Trump amenaza a Honduras por la caravana migrante
El presidente estadounidense Donald Trump amenazó con frenar la asistencia al gobierno hondureño si este no pone fin a una caravana de unas dos mil personas, en su mayoría de Honduras, que cruzaron hacia Guatemala esta semana con la intención de llegar a Estados Unidos.
“Estados Unidos le ha informado claramente al presidente de Honduras que si la caravana de personas que va hacia EE. UU. no es detenida y regresada a Honduras ya no habrá dinero ni ayuda”, tuiteó Trump.
El cruce de personas comenzó el viernes 12 de octubre desde San Pedro Sula. Los integrantes de la caravana van a pie y en vehículos; en lunes cruzaron hacia Esquipulas, Guatemala, después de pasar por dos puntos de revisión policiales.
Algunos estiman que hay entre mil quinientas y dos mil personas en el grupo.
En años recientes, decenas de miles de hondureños y otros centroamericanos han emigrado hacia el norte para huir de la violencia, la pobreza o una combinación de ambos. Algunos suelen moverse con ayuda de caravanas: grupos semicoordinados cuyo tamaño les provee algo de seguridad contra los muchos peligros en el trayecto, como asaltos, violaciones y extorsiones.
Las caravanas se han vuelto eventos casi anuales desde hace tiempo y, en general, transcurren sin mucha atención internacional.
Sin embargo, a principios de este año un grupo de migrantes llamó la atención de Trump, quien publicó varios mensajes en Twitter en los que acusó a la caravana de que representaba un riesgo a la seguridad estadounidense. Usó al grupo migratorio como ejemplo de por qué debían movilizarse más agentes de la Guardia Nacional de Estados Unidos a la frontera.
Esa caravana del Viacrucis Migrante, en la que también participaron muchos hondureños y que en algún momento tuvo más de 1200 personas, llegó a la frontera de México con Estados Unidos. Después de un intento de cruce por Tijuana, a varios se les permitió pasar para solicitar asilo; otros se quedaron en México, regresaron a sus países o buscaron pasar de manera ilegal a Estados Unidos.
En esa ocasión Trump también amenazó con retirarles la asistencia al gobierno hondureño y a “los países que permiten que esto pase”.
Katie Waldman, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, dijo en un comunicado que la caravana actual “es resultado de los bien publicitados y conocidos vacíos legales del mecanismo de detener y soltar”, en referencia a aquellos migrantes sin documentos que son arrestados en la frontera al intentar cruzar y luego liberados en lo que se procesan sus solicitudes migratorias o de asilo.
“Hasta que actúe el Congreso seguiremos teniendo fronteras abiertas de facto que garanticen más futuras ‘caravanas’ y números récord de familias que entran ilegalmente al país”, aseguró Waldman.
Pese a las advertencias de Trump, no queda claro cómo el gobierno hondureño podría frenar el paso de los migrantes, sobre todo ahora que se encuentran en territorio guatemalteco. El presidente Juan Orlando Hernández no había hecho declaraciones públicas al respecto hasta la publicación de este artículo.
La caravana actual se formó un día después de que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, les exigió a los presidentes salvadoreño, guatemalteco y hondureño que trabajen más para detener la migración de sus ciudadanos.
“Díganle a su gente: ‘No pongan en riesgo a sus familias al iniciar el trayecto peligroso hacia el norte con la intención de entrar ilegalmente a Estados Unidos'”, les dijo Pence durante una reunión en Washington.