Que no escuche el Pedro

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Era una simple conversación entre los dos. Algo trivial y sin mucha importancia. Una pareja  conversando sobre la renovación de su casa. Ni siquiera la casa entera. Había que adaptar el sótano para convertirlo en salón de juegos. Sin embargo, en la conversación alguno de los dos mencionó la palabra “Pedro”. Fue suficiente para que despierte el asistente “Pedro”, así denominado el Sistema Inteligente de Amazon que ayuda en el manejo de una casa con las mismas características.

“Pedro” siempre duerme a medias. De esta manera funciona, que al escuchar su nombre comienza a cumplir órdenes. “Pedro” graba todo lo que escucha y guarda lo grabado en el servidor de Amazon con el que está conectado todo el tiempo, claro está.

La siguiente palabra que se registró de la conversación de esta pareja fue enviar. “Pedro”, tímidamente preguntó: “¿a quién debo enviar?” La pareja no tomó en cuenta la voz de “Pedro”, pues su conversación estaba concentrada en su nueva sala de juegos. “Pedro” registró una palabra que parecía el nombre de un contacto de teléfono móvil de la esposa y envió la conversación a su email.

Al día siguiente el esposo de la amiga en cuestión informó sobre el email que contenía la conversación completa de la pareja aconsejando a sus amigos apagar a “Pedro” ya que todo parecía una peligrosa presencia de algún maniático cibernético con serias sospechas de espionaje. Así fueron descubiertos todos los detalles de la futura sala de juegos. Felizmente, está conversación era muy inocente y trivial. ¡Imagínese si “Pedro” hubiera grabado una charla más seria y de alcance mayor!  Podría imaginarse usted que por descuido de los presentes, “Pedro” grabe una conversación cuyas consecuencias podrían cambiar el curso de una decisión política, económica o amorosa.

De verdad que una asistente del tipo cibernético como lo es “Pedro” tiene sus ventajas en la época moderna actual. Una trabajadora de casa es más segura no hay duda.