Qué hay detrás del mayor déficit comercial de Estados Unidos en una década

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Foto: Getty Images

Llegó a la Casa Blanca prometiendo que disminuiría el déficit comercial de Estados Unidos.

Sin embargo, bajo el gobierno de Donald Trump el déficit aumentó a US$621.000 millones en 2018, el más alto en una década.

Eso quiere decir que Estados Unidos importa más productos de los que vende al extranjero.

Y a pesar de los aranceles impuestos por Washington a sus socios comerciales con la idea de bajar ese déficit, la brecha sigue ensanchándose.

De hecho, China sigue teniendo el mayor superávit comercial con Estados Unidos, seguida de la Unión Europea y México.

¿Es el déficit algo malo? No necesariamente, dicen los expertos, dado que en muchas ocasiones es una señal de que la economía anda bien porque los consumidores y las empresas tienen más dinero para gastar.

1. El fuerte crecimiento de EE.UU.

El alza del déficit comercial no tiene por qué ser una mala noticia, ya que suele reflejar una economía en plena expansión, como es el caso de EE.UU., donde el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó en 2018 cerca de 3%, dicen economistas consultados por BBC Mundo.

En ese contexto, hay bajo desempleo (3,7%) y un apetito insaciable de la población por los productos que vienen desde el extranjero, especialmente desde China, como celulares, ropa o autopartes.

“Si el gobierno de Estados Unidos quiere culpar a alguien por el déficit comercial, no hay que mirar más allá de nosotros mismos”, le dice a BBC Mundo Kimberly Clausing, profesora de economía de la Universidad de Reed, en Portland.

“Un déficit comercial simplemente te dice que un país está consumiendo más de lo que produce”.

Históricamente, la última vez que el déficit comercial de EE.UU. bajó significativamente, fue durante la crisis económica que provocó efectos devastadores entre 2007 y 2009.

Sin embargo, el presidente Trump ha presentado el déficit como una derrota para el país que debe ser corregida.

2. El recorte de impuestos

Paradójicamente, el déficit aumentó, en parte, por el recorte de impuestos de US$1,5 billones puesto en práctica por la Casa Blanca hacia finales de 2017, porque mucho del dinero extra disponible dinamizó la economía, señalan analistas.

Pero además, hizo que el gobierno se endeudara para enfrentar una disminución de los ingresos federales cercana al 1% del PIB, algo que también contribuyó a ensanchar la brecha.

“Nuestro endeudamiento internacional es la otra cara de nuestro déficit comercial”, agrega Kimberly Clausing.

3. Los socios comerciales se han desacelerado

Mientras Estados Unidos creció con fuerza, los socios comerciales avanzaron más despacio.

China enfrenta una desaceleración económica y las proyecciones de crecimiento a largo plazo no son tan optimistas como en el pasado.

Europa tampoco ha mostrado un buen desempeño. Esta desaceleración se traduce en que los consumidores extranjeros y las empresas gastan menos, tanto en los productos importados desde EE.UU. como en los producidos localmente.

4. Alza en el valor del dólar

“La desaceleración económica en otras partes del mundo ha contribuido al alza del dólar”, dice Michelle Fleury, corresponsal de Negocios de la BBC para Estados Unidos.

“Eso hace que las exportaciones estadounidenses sean más caras y menos competitivas“, y los productos extranjeros relativamente más baratos.

“Por supuesto que una caída económica ayudaría a reducir el déficit comercial. ¿Pero quién quiere eso?”, agrega.

KathyBostjancic, jefa de Mercados Financieros en Estados Unidos del centro de estudios Oxford Economics, le dice a BBC Mundo que, finalmente, el déficit comercial se explica por la coincidencia de varios elementos, entre los cuales destaca el fuerte crecimiento de la demanda doméstica, impulsada por menores impuestos y mayor gasto gubernamental.

A eso se agrega, explica, una “actividad económica extranjera más lenta, el dólar más fuerte, y el aumento de aranceles a los productos estadounidenses”.

La Casa Blanca ha proyectado que la economía de Estados Unidos podría volver a crecer al 3%, aunque con el lento crecimiento global, economistas plantean dudas respecto a esa meta.

Pero si llegara a cumplirse, es probable que el déficit comercial siga creciendo, poniendo en jaque una de las promesas de campaña del presidente.