La obsesión de Silicon Valley con el sufrimiento como virtud

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Foto: 20Minutos

Los millonarios de Silicon Valley deberían estar en el mejor momento de su vida ahora mismo. John Doerr, uno de los primeros inversionistas de Amazon y Google, dice que este momento es la “acumulación legal de dinero más grande de la historia”.

Aun así, las personas acaudaladas en Silicon Valley parecen determinadas a sentirse miserables. Se someten a meditaciones dolorosas y silenciosas durante semanas a la vez. Sufren de hambre por días… a propósito. Presumen de bañarse con agua fría por la mañana. La notoriedad es su medalla de honor.

Así que las pistas más útiles para entender a Silicon Valley en la actualidad provienen de la filosofía antigua que prefieren: el estoicismo.

El estoicismo, una antigua escuela griega del pensamiento, argumentaba que los únicos tesoros reales en la vida eran las virtudes interiores, como el dominio de uno mismo y la valentía. Los estoicos ofrecían tácticas para soportar el dolor y el placer sin quejarse.

Estas virtudes se enaltecen en el sitio web de una nueva firma de cabildeo dirigida a los emprendedores, Cicero Institute (Instituto Cicerón). La organización comenzó discretamente el año pasado, y tiene como propósito defender los intereses de las empresas emergentes.

Su página de inicio está adornada con una cita de Cicerón, un filósofo y estadista romano que adoptó gran parte de los sistemas éticos del estoicismo y que se mantuvo escéptico de su metafísica: “Siempre he pensado que la falta de popularidad provocada por hacer lo correcto no es en absoluto una carencia de popularidad, sino la gloria”.

Mientras las acciones de la bolsa aumentan a pesar de las crisis, mientras una nueva ola de riqueza se abre paso en el oeste estadounidense, y los ascensos y los pagos llegan a pesar de los escándalos, el viejo mantra de que todas las empresas emergentes salvarán al mundo ahora parece vacío. Sin embargo, los principios del estoicismo -que, según una interpretación, argumentan que el mundo y su estructura actual de poder están bien establecidos tal como están- se ajustan perfectamente a la actualidad.

¿De verdad esto es una tendencia?

El estoicismo ha sido la filosofía viral de preferencia “durante un momento” por años -o dos décadas, según algunas perspectivas-. El tema del estoicismo suele mencionarse en Silicon Valley en términos del mantenimiento de la vida personal. Las empresas emergentes pequeñas y grandes creen que su misión es hacer que las transacciones de la vida no tengan fricciones y sean placenteras. Sin embargo, los ejecutivos que crean esos productos y servicios están convencidos de que una vida agradable a pedido los hará débiles. Así que intentan atraer el dolor.

“Siempre estamos cómodos”, dijo Kevin Rose, fundador de Digg, en una entrevista en Daily Stoic, un blog popular entre la comunidad tecnológica de estoicos. Rose dijo que intenta incorporar prácticas en su vida que “imiten” el entorno de nuestros ancestros y sus desafíos cotidianos: “Puede tratarse de cosas sencillas como caminar bajo la lluvia sin una chaqueta o usar mis sandalias cuando cae la nieve en diciembre y saco a pasear al perro por las mañanas”.

Tim Ferriss, el popular gurú de estilo de vida en la región, escribió en su blog que el estoicismo es “un ‘sistema operativo’ ideal para prosperar en entornos de mucho estrés”.

Elizabeth Holmes, fundadora de la desastrosa empresa emergente de diagnósticos médicos Theranos y estrella de un nuevo documental de HBO acerca de su colapso, a menudo citaba Meditaciones de Marco Aurelio. Los trabajadores tecnológicos de base suelen tener más de un texto estoico en su librero.

Y Combinator, la incubadora de empresas emergentes, incluye A Guide to the Good Life: The Ancient Art of Stoic Joy, de William B. Irvine, en su lista de lecturas sugeridas para emprendedores, una guía para encontrar el antiguo gozo del estoicismo. Los libros de Ryan Holiday sobre cómo llevar una vida más fácil gracias al estoicismo son especialmente populares, y presentan una renovada perspectiva de esta corriente filosófica para los novatos. (Holiday es uno de los autores de The Daily Stoic, un libro de meditaciones diarias para los que gustan de correr descalzos y cazar con arco y flecha).

También están los fundadores de empresas que quizá no se llamen estoicos, pero que practican algunos de sus principios. Incluyen a Jack Dorsey, director ejecutivo de Twitter, a quien le gusta caminar 8 kilómetros para llegar al trabajo todos los días y medita en silencio diez días cada año. Hace poco habló de “prepararse uno mismo un baño frío” y “una comida al día” en la grabación de un pódcast con Ben Greenfield, un predicador de la salud.

¿Por qué les atrae el estoicismo?

Ada Palmer es profesora de Historia Moderna en la Universidad de Chicago y novelista. Sus libros son populares en Silicon Valley, y a menudo va ahí de visita para cenar con los trabajadores tecnológicos.

“Es muy interesante ver esa especie de letargo triste”, dijo Palmer. “Cuando tienes 37 años, eres rico, estás jubilado y no eres feliz, es algo que te deja perplejo”.

A ella le parece lógico que recurran al estoicismo. Dijo que se trata de “una terapia maravillosa contra la pena y las anteojeras de la carrera de ratas”.

“Gran parte del estoicismo tiene que ver con sentirte tranquilo en el interior”, dijo.

Eso les funciona a los líderes empresariales. Otras escuelas de pensamiento durante el ascenso del estoicismo en la antigüedad habían advertido que la política y la búsqueda de riquezas solo llevaría al estrés y el riesgo, dijo Palmer, y algunos animaban a la gente a retirarse de la vida activa e incluso renunciar a las propiedades. Pero el estoicismo no hacía eso.

En cambio, los estoicos creían que todo en el universo ya es perfecto y que las cosas que parecen negativas o injustas en secreto son buenas. La filosofía resulta útil si ya crees que los ricos deben ser ricos y que los pobres deben ser pobres.

“La nueva popularidad del estoicismo entre la gente del sector tecnológico es, según mi perspectiva, sorprendentemente similar a la popularidad del estoicismo entre las élites poderosas de la Roma antigua”, dijo Palmer. “Mientras Roma invadía, el estoicismo aumentó su popularidad porque era el único sistema ético que les funcionaba bien a los ricos y poderosos”.

¿Por qué es importante?

El Instituto Cicerón llega en un momento de tensión en Silicon Valley, de la mano de una persona con una historia complicada en ese lugar.

Joe Lonsdale, quien fundó el instituto junto con su esposa, Taylor, también es fundador de Palantir, la firma de análisis datos que desde hace mucho está inmersa en una controversia debido a su apoyo a la vigilancia y el mantenimiento predictivo del orden. En 2015 The New York Times Magazine informó sobre su relación con una estudiante de licenciatura, quien lo acusó de abuso sexual. Él negó los cargos. Lonsdale se volvió amigo de Peter Thiel -cofundador de Pay Pal- en Stanford y, como Thiel, ha arremetido en contra de “los guerreros de la justicia social”.

La furia pública en contra de las grandes empresas tecnológicas está creciendo, y los líderes políticos han empezado a darse cuenta.

El Instituto Cicerón promete luchar a favor de las oportunidades de negocio de los emprendedores enfocándose en la desregulación, con énfasis especial en facilitar la creación de empresas emergentes en torno a las prisiones, la atención médica y la educación. Lonsdale propone que “los contratos privados de las cárceles vinculen los incentivos financieros con las medidas de desempeño”, por ejemplo.

Cicerón, por su parte, se retiró, pero después volvió a entrar a la arena política cuando vio el aumento de la corrupción. Al final por eso lo asesinaron.

Sobre el personaje que da nombre al instituto, Palmer dijo: “Eligieron al que sale de la pasividad cuando hay una crisis para intentar evitar un golpe de Estado”.