Bolivia capta la menor inversión extranjera de los últimos 12 años

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Foto: Getty Images

Se acentúa el clima de desaceleración económica en Bolivia. El reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) da cuenta de que la Inversión Extranjera Directa (IED) en el país, disminuyó un 56% en 2018 con respecto a 2017, el nivel más bajo desde el año 2007 y el de menor valor de Sudamérica (sin contar Venezuela).

El documento indica que la IED llegó a $us 316 millones el año pasado, apenas un 0,8% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en 2017 se alcanzó los $us 712 millones, lo que significa $us 397 millones menos. Incluso el vecino Paraguay, otrora rezagada en esta lista, superó a Bolivia con $us 545 millones en 2018.

La inversión extranjera alcanzada por Bolivia es la más baja desde el año 2007 cuando se obtuvo un valor de $us 366 millones, debido principalmente, explica el informe, a que las industrias extractivas (minería e hidrocarburos), no han vuelto a recuperarse a los niveles del 2011 o 2012, cuando los precios internacionales de estos commodities estaban en su auge, siendo además de Bolivia, los países de Chile, Colombia y Perú, los más damnificados en ese periodo.

Oportunidades y proyecciones

En este sentido, entre las oportunidades para incrementar la IED en Bolivia y la región, la Cepal identifica a la producción e industrialización del litio, tomando en cuenta que Sudamérica concentra el 72% de las reservas mundiales.

También hace hincapié en la agroindustria y manufacturas como sectores que pueden atraer inversiones en el país.

A pesar de que en 2018 la IED creció un 13% en América Latina y el Caribe, para Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo regional, las perspectivas para el 2019 en América Latina y el Caribe, no son alentadoras por el contexto internacional. “Se espera una caída de hasta un 5% en las entradas de IED”, sentenció.

La mirada del Gobierno

El Ministerio de Economía y Finanzas evitó referirse a la caída de la IED entre 2017 y 2018, reflejada en el informe de la Cepal. Sin embargo, resaltó la Inversión Extranjera Directa Neta al primer trimestre de 2019 que, alcanzó los $us 53 millones, cifra superior a la registrada en similar periodo de 2018, cuando se anotó un flujo negativo de $us 16 millones.

“Se explica principalmente por los menores pagos de dividendos extraordinarios en el sector de la minería, junto a una mayor reinversión de utilidades”, indican desde la cartera ministerial.

Según los datos oficiales del Gobierno, en la composición de la inversión directa bruta recibida, los principales receptores fueron hidrocarburos ($us 98 millones), industria manufacturera ($us 81 millones) y otros servicios ($us 27 millones), los cuales representaron un 96,7% del total recibido. Acerca de la Cepal, el Ministerio de Economía afirmó que la entidad resaltó los acuerdos para industrializar el litio, firmados en 2018 entre la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos y dos empresas extranjeras. Ambos proyectos con una inversión superior a los $us 3.000 millones.

En la misma línea de optimismo se pronunció el representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Bolivia, Alejandro Melandri, al destacar que Bolivia mostró en los últimos años un desarrollo económico “muy fuerte”, en un escenario internacional cambiante. “Yo creo que, en los últimos años, Bolivia ha mostrado un desarrollo muy fuerte económicamente y un crecimiento que se ha reflejado en tasas importantes”, dijo Melandr

Ajustar el modelo económico

Ibo Blazicevic, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), resaltó que mientras en Bolivia las inversiones disminuyeron, en los demás países se ha incrementado; por ejemplo, en Ecuador se creció un 127%, en Brasil aumentó un 25,7%.

En tanto que Perú recibió 19 veces más que Bolivia y Chile, 18 veces.

“El hecho de que Bolivia en 2018 sea el país con menor inversión extranjera directa en Sudamérica, es una señal de atención para que el sector público mejore las condiciones para la inversión privada nacional y extranjera”, manifestó el titular de los industriales.

También detalló que se requiere mejorar las condiciones laborales, tributarias, de tramitología, la Ley de Inversiones, la Ley de Arbitraje, eliminar la Ley de Creación de Empresas Sociales y generar incentivos para impulsar la inversión privada, y atraer los capitales extranjeros.

“En suma, se requiere un ajuste en el modelo económico para atraer inversión privada y revertir la posición de último país en Sudamérica en recibir IED”, expresó Blazicevic.

Efecto en inversiones locales

Para Roberto Laserna, director del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), la caída de la IED se reflejará de a poco en las inversiones locales, lo que demuestra un debilitamiento de la economía nacional que tiende a agudizarse éste y el próximo año.

También explicó que la inversión extranjera en el país apenas representa medio por ciento de la participación en toda América Latina, proviniendo estos recursos en su mayoría de reinversión de utilidades y préstamos entre empresas, mientras que los nuevos aportes de capital llegan al 15%.

“Es preocupante porque demuestra una caída en la confianza de los inversionistas y eso se va a reflejar de a poco en los emprendimientos locales, porque una compañía grande que invierte, requiere de proveedores, empresas de servicios y otros, entonces las firmas nacionales restringirán sus propias inversiones”, explicó Laserna.

Asimismo, dijo que el Gobierno está tratando de que la desaceleración económica no sea notoria, a través del endeudamiento. Sin embargo, considera que esta no es una solución a largo plazo, “principalmente cuando no se invierten adecuadamente esos recursos económicos”.

Otro indicador a la baja

Alejandro Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, afirmó que al igual que los ingresos de los hidrocarburos, el valor de las exportaciones y las reservas internacionales, la IED está regresando a los niveles de 2006 a 2008, porque Bolivia demostró que no es un país confiable y atractivo para invertir, con aspectos centrales en cualquier país como la seguridad jurídica, incentivo a las inversiones, manejo fiscal favorable y relaciones bilaterales que no estén supeditados a la política.

“Aún no estamos hundidos en una crisis, pero es alarmante el camino por el que vamos”, dijo Akamine y agregó que incluso las remesas ($us 552 millones a mayo) son muy superiores a las IED.

 

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