El MAS deja la economía en crisis, pero Evo culpa al actual Gobierno

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Las dificultades económicas en Bolivia cobran fuerza. Entre 2014 y 2019, las Reservas Internacionales Netas (RIN) cayeron un 57 por ciento. La producción de gas bajó en 24 por ciento. La deuda externa subió en 78 por ciento y el déficit comercial ratificó su quinto año consecutivo al llegar a -748 millones de dólares en octubre pasado.

Expertos economistas advierten que estos resultados negativos son producto de la dependencia económica de la venta del gas y del endeudamiento externo para el financiamiento de proyectos no rentables, aspectos que caracterizaron al Gobierno de Evo Morales. Sin embargo, el exmandatario busca responsabilizar al Gobierno de transición de la inminente crisis.

Cuando Morales estuvo asilado en México defendió el proceso de nacionalización de los recursos naturales. Calificó de golpista a la presidenta  Jeanine Áñez y dijo que ella está gobernando con tanques, helicópteros y bala. Ya en Argentina, aseveró que en la gestión de Áñez puede haber fraude “de verdad”. También acusó al Gobierno de buscar al Fondo Monetario Internacional (FMI) y de acudir a créditos del Banco Central de Bolivia (BCB) para pagar sueldos. En síntesis, Morales busca hacer creer que en menos de dos meses el nuevo Gobierno causa una crisis económica en el país.

Sin embargo, los indicadores demuestran que esa crisis que el país se apresta a soportar viene desde hace al menos cinco años. Datos del BCB, al 29 de noviembre de 2019 (Morales dejó el Gobierno el 10), revelan que las RIN cayeron a 6.460 millones de dólares, es decir, 28 por ciento menos que los 8.946 millones de 2018 y 57 por ciento menos que en 2014, cuando se llegó a 15.123 millones.

De acuerdo al economista Alberto Bonadona, las RIN caen desde hace cuatro años como resultado del bajón de precios de materias primas que afectaron directamente a las exportaciones de gas del país. Considera, además, que la caída se agudizó en los últimos meses de 2019, debido a una mayor demanda de dólares como resultado de la inestabilidad político económica.

El descenso de producción de gas, en 24 por ciento los últimos cinco años, es otro factor alarmante. En 2014 Bolivia alcanzó una producción de 59,37 millones de metros cúbicos día (MMm3d), mientras que a noviembre de 2019 baja a 45,22, según datos de la Gobernación de Tarija. El economista Germán Molina considera que el problema surge por no haber descubierto nuevos yacimientos, pues el volumen disponible fue bajando con el crecimiento del mercado interno y las demandas de Brasil y Argentina.

La deuda externa es otro indicador creciente. Datos del BCB, al 31 de agosto de 2019, reflejan que llegó a 10.746,9 millones de dólares, un 78 por ciento por encima de lo registrado en 2014, que fue de 6.035,7 millones.

Molina señala que el Gobierno de Morales reemplazó la caída de ingresos del gas con deuda externa a partir de 2015, y que dichos recursos fueron destinados a financiar proyectos de infraestructura sin retorno económico.

Bonadona aclara que existen términos para honrar las deudas y que ello dependerá de las medidas que adopten las nuevas autoridades en el campo de las exportaciones.

La balanza comercial también tiene problemas. Según datos del IBCE, a octubre de 2019, el saldo comercial era de -748 millones de dólares, una diferencia marcada con relación a los 2.339 millones registrados en 2014, la última gestión con superávit.

Para Molina, el déficit comercial surge por haber gastado más de la capacidad del país. Citó ejemplos como el financiamiento a proyectos de inversión para la generación de electricidad, la construcción del Ingenio

Azucarero San Buenaventura y proyectos encarados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) que ameritan de la importación de equipos costosos.

En síntesis, la crisis económica que se avecina es el efecto de los últimos cinco años de la gestión del MAS, no del nuevo Gobierno.

 

El economista Germán Molina sugiere reducir gastos en publicidad estatal para honrar la deuda externa.

 

RENTABILIDAD DE PROYECTOS, EN DUDA

El economista Alberto Bonadona cuestiona el manejo de la economía en el Gobierno de Evo Morales y afirma que no hay un proyecto con impacto esperado. “Lo que sí ha habido son gastos enormes en comisiones, en pagos sin recibir el producto”, dice y agrega que Morales “dejó una economía muy mal parada” y los proyectos de su Gobierno no coadyuvan al crecimiento.

 

CIFRAS DE LA ECONOMÍA

La economía de Bolivia no atraviesa por su mejor momento. Fue golpeada a partir del año 2015 cuando cayeron los precios internacionales y bajaron las exportaciones de gas natural.

6.460 millones de dólares. Es el monto de las Reservas Internacionales Netas (RIN) de Bolivia al 29 de noviembre de 2019. En la gestión 2014, durante la bonanza de precios, alcanzó a 15.123 millones.

78% Subió la deuda externa. En 2014 la deuda externa llegó a 6.035 millones de dólares, sin embargo, a octubre de 2019, ascendió a 10.746,9 millones. Hubo más gasto público por ser año electoral.

5 años consecutivos de déficit comercial reporta Bolivia en 2019. A octubre, el saldo comercial fue de -953,5 millones de dólares. En 2014 el saldo comercial fue de 2.339 millones.

24% cae producción de gas. En 2014, la producción alcanzó un promedio de 59,37 MMm3d, mientras que en 2019 se redujo a 45,22 MMm3d. El descenso es acompañado de la caída de precios.

896 millones de dólares. Es el valor de la deuda de Bolivia a China a mayo de 2019. El gigante asiático encabeza la lista de países con los cuales Bolivia tiene préstamos bilaterales.

40.581 millones de dólares. Es el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia a 2018. Los servicios públicos, el sector agropecuario y la industria manufacturera encabezan el aporte.

48 días lleva Jeanine Áñez como presidenta de Bolivia. Asumió el 12 de noviembre, dos días después de la renuncia de Evo Morales, Álvaro García Linera, entre otras exautoridades.