Rupturas, sorpresas y peleas en el cierre de binomios para primarias

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Foto: Los Tiempos

Ya están los nueve binomios, los 18 rostros que buscarán posicionarse en las elecciones primarias del 27 de enero. El cierre de las inscripciones del cuestionado proceso electoral tuvo de todo: la ruptura de último minuto de la Alianza Bolivia Dice No, la candidatura sorpresa del binomio de Pan-Bol con la dirigente Ruth Nina, las agresiones de militantes del MAS a Rafael Quispe y la exclusión de la candidata Norma Piérola.

La jornada comenzó temprano. Pan-Bol madrugó con la inscripción de la dirigente de las esposas de policías Ruth Nina y el exfiscal Leopoldo Chui. A media mañana, Tercer Sistema, del gobernador Félix Patzi, dejó su documentación, pero no fue hasta la tarde que oficializó a su acompañante, la enfermera Lucila Mendieta. Tras el rechazo de Nina (que terminó en Pan Bol) y la activista Xiomara Klinsky, la candidatura recayó en la joven militante de MTS Chuquisaca.

La candidatura más esperada -y más rechazada- llegó a mediodía. Un tumulto de funcionarios y bases esperó a Evo Morales y Álvaro García Linera, del MAS. El Presidente prometió dar una “paliza” a la derecha e hizo el “blooper” del día al perder uno de sus zapatos en el ingreso al Tribunal Supremo Electoral (TSE).

El momento más tenso se vivió con la inscripción de Rafael Quispe. El diputado opositor, que apareció en las listas del MAS tras el fallo en el padrón de militantes, se registró para competir con Morales y García en las primarias. “Ellos son candidatos truchos, el TSE les va a inhabilitar y sólo quedaría nuestro binomio”, aseguró. Su acompañante, la exdirigenta del Conamaq, Juana Calle, dijo que las bases del MAS los respaldan.

Quispe recibió duros insultos por seguidores del MAS que se acantonaron en puertas del TSE. Incluso le quitaron su sombrero. Nada de eso le intimidó y dejó su documentación en ventanillas del TSE. Sin embargo, su postulación corre riesgo, ya que la normativa indica que las candidaturas deben ser presentadas por los delegados.

En la tarde se presentaron dos frentes más. La alianza Comunidad Ciudadana, que postula a Carlos Mesa y Gustavo Pedraza. El expresidente acompañó su inscripción con una carta en la que pidió al TSE que incluya en el análisis de los requisitos el respeto al artículo 168 de la Constitución, que prohíbe la reelección. Aseguró que si es Gobierno recuperará la democracia y la institucionalidad.

El binomio de UCS, formado por el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y el pastor Humberto Peinado, se inscribió sin sobresaltos y sin discursos, al igual que la dupla del MNR, compuesta por el tarijeño Virginio Lema y el paceño Fernando Untoja. Pocos seguidores acompañaron estos registros y no hubo actos especiales.

Ruptura

Otra sorpresa fue la ruptura de la alianza Bolivia Dijo No, conformada por Demócratas y UN. Las negociaciones fueron duras y no hubo consensos, por lo que Samuel Doria Medina dio por roto el pacto, declinó su candidatura, así como la participación de su partido en las elecciones. También definió apoyar la candidatura mejor posicionada, que sería la de Carlos Mesa.

Esto molestó a su aliado, que en un comunicado tildó de “cobardía política” la decisión del partido amarillo y aseguró que la salida de UN no afectaba la presentación de su binomio. Más tarde, el TSE declaraba improcedente la ruptura de la alianza y ya en la noche, se presentó el binomio Óscar Ortiz-Edwin Rodríguez.

 

PIÉROLA QUEDA FUERA Y FPV LLEGA AL ÚLTIMO

Cerca de las 23:00, el PDC presentó su binomio Jaime Paz-Paola Barriga. El otro binomio, Norma Piérola-Alaín Rivero, no pudo ingresar al TSE porque su delegado no estaba acreditado. Fuertes insultos, empujones y golpes se cruzaron en el ingreso, y al final Piérola no fue inscrita.

En tanto, el FPV anunció en la tarde que conversaba con Jorge Quiroga para presidenciable, pero cerca del cierre, a medianoche, presentó al binomio Israel Rodríguez y Ariel Hurtado, dos ciudadanos poco conocidos en el ámbito político.

 

DOS VOCALES DENUNCIAN AMENAZAS Y PIDEN GARANTÍAS

El vicepresidente del TSE, Antonio Costas, y la vocal Dunia Sandóval denunciaron amenazas y solicitaron a la Defensoría del Pueblo garantías para su trabajo y su integridad.

David Tezanos confirmó la información y aseguró que ya se solicitó a todas las instancias del Estado que se activen los mecanismos de protección para los dos miembros del TSE.

Las amenazas, según Tezanos, habrían sido públicas, a través de declaraciones difundidas por diferentes medios de comunicación.

El pasado 6 de noviembre, el vicepresidente del TSE, Gerardo García, advirtió que el TSE deberá someterse a las consecuencias si es que inhabilita a su binomio Evo Morales-Álvaro García.

Colectivos ciudadanos también advirtieron con procesos a los vocales si habilitan a la dupla del MAS.

El Defensor convocó a las organizaciones sociales, políticas y plataformas ciudadanas a respetar la independencia del Órgano Electoral y a prescindir de toda forma de presión.

 

ANÁLISIS

Marcelo Arequipa. Analista político y docente universitario

El rompecabezas de los binomios

Tenemos un grupo de binomios a los que genéricamente los llamo como los aburridos de la política. Este grupo está integrado por el binomio oficialista y por el de Carlos Mesa con Gustavo Pedraza. Este grupo destaca por mantener una actitud tradicionalista y conservadora, no se animan a salir y transgredir más allá de sus fronteras de simpatizantes más cercanos, aquí no valen experimentos de fusión gourmet sino mantener lo más cohesionadamente posible a su núcleo de simpatizantes. Otro grupo de binomios al que genéricamente los llamaré como la anécdota de la política, su intención de voto es bastante limitada y, por lo mismo, están dispuestos a cargar las tintas en las fórmulas de los perfiles de sus candidatos por demás polémicos: una abogada mediática, un pastor evangélico con perfil académico, un exponente teórico del katarismo. En un tercer grupo están los denominados como la moneda sin leyenda, en la moneda boliviana junto con el valor nominal de ésta reza: “la unión es la fuerza”. Hasta aquí la alianza integrada por UN y Demócratas daba señales correctas de estarse comportando como un partido institucionalizado, midiendo bien los tiempos electorales; pero finalmente eso terminó siendo una prueba piloto fallida de lo que se espera en el futuro sea el comportamiento más recurrente de los partidos en Bolivia.