Ese año, con él, partieron rumbo a la isla 150 jóvenes bolivianos procedentes  de todo el país.

“Estudiamos fuerte y duro durante seis años. No teníamos lujos pero nunca nos faltó lo necesario gracias a la beca. Nuestro compromiso  era esforzarnos para aprender y regresar al país”.

Cuando volvió a Bolivia  hizo su servicio social en una comunidad chácobo. “Nosotros vamos a todas partes del país, trabajamos con sensibilidad y compromiso -sostiene-. Por eso rechazamos a los que dicen que no tenemos la formación”, enfatiza el médico que trabaja actualmente en el pueblo beniano de San Andrés.

 

“Vemos un ataque, nos quieren desprestigiar, nos discriminan. ¿Por qué? Si nosotros somos profesionales”, sostiene.

Brigadas médicas cubanas

En 2006 hubo graves inundaciones a raíz de fenómeno de El Niño. Ese año llegó el primer contingente de médicos cubanos precisamente para atender a damnificados de zonas alejadas.

La presencia de las brigadas médicas no cesó y fue ratificada mediante un convenio  firmado entre Bolivia y Cuba. De ello ya han pasado 12 años.

La evaluación de la primera década de trabajo de las tropas cubanas, en 2016, fue positiva:  730 trabajadores de la salud, desplegados  en 440 municipios  de los nueve departamentos,  prestan 40 tipos de servicios diferentes con 30 especialidades. “Se han realizado 62 millones de consultas”, era la evaluación de la Brigada Médica Cubana (BMC).

En 2017, las brigadas cubanas realizaron 13 ferias de salud gratuitas  en los nueve departamentos del país y atendieron a más de 70.000 pacientes. Además, como cada año, participaron en las ferias de atención La ruta del Che.

Los galenos cubanos trabajan en Bolivia con el aval del Ministerio de Salud, pese a los reclamos del Colegio Médico que insiste en que su formación  es sólo técnica. Según el ente colegiado, hay denuncias de mala praxis médica de estos galenos, que están  en proceso de  investigación.

Consultados sobre estos y otros temas por este medio, los responsables de las brigadas médicas cubanas informaron que tenían instrucción de no hacer declaraciones sino mediante la embajada de su país. Página Siete pidió una entrevista a la delegación diplomática y la respuesta fue que por orden del embajador no habrá declaraciones.

Denuncia de negligencia sin resultados

En 2008, el asambleísta  de UD Arturo Murillo denunció a tres médicos cubanos por un caso denegligencia. El paciente, Agustín Tuco Yampi, había sufrido la extirpación de sus dos riñones. “Ofrecieron llevar a Tuco a Cuba para tratarlo pero él ha desaparecido”, dice ahora Murillo.

“El paciente se había caído en Villa Tunari y el doctor decidió extirparle un riñón pero no advirtió que debido a una malformación congénita sus dos riñones estaban unidos en forma de herradura. Lo que supone que el riñón extirpado constituía el único riñón que tenía, por lo cual la vida de la víctima corría  peligro” , cuenta el actual senador Murillo, que entonces era diputado por Cochabamba.

“La embajada se comprometió a llevarse al paciente y ya no se sabe nada. Tampoco del médico que le extirpó los riñones”, asegura el asambleísta opositor que presentó la denuncia a Derechos Humanos y al Colegio Médico.

De acuerdo a Murillo, ese caso le llevó a investigar que hay denuncias de negligencia contra los médicos cubanos. “El país necesita atención médica y toda ayuda es bienvenida, pero que sea de médicos no de técnicos que no están al nivel de los profesionales bolivianos”, sostiene.

Médicos cubanos: “Vinimos a Bolivia  con  la misión de ayudar”

“Siempre quise estudiar medicina,  y acceder a la beca de la ELAM me dio la oportunidad”, asegura Elizabeth Terrazas Rojas, que es médico del programa Mi Salud en el pueblo de La Higuera, allí donde fue ejecutado hace medio siglo el Che.

Nació en el municipio cruceño de Pucará, Terrazas atiende a las 37 familias de la zona, que se encuentran en comunidades muy distantes una de otra. “Atendemos a 245 familias y yo cada día hago rondas y visito a mis pacientes, como don Vicente que tiene 92 años y hay que llevarle su Carmelo”, cuenta la doctora que es mamá de Alan, de cinco años.

Cuenta que en Cuba estudió seis años. Y que su inspiración fue el legado de Ernesto Che Guevara, quien fue médico. “Yo he crecido con las historias del Che que son muy fuertes en esta zona “, dice.

En La Higuera, el centro médico es atendido por el doctor cubano Juan Ramón Novoa, quien llegó el año pasado junto a su esposa, la también médico general Oremaría Ribero, como parte de las brigadas cubanas.

“La ayuda cubana está acá desde 2006. Prestamos muchos servicios, desde atender la salita de emergencias médicas -que tiene un electrocardiograma, un desfibrilador y una incubadora- hasta realizar arreglos en la comunidad y difundir el mensaje del Che”, dice con acento caribeño.

En el edificio del centro médico que es también la escuela de La Higuera está la casa de los médicos. No quiere decir cuál es la remuneración que recibe  por su trabajo en Bolivia. “Nuestra misión es ayudar”, sostiene.

“Llegamos a lugares (en Bolivia) donde no llegan los médicos”, declaró  hace un mes  a Página Siete el jefe de asistencia médica nacional de la Brigada Médica Cubana (BMC), Ariel Rodríguez, en una de las ferias de salud instalada para mitigar los efectos del paro.

“Incluso hay lugares de muy difícil acceso, como  Chapare, donde las brigadas cubanas realizamos más de 20.000 atenciones en seis comunidades durante tres días en una feria gigantesca. En  Chapare había personas que nunca habían visto un médico y esas ferias posibilitaron a la población acceder a atención”, aseguró el galeno.