El británico Michael Houghton y los estadounidenses Harvey J. Alter y Charles M. Rice fueron los galardonados este año con el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento del virus de la hepatitis C.
La Asamblea del Nobel del Instituto Karolinska, la encargada de elegir al ganador del Nobel en el área médica, destacó que los tres virólogos “han hecho una contribución decisiva a la lucha contra la hepatitis de transmisión sanguínea, un importante problema de salud global que causa cirrosis y cáncer de hígado en personas de todo el mundo”.
El organismo añadió que con sus estudios, los científicos habían ayudado a salvar millones de vidas aislando e identificando el virus, permitiendo que los suministros de sangre en todo el mundo fueran examinados para detectar la hepatitis C y evitando la transmisión de la enfermedad.
El descubrimiento permitió que “ahora existan análisis de sangre altamente sensibles para el virus que prácticamente han eliminado la hepatitis por transfusión en muchas partes del mundo”, explicó la entidad, con sede en Estocolmo.
La hepatitis -o inflamación del hígado- es una enfermedad prehistórica y algunos la consideran una de las principales plagas que han afectado a la salud humana a lo largo de los tiempos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 325 millones de personas en todo el mundo padecen esta afección de forma crónica y 1,4 millones mueren cada año por esta causa.
Es la segunda enfermedad infecciosa más mortífera después de la tuberculosis y las más comunes son la hepatitis A, B o C.
Hepatitis C
La hepatitis C, en la que los tres premiados con el Nobel centraron sus estudios, es una de las variantes más dañinas y letales de las hepatitis virales.
Se cree que la mayoría de los que la contraen son personas que compartieron agujas con alguien infectado o que recibieron transfusiones de sangre contaminada con el virus (antes de 1990 no se revisaba la sangre donada en busca de este virus).
Harvey J. Alter nació en Nueva York y ejerció durante años en la Universidad de Georgetown, hasta que en 1969 se reincorporó al Instituto Nacional de Sanidad (NIH), una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.
Fue codescubridor de un antígeno clave para detectar el virus de la hepatitis B,
Más tarde encabezó un proyecto en el Centro Clínico del NIH que creó un almacén de muestras sanguíneas utilizadas para descubrir las causas y reducir el riesgo de hepatitis asociada a las transfusiones.
Nombrado en 2002 miembro de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) y del Instituto de Medicina de Estados Unidos, fue investigador principal de estudios para identificar la hepatitis C.
Michael Houghton, nacido en Reino Unido, ha ejercido en su país y también en Canadá, donde ha continuado prácticamente toda su carrera al frente del departamento de Virología de la Universidad de Alberta.
Junto con su equipo, identificó la secuencia de fragmentos de ADN a partir de ácidos nucleicos encontrados en la sangre de un chimpancé infectado.
La mayoría de estos fragmentos provenían del genoma del propio chimpancé, pero los investigadores predijeron que algunos habrían derivado del virus desconocido, lo que permitió su localización.
Desde su laboratorio, considerado puntero en los estudios del virus, se ha investigado la replicación del virus y las respuestas inmunes innatas que limitan la infección. Su grupo también está desarrollando nuevos modelos experimentales en animales y en cultivos.
Semana de Premios Nobel
Con el anuncio de este lunes se abre la semana en la que se darán a conocer los ganadores del resto de Premios Nobel: Física (martes), Química (miércoles), Literatura (jueves), Paz (viernes) y Economía (lunes de la próxima semana).
El premio asciende este año a US$1,2 millones y es el primero de los Nobel que se anuncia.
La totalidad de los galardones se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del fundador, Alfred Nobel, en actos paralelos en Estocolmo, para los científicos, de Literatura y Economía, mientras que el de la Paz se celebra en Oslo.
El Premio Nobel de Medicina recayó el año pasado en William Kaelin y Gregg Semenza y Peter Ratcliffe por su investigación sobre cómo sienten las células y se adaptan al oxígeno disponible.