El francés Alan Aspect, el estadounidense John Clauser y el austríaco Anton Zeilingier fueron reconocidos por el Instituto Karolinska por sus trascendentes descubrimientos en nuevas tecnologías basadas en información cuántica. Según la academia sueca, este grupo de científicos puso los cimientos para “una nueva era” con “experimentos innovadores” y que dan acceso a “herramientas con un potencial inesperado”.
La ronda anual de distinciones del prestigioso premio Nobel continuó este martes 4 de octubre con el reconocimiento a un trío de científicos que llevó la investigación en el campo cuántico a otro nivel.
Los galardonados fueron el austríaco Anton Zeilingier, el francés Alain Aspect y el estadounidense John Clauser, quienes desarrollaron trabajos sobre el poder de la mecánica cuántica y que sus resultados abrieron una era para nuevas tecnologías en el rubro que “dan acceso a herramientas con potencial inesperado”, según catalogó el Instituto Karolinska de Estocolmo.
La prestigiosa entidad describió que los ganadores “llevaron a cabo experimentos innovadores utilizando estados cuánticos entrelazados”. El desarrollo de elementos experimentales de este trinomio marca un una “nueva era de la tecnología cuántica”.
Se trata de tener la capacidad para “manipular y gestionar estados cuánticos y todas sus capas de propiedades”. El desarrollo de este campo “está comenzando a encontrar aplicaciones” con nuevos elementos, agregó el Instituto, incluyendo computadoras cuánticas, redes cuánticas y comunicación cifrada segura.
En un aspecto más técnico, el Karolinska explicó que el premio de este año fue decidido por los experimentos de fotones entrelazados que establecieron “la violación de las desigualdades de Bell” y transformaron a los científicos en “pioneros en la ciencia de la información cuántica”.
La mecánica cuántica permite que dos o más partículas existan en un marco denominado “estado entrelazado”. Es decir, que lo que le pasa a una partícula determina lo que le sucede a la otra.
Zeilinger y su equipo de investigación demostraron un “fenómeno llamado teletransportación cuántica”. Esto hace posible “mover un estado cuántico de una partícula a otra a distancia”, detalló la academia sueca.
Por su parte, Aspect levantó una configuración “para cerrar una laguna importante”. Lo que hizo fue modificar la “medición después de que un par entrelazado dejó su fuente”, por lo que la configuración preexistente no podía afectar al resultado.
En tanto que Clauser construyó un aparato que emitía dos fotones entrelazados simultáneamente, donde cada uno hacia un filtro que probaba su polarización. Esto violó la desigualdad de Bell y coincidió con los lineamientos de la mecánica cuántica.
Este trinomio se suma a Svante Pääbo, ganador del premio de Medicina el lunes por sus estudios en la evolución humana, y continuarán con los de Química, Literatura, de la Paz y de Economía.
Con EFE y Reuters