Cinemateca Boliviana salvaguarda los tesoros de la historia del cine boliviano
El cine en Bolivia comienza con las primeras proyecciones cinematográficas a finales del siglo XIX. Años después, surge la Cinemateca Boliviana fundada en 1976 como una “fundación cultural sin fines de lucro”. La importancia de la cinemateca dentro de la historia del cine boliviano se manifiesta en la preservación de los rollos, cámaras, afiches cinematográficos que proceden desde 1904 hasta la fecha. Estos tesoros cinematográficos se encuentran minuciosamente ordenados y resguardados bajo custodia de la Cinemateca Boliviana ubicada en la Calle Oscar Soria esquina Rosendo Gutiérrez de la Ciudad La Paz, Bolivia.
Se tiene el conocimiento que la primera proyección boliviana cinematográfica data de 1904 y es llamada “Vistas de personajes históricos”. Esta reliquia fue hecha por un grupo de acróbatas magos argentinos que únicamente muestran las vistas de La Paz y de gente importante de la época. No obstante, las primeras filmaciones cinematográficas en Bolivia se realizaron a partir de la segunda década del siglo XX. Es desde entonces que se puede mencionar películas como “El bolillo fatal”, “Gloria de raza” (se perdió), Wara Wara (la única película completa) o “Hacia la gloria” (trata sobre la Guerra del Chaco).
“Digamos que entre 1900 y 1940 es un periodo bastante difuso en la historia del cine boliviano. La mayoría de estas producciones están perdidas, solo sabemos de ellas por recortes de periódicos. Los autores principales del inicio del cine serian Arturo Posnansky, Luis Castillo, José María Velasco, Pedro Sambarino -éste último sacó el largometraje Corazón Aymara en 1925-”, aseguró Sebastián Morales docente y co-fundador de la carrera de Cine – UMSA.
La cinemateca Boliviana es reconocida por la ley de cine número 1302 -ratificada por la última- y se fundó con la idea de preservar, rescatar, conservar el valor y difusión de todas las reliquias nacionales. “Nosotros somos el repositorio de imágenes en movimiento del Estado Plurinacional de Bolivia, el único en su género por el momento. Conservamos el patrimonio fílmico de Bolivia bajo custodia. Tenemos como 7.500 películas a nivel Bolivia, 7.500 rollos a nivel de cine boliviano entre diferentes formatos y en patrimonio internacional tenemos como 33.000 rollos” afirmó la Directora Ejecutiva de la Cinemateca Boliviana Mela Marquez en una entrevista realizada para la revista Dat0s Bolivia.
“Nosotros somos el repositorio de imágenes en movimiento del Estado Plurinacional de Bolivia, el único en su género por el momento. Conservamos el patrimonio fílmico de Bolivia bajo custodia. Tenemos como 7.500 películas a nivel Bolivia, 7.500 rollos a nivel de cine boliviano entre diferentes formatos y en patrimonio internacional tenemos como 33.000 rollos”
Dentro de las instalaciones de la cinemateca se tiene bajo custodia todo el patrimonio fílmico de Bolivia organizado en cuatro bóvedas; en las que se conserva todo el material bajo las normas de conservación instruidas por la FAIF (Federación de Archivos Fílmicos Internacional). “Entonces nosotros preservamos este patrimonio desde 1904 a la fecha, y también tenemos alrededor de 7.000 videos bolivianos que van desde los años 80 hasta el 2000 más o menos, todos protegidos con Numatic” añadió Mela. (Numatic International Ltd es un fabricante británico que produce principalmente equipos de limpieza y mantenimiento)
Patrimonio Fílmico bajo custodia
El material salvaguardado en la cinemateca proviene de diferentes autores, muchos materiales son propios de la cinemateca y muchos otros son propios de los autores, directores, productoras, etc., pero son igualmente custodiados por la misma. La Directora ejecutiva de la fundación señala que de cada material se tiene un documento que certifica la entrega del mismo bajo tutela ya sea para para su reproducción, exhibición o simplemente su custodia.
“Entonces en el cine boliviano muchos materiales son nuestros, porque nosotros lo hicimos rescatar, reproducir, imprimir, los conseguimos… muchos son de los propios cineastas que trajeron sus rollos y nos los han depositado, pero la propiedad del autor sigue siendo del autor. Por ejemplo nosotros somos dueños de Wara Wara, pero la autoría es de José maría Velasco Maidana -que ya falleció- pero él es el autor; entonces la propiedad patrimonial de la restauración es de la Cinemateca porque hemos gastado 125.000sus en restaurarla” afirmó Marquez.
Las políticas con las que se manejan todas las películas en la cinemateca se limitan al respetar el derecho de autor y el derecho patrimonial; el derecho de autor se refiere a quien es padre de la obra, quien la ha escrito o quien la ha dirigido. El derecho patrimonial es de quien la ha producido, quien la ha pagado.
En caso de la película Ukamau, que así como otras se encuentra en las bodegas de la cinemateca, los derechos de autor le pertenecen a Jorge Sanjinés pero los derechos patrimoniales le pertenecen al Instituto Cinematográfico Boliviano que fue quien la solventó. Es importante recalcar que la Cinemateca no puede vender los derechos patrimoniales, únicamente puede vender los derechos comerciales con o sin exclusividad para su reproducción pero no su propiedad o autoría. Entonces hay muchas políticas con las que se maneja los tipos de derechos de las películas.
“La cinemateca se sustenta a puro Pulmón”, Mela Marquez.
La Directora Ejecutiva Mela Marquez señala que los ingresos de la taquilla no son suficientes para sustentar la cinemateca ya que ésta, como todas las entidades culturales, debe cumplir las normas del régimen impositivo. Cuando se pone en cartelera una película se divide los ingresos en tres partes; una parte va al director y/o productor, otra parte va a impuestos y otra parte finalmente va a la cinemateca. Es decir que de una entrada de 20 o 30 Bs se tiene que dividir en tres. Como ayuda, la cinemateca se sustenta con las ganancias que da el garaje pero tampoco solventa todos los gastos ya no depende ni del estado, ni de la alcaldía, ni de una ONG, ni de nadie.
En Bolivia no hay políticas culturales de ningún tipo, que apoye a la cinemateca, excepto por la ley 2206 exime a los cineastas bolivianos de pagar el impuesto siempre y cuando exhiban en salas de cine y que estén auspiciadas por el Ministerio de Culturas o por alguna entidad regional o municipal.
“Todos los empleados acá tienen que tener AFP’S, seguro, y tenemos que tener costos como si fueran costos de empresa. Entonces se sustenta con el esfuerzo de todos y cada uno de los que estamos, tiene un directorio, una directora ejecutiva que soy yo; y es a puro pulmón a puro esfuerzo, no depende ni del estado ni de la alcaldía, ni de una ONG, ni de nadie”, informó la Directora.
La pandemia, la piratería y la Cinemateca Boliviana
“La pandemia nos ha hundido en lo más profundo… en un hoyo negro porque no ha habido políticas de apoyo, no habido préstamos blandos, no habido apoyo a la cultura (como en otros países post-covid), entonces nosotros hemos cerrado por nueve meses la cinemateca y al final y al cabo hemos recibido una factura de luz de 32.000Bs sin haber prendido un foco. Eso quiere decir que no nos cobraron por el medidor sino por ser potencia, por ser “empresa”.
Parte del sustento de la cinemateca erradicaba en la cafetería, eventos, que cayeron en picada ya que todos estos involucran al público reunido, con gente reunida en un mismo ambiente. Actualmente la cinemateca hizo esfuerzos para cumplir los protocolos de bio-seguridad impuestos por el gobierno y el mundo entero para poder reabrir sus instalaciones.
“La pandemia nos ha hundido en lo más profundo… en un hoyo negro porque no ha habido políticas de apoyo, no habido préstamos blandos, no habido apoyo a la cultura (como en otros países post-covid), entonces nosotros hemos cerrado por nueve meses la cinemateca y al final y al cabo hemos recibido una factura de luz de 32.000Bs sin haber prendido un foco. Eso quiere decir que no nos cobraron por el medidor sino por ser potencia, por ser “empresa”.
Es evidente que durante la pandemia y el encapsulamiento las persona empezaron a consumir Netflix, televisión por cable, etc. A su vez se consolido la piratería ya que las personas prefieren comprar de su “casera” películas nacionales y verlas en casa a pesar que esto significa un delito virtual. “Disque delito pero la verdad es que es tolerada por la sociedad civil, por la empresa y por el estado. Aquí hay tiendas que incluso dan factura al vender películas piratas entonces es realmente una competencia absolutamente desleal pero no solamente lo sufre el cine, la música, los libros, las marcas, todo te copian y no pagan derecho de autor en Bolivia” señalo Mela Márquez.
Futuros planes de los archivos cinematográficos
Mela Marquez afirma que se planea hacer un archivo digital de todo el material custodiado desde 1904. Sin embargo, esta no resulta una tarea fácil ya que se debe pensar en tener centrales, plataformas de preservación que significan un costo bastante elevado. “Esta Cinemateca es considerada la tercera más reconocida y significante de América Latina…Tenemos la biblioteca de cine, tenemos las bóvedas, que tenemos cuatro salas lindas, nosotros vivimos de ello” concluyó Mela Marquez Saleg.
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