Ministros interpelados salen aprobados en caso Quiborax

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Foto: APG

Los ministros de Justicia Héctor Arce y de Minería Cesar Navarro  recibieron  este miércoles un voto de confianza de la mayoría oficialista en la Asamblea Legislativa, por las gestiones realizadas ante la chilena Quiborax, en  medio de gritos de “Bolivia dijo no” y pancartas de “robapatrias”, expuestas por la oposición que asistió sin derecho a voz, al acto de interpelación planteado por dos diputados del Gobierno.

Los dos tercios del oficialismo fueron aplastantes a la hora de la votación, luego que ambos ministros respondieran 12 preguntas formuladas por los diputados Víctor  Borda y  Betty Yañíquez, durante una sesión que duró cerca de cinco horas y que fue transmitida por Bolivia Tv, pero que cuando eran interrumpidos por el “Bolivia dijo no”, el canal estatal distraía por unos minutos la emisión.

Gabriela Montaño presidió la sesión de la Asamblea y fue la encargada de someter a consideración de la moción de “orden del día puro y simple”, mientrtas desde la bancada opositora, los diputados y senadores exigían preguntar a los ministros que, por efectos del reglamento, no pueden participar de la votación.

“Auto interpelación”, “Evo decía que todo cambiaría, mentira, mentira…”. Esos fueron los gritos de los opositores, exhibiendo carteles alusivos al 21F, en una sesión inédita por la presencia del expresidente Carlos Mesa, quien junto a sus colaboradores se apostaron en uno de los balones del hemiciclo parlamentario.

Nunca antes un expresidente de la república asistió a un acto de fiscalización ordinaria, pero en este caso justificaba su asistencia, porque deseaba escuchar los argumentos de quienes lo responsabilizan, en este caso Navarro y Arce, de que el Estado se vea obligado a pagar 42.6 millones de dólares por indemnización la empresa chilena, a la que en 2004 le revirtió sus concesiones.

Los diputados interpelantes declararon su conformidad con los argumentos expuestos por los ministros, con quienes un día antes se reunieron en la Vicepresidencia, generando la susceptibilidad de los opositores, porque suponían que el resultado ya estaba acordado.