Del arte de escribir y transmitir sinceridad

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Con el propósito de dar a conocer e integrar la literatura brasileña en el acervo cultural de Bolivia, la embajada del Brasil, invitó a tres reconocidos escritores de ese país para participar en la XXIV Feria Internacional del Libro La Paz 2019. Un esfuerzo destacable y un reto ya que la literatura en idioma portugués es poco traducida al español y, por tanto, poco difundida en los países hispanos, lo que no ocurre con la literatura de habla castellana en Brasil.

A pesar de la ajustada agenda de los literatos, la revista dat0s tuvo la oportunidad de entrevistarse con ellos en la residencia de Brasil con las atenciones del embajador Octávio Henrique Dias García Côrtes, y extraer un poco de la magia combinada con un toque de misterio y profundidad de los escritores al hablar.

¿Se puede vivir de ser escritor?

No siempre -responde Ana Paula Maia, escritora de ficción y guionista, autora de 7 libros -, seguramente si ya tienes un prestigio y un recorrido, tal vez. Pero los escritores son también periodistas, diseñadores, profesores, traductores, guionistas o cualquier otra cosa que los ayude a vivir. Normalmente no se vive de ser escritor.

Por otra parte, para el escritor Indígena Daniel Munduruku, autor de 52 libros para niños, los escritores de libros infantiles pueden sobrevivir de la literatura porque hay mayor demanda de textos escolares a través de programas del gobierno que promueven la producción y compra de libros. De esta manera, este tipo de escritores consiguen mayor repercusión de su trabajo en la sociedad brasileña. En cambio, los escritores de lecturas para adultos tienen mayores dificultades porque Brasil es un país que lee poco. El brasileño lee muchas cosas -comenta-, pero no tiene la costumbre de leer ni comprar libros. Entonces, la literatura no se sustenta y los autores tienen que buscar otro tipo de trabajos y no pueden darle dedicación exclusiva al oficio de escritor.

¿Existe algún Incentivo estatal a la literatura?

Daniel: Durante 15 años el gobierno promovió la lectura sobre los pueblos indígenas y descubrió que los profesores no tenían material para enseñar y que los niños no tenían acceso a libros, por tanto, abrieron convocatorias para la creación y producción de estos. A partir de 2016 se minimizó el incentivo para la compra de libros por parte del gobierno central y los gobiernos federales. No solo eso, la tendencia en la formación ahora, apunta a la tecnificación y especialización de conocimientos en detrimento de otros saberes de mayor reflexión y crítica, como la filosofía.

¿Cómo es el proceso de creación literaria para ti? ¿Te toma mucho tiempo escribir?

La literatura puede ser muchas cosas, la cabeza va por caminos inesperados, dice Julián Miguel Barbero Fuks , escritor desde hace 17 años y autor de 5 libros en los que procura transportar algo de la vivencia personal del pasado y el presente. Yo soy lento para escribir -menciona-, demoro mucho en encontrar lo que tengo que decir y no me interesa escribir mucho, me interesa escribir lo que sea importante para mí, desde una sinceridad, que es un valor de la literatura que hace algunos siglos se defendía como uno de los más importantes. Tolstoi defendía la sinceridad como el punto fulcral de un escritor y eso se perdió, pero para mí lo sigue siendo. Tengo que tener algo que decir, sino no tiene sentido. Algo que tenga un valor mínimamente auténtico y tratar de decirlo con el máximo cuidado porque justamente no se lee mucho ¿por qué voy a ofrecer algo prematuro o no tan dedicado y complejo como debe ser? Demoro cuatro años en cada libro más o menos y son libros cortos. Para mí la literatura es una preocupación cotidiana pero no es un ejercicio necesariamente cotidiano. Me dicen “para vos es fácil porque sabes escribir, así que el texto te va a salir” y no es así, casi lo contrario. Escribir tiene que tener un sentido más, una razón de ser, algo que sea fuerte, suficiente para que te mueva a hacerlo y casi siempre no lo es. Entonces, sigue habiendo la misma dificultad que todos tenemos para escribir y los escritores lo viven comúnmente.

¿Sobre qué escribes, qué te inspira escribir?

Ana Paula: Me encanta hablar sobre los hombres y sus trabajos un tanto distintos, por ejemplo: de bomberos, recogedores de animales muertos en las carreteras. Me encanta hablar de la muerte porque todos vamos a morir un día, me encanta hablar de esas cosas que causan espanto, que incomodan. No me gusta hablar de cosas buenas, a mí me gustan las sombras. A mí me gusta vivir en la luz, pero me gusta escribir en las sombras.

Daniel: Escribo sobre la temática indígena, intento mostrar a través de mis textos la diversidad cultural, la diversidad lingüística y la sabiduría y tradiciones o el modo de ser que los pueblos indígenas conciben.  Procuro transmitir estas enseñanzas a niños y jóvenes para que preserven esa riqueza que Brasil tiene y que, infelizmente, los brasileños desconocen.

En Brasil son 360 pueblos indígenas, se habla 74 lenguas, es una diversidad muy grande. Yo procuro contar la historia de estos pueblos de los cuales existen 60 grupos que nunca tuvieron contacto con la sociedad brasileña.

¿Qué me puedes decir sobre las traducciones del portugués al castellano y viceversa?

Daniel: Los autores brasileños son muy poco traducidos en países que hablan español, pero en Brasil sí se traduce libros de otras lenguas. Es decir, no hay un retorno en la traducción, los autores brasileños no traducen al español y a otros idiomas. Eso un problema porque la cultura andina, maya, azteca, inca y otros, tienen bastantes cosas que son traducidas en Brasil, mas no conocen sobre los pueblos indígenas de Brasil, inclusive se puede encontrar y conocer sobre la cultura de Australia, Nueva Zelandia, África. Cuando no hablamos la misma lengua, tenemos dificultadas para hacernos comprender. Aun así, eso no es barrera para que los pueblos indígenas no puedan encontrarse porque la cultura indígena es similar en varias culturas del mundo, más aún cuando tenemos los mismos problemas, como la destrucción y el uso de la naturaleza. Entonces, esa falta de retorno en la traducción, sí es un problema porque infelizmente no logramos juntar las fuerzas para encontrar una ruta común.

¿Qué puedes decirme de la piratería y los derechos de autor en tu país?

Ana Paula: No tenemos escritores suficientes para tener libros piratas. A mí me encantaría tener libros piratas, sería un indicio de que la gente lee. Pero, no tenemos este problema, infelizmente, y no tenemos muchos lectores. Ahora, por otra parte, también el mercado editorial vive un momento de crisis, no solo en Brasil, en todo el mundo. Hay poca gente que lee y somos más de 200 millones de personas en Brasil. La producción de libros es buena pero el consumo muy pequeño.

¿Por qué la gente no lee o lee poco?

Ana Paula: Por el factor educativo, la gente no es estimulada. Las personas pueden comprar libros baratos. Es decir, los libros son accesibles a la población, hay ventas de libros usados, espacios de lectura, uno puede encontrar libros en 5, 10 reales. Nota de redacción: un dólar equivale a 4 reales.

¿Qué papel juega la literatura en la actualidad?

Julian: Vivimos un momento de plena discusión. La política nunca fue tan presente como ahora, en una especie de desesperación por los movimientos que estamos viviendo, que eran también completamente inesperados. que surgiera un grupo tan fuerte de extrema derecha que tomara el poder en Brasil, era algo que no imaginábamos hace 10 años, era imposible de prever. Entonces, hay una necesidad de intercambiar ideas, de pensar soluciones, buscar maneras de oponerse a eso y cambiar el rumbo de las cosas. La literatura participa de ese movimiento, eso se nota; porque el gobierno -entre otras atrocidades que comete- persigue a la cultura en general, a artistas, escritores y los tiene como enemigos. Por ello, se nota también que la literatura y el arte tienen más importancia de la que pensábamos. Si esta gente adopta a los artistas y escritores como enemigos, es porque hay una voz que incomoda. Es así que empezamos a preocuparnos por producir literatura para hacer frente a todo lo que está pasando. Es un proceso que solo está en su inicio, no sabemos a dónde vamos, pero se evidencia en varios escritores una preocupación por tratar de contemplar el presente, tratar de hacer de la literatura más que viejas historias y diversiones. De tocar y dejarse tocar.

¿Existe una paradoja entre tecnología y literatura?

Julian: La tecnología te permite acceso a todo tipo de cosas y varios lugares que eran cautivos del ejercicio de leer, como buses, trenes, aviones… lugares de espera. Está todo el mundo mucho más conectado en otras cosas y se lee menos -me parece-, también por eso. Encontrar un vacío y un silencio que tienden a ser más propicios a la lectura, es algo más difícil porque estamos todos muy conectados, muy atentos a todo. Entonces ¿cuándo llega el tiempo de ensimismarse y preocuparse con otras cosas? Pensar en otra temporalidad, no tan urgente. La literatura exige una vivencia, una experiencia más lenta del mundo que tal vez la tecnología no ofrece. Siento que se hace más difícil para todo el mundo leer simultáneamente. Por otra parte, tenemos más acceso a la literatura, es más fácil conseguir un libro. Sí, es una paradoja. Entonces, si podemos simplemente elegir leer, si tenemos la capacidad, la concentración para leer, es el mejor momento de la historia para tener acceso a muchas cosas al mismo tiempo y conocer autores de otros países. Así que sería más fácil, pero por alguna razón, se hizo más difícil. Aun así, siento que la literatura no pierde importancia, sigue teniendo impacto, sigue encontrando su lugar, tal vez, justamente por esa paradoja, para que sea una reiterada invitación a la contemplación y reflexión más profunda.

 

 

Daniel Munduruku Escritor indígena, graduado en filosofía, tiene licenciatura en Historia y Psicología. Doctor en Educación en la USP, tiene un post-doctorado en lingüística por la Universidad Federal de San Carlos. Director presidente del Instituto UKA – Casa de los Saberes Ancestrales. Autor de 52 libros para niños, jóvenes y educadores, es Comandante de la Orden del Mérito Cultural de la Presidencia de la República desde el 2008. En 2013 recibió un título honorifico en la categoría Grã-Cruz, el más importante título oficial otorgado a un ciudadano brasileño en el área de cultura. Miembro Fundador de la Academia de Letras de Lorena. Recibió diversos premios en el Brasil y Exterior entre ellos, el premio Jabuti (2003 y 2017), Premio de la Academia Brasileña de Letras, Premio Érico Vanucci Mendes: Premio a la Tolerancia (otorgado por la UNESCO). Muchos de sus libros recibieron el sello Altamente Recomendable, otorgado por la Fundación Nacional del Libro Infantil y Juvenil. En 2017 fue contemplado con el Premio Jabuti, en la categoría Juvenil. Ganador del Premio de la Fundación Bunge por el conjunto de su obra e actuación cultural, en 2018. Reside en Lorena, interior de SP.

Ana Paula Maia es escritora y guionista. Posee siete romances publicados, entre ellos, “De ganados y hombres”, “Así en la tierra como debajo de la tierra”, vencedor del premio San Paulo de literatura 2018 y “Entierre a sus muertos”. Sus libros están traducidos en Alemania, Argentina, Francia, Italia, Estados Unidos, España y Serbia. Las próximas ediciones serán publicadas en Holanda, Grecia e Israel. Es guionista de TV y desarrolla series dramáticas. En Argentina sus últimos libros han sido publicados por la editora Eterna Cadencia.

Julián Miguel Barbero Fuks Nacido en 1981, Julián Fuks es un escritor brasileño de descendencia argentina. Es autor de ““A resistência”:” (La Resistencia) (Compañia de Letras, 2014), um romance autoficcional que trata de adopción, exilio y militancia, libro vencedor de los premios Jabuti, Saramago Oceanos y Anna Seghers. Es también autor de “Procura do romance” (Búsqueda del romance) (Record, 2011), e Historias de literatura e cegueira (Historias de literatura y Ceguera) (Record, 2007), ambos finalistas de los principales premios nacionales. Tiene una maestría en literatura hispano-americana y es doctor en teoría literaria en la Universidad de San Pablo, estudiando la teoría y la historia del romance. Algunos de sus libros y textos ya fueron traducidos a 9 idiomas y publicados en diferentes países.

(Fuente: Embajada del Brasil)