El macabro asesinato del periodista saudí Khashoggi

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Foto: BBC

Una trama de tráfico de armas que involucraría al régimen de Arabia Saudí y secretos clasificados son apenas dos en una larga lista de revelaciones que el periodista de investigación Jamal Khashoggi conocía sobre otros tantos asuntos que apuntaban a la monarquía saudí. El escenario del crimen no podría haber sido peor: las mismas instalaciones del consulado de Arabia Saudí en Turquía al que el periodista llegó buscando una autorización para casarse. Una semana después de su misteriosa desaparición se acabó confirmando que que Khashoggi fue torturado brutalmente antes de morir. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan dijo que su Gobierno investigará los móviles del crimen hasta las últimas consecuencias y repudió que agentes diplomáticos y los servicios de inteligencia saudíes estén involucrados en un hecho que podría cambiar la relación que han mantenido en el mundo árabe.

Esas declaraciones vinieron acompañadas de más pruebas sobre la misteriosa desaparición del periodista encontrado con el rostro desfigurado y varios miembros de su cuerpo cercenados. La cadena norteamericana de noticias CNN divulgó imágenes de un supuesto agente de inteligencia saudí, vestido con la ropa del periodista, que salía por la puerta de atrás del consulado en Estambul y luego visita algunos lugares emblemáticos de la ciudad, como la Mezquita Azul, dos horas después de que se vio al periodista ingresar a la delegación consular.

También se supo que uno de los agentes saudíes que supuestamente tuvieron que ver con la muerte del periodista, se comunicó varias veces desde el consulado con el despacho del príncipe heredero Mohammed Bin Salmán, según un diario turco cercano al gobierno de Ankara. “Aquí está el perro”, fueron las palabras de uno de los agentes involucrados en el asesinato del periodista. Esto, según los investigadores, es una prueba de que existía un plan para asesinar al periodista.

A pesar de las evidencias sobre la participación de la realeza, el Gobierno de Arabia Saudita divulgó un comunicados indicando que se trató de un “lamentable accidente”, luego de una pelea en el interior del consulado al que había llegado Khasshoggi para solicitar un papel necesario para casarse con su prometida turca.

En principio, la versión del Gobierno saudí apuntó a que Khashoggi había abandonado por sus propios medios el consulado, como lo probarían esas imágenes que se repasaron en la cadena CNN, pero la verdad es que el periodista nunca salió del lugar y fue asesinado, como lo acaban de reconocer autoridades de su propio Gobierno, luego de las intensas presiones internacional para que aclarara qué sucedió con el columnista de uno de los diarios más prestigiosos e influyentes del mundo, The Washington Post.

El agente de inteligencia, que guarda cierto parecido con la contextura de Khashoggi, y tiene más o menos la misma edad, fue identificado como Mustafá Al Madani, que formaba parte del grupo de 15 agentes de inteligencia que el día de la desaparición del periodista, viajó desde Riad hasta Estambul para aparentemente preparar la celada contra el periodista crítico del Gobierno del rey Salmán Abdulaziz y de su príncipe heredero, Mohammed bin Salmán.

Al agente se le ve con la misma ropa de Khashoggi, barba falsa y gafas, pero no con los mismos zapatos. Luego se lo ve caminando en los alrededores de la famosa Mezquita Azul de la ciudad. Khashoggi había solicitado con anterioridad un registro de su estado civil para su boda. Es así que el consulado lo citó el martes 2 de octubre para entregárselo. El periodista llegó a la sede consular con el temor de que algo le podría pasar, y por eso había alertado a su prometida, quien lo esperaba a las afueras del lugar y a algunos de sus amigos periodistas.

Desde entonces se han conocido a cuenta gotas, a través de filtraciones a la prensa cercana al Gobierno del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, detalles de la investigación realizada por las autoridades turcas, en el sentido de que el periodista habría sido torturado, se le habrían cercenado los dedos antes de decapitarlo, y que su cuerpo habría sido sumergido en ácido, detalles que se han ido confirman do al pasar de los días.

El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, Adel al-Jubeir, dijo que el asesinato fue llevado a cabo por una “operación malvada” que luego trato de encubrirlo, pero que el príncipe heredero bin Salmán no tenía ningún conocimiento del hecho. Pero los turcos parecen no estar muy convencidos de las versiones saudíes.

El asesinato del periodista Khashoggi fue “planificado”, afirmó un responsable político turco, quien agregó que los autores habían desplegado “esfuerzos consecuentes” para disimularlo. “Estamos frente a una situación que fue salvajemente planificada y a un despliegue de esfuerzos consecuentes para disimular” ese asesinato, declaró en una conferencia de prensa en Ankara Omer Celik, portavoz del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

 

21 días después de la desaparición

Según la cadena británica Sky News, los restos del cadáver fueron encontrados “descuartizados”. El medio, añadió que la cara del columnista fue “desfigurada” por sus verdugos. Los restos fueron hallados en el jardín de la residencia del cónsul saudí, Mohamed Otaibi, quien regresó a Riad el 16 de octubre; el Gobierno de Ankara llevaba días presionando a Riad para poder acceder a la legación donde se produjo el crimen, protegida por inmunidad diplomática, y justo un día antes de que equipos turcos la registraran fue cuando se marchó el funcionario.

Sobre las llamadas que se habrían hecho desde el consulado, al despacho del príncipe heredero, el diario ‘Yeni Safak’, muy cercano al Gobierno, asegura que Maher Abdolaziz Mutreb, un miembro del equipo del heredero saudí, llamó por teléfono móvil cuatro veces al jefe del gabinete del príncipe desde el consulado. Bedr el Asakir, director de la oficina del príncipe heredero, recibió cuatro llamadas de Maher Abdolaziz Mutreb hechas con un teléfono móvil desde el despacho del cónsul en el Consulado de Estambul después del terrible asesinato”, aseguró el diario, que no menciona ninguna fuente para verificar esta información. El diario afirma que otra llamada tuvo como destino un número en Estados Unidos. Varios medios turcos y estadounidenses han informado que Maher Abdolaziz Mutreb pertenece a la comitiva que acompañó al príncipe heredero saudí durante varios viajes internacionales este año.